Capítulo 47: Desconcierto.

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Otro día llego a su fin, tras quedarse un día y haberse abastecido de suministro los tres jóvenes se retiraban durante la noche en la carroza por los bosques de los alrededores.

- Qué ciudad más extraña es esta... – Menciona Norunn con sus compañeros.

- Tienes razón, aún estoy sorprendía por lo que nos contó Adrián... – Dijo Deusa recordando lo ocurrido el día anterior

En la planta baja de la posada se encontraban los tres, Adrián les había dicho sobre la propuesta que le hizo el rey.

- ¡QUE EL REY TE PIDIO ESO! – Exclamaba Norunn sorprendida.

- ¿Y qué respondiste? – Pregunto Deusa.

- Obviamente lo rechace, no estoy de viaje buscando establecerme en una ciudad. – Respondió tranquilamente el muchacho.

- Es increíble que quiera a un inútil como tú para unirse a la elite de su ejército, no pensé que el rey quisiera tomarte para que le sirvieras. – Decía Norunn pensativa en los hechos.

- Debieron oír que nos enfrentamos al ejército enemigo y salimos ilesos, es fácil darse cuenta de que quieren usarnos para ganar su guerra. – Agrego Deusa.

- Su guerra no tiene nada que ver conmigo, por otra parte. ¿Qué hacían durmiendo junto a mí? – Adrián las miro con sospecha, Norunn y Deusa estaban sorprendidas intentando hallar una respuesta.

- ¡MAS BIEN! ¿QUÉ HACIAS TÚ EN NUESTRA CAMA? – Norunn intentaba ocultar su vergüenza con enojo.

- ¿Ah? Me quede dormido tras tomar una ducha...

- Pe-pero no debiste hacer eso... es... es... descortés... – A Deusa le era más difícil ocultar sus sentimientos.

- ¿Eh? ¿Tú también? ¿Acaso es mi culpa? – Adrián se sintió arrinconado por ambas.

- No vamos hablar con un pervertido, vamos a descansar Deusa. – Norunn se llevó a su compañera y le hizo un gesto de que no diga nada más.

Volviendo al presente Adrián miraba sospechando de sus compañeras, no fue convencido con que le echaran la culpa de todo.

- Aun tengo algunas dudas de lo ocurrido ayer... – Menciona el muchacho.

- Ya te perdonamos así que no te preocupes. – Dijo Norunn

- Todo quedo en el pasado...– Agrego Deusa.

- Esta bien, sea como sea ya nos hemos terminado con nuestro deber... Hay algo raro en esta ciudad, y no quiero quedarme para averiguarlo. – Adrián arrió a Daniela para que avanzara mas rápido.



Cerca de donde estaban, se escuchó el sonido de muchos caballos en medio del espeso bosque, se trataba de una persecución.

            Cerca de donde estaban, se escuchó el sonido de muchos caballos en medio del espeso bosque, se trataba de una persecución

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