CAMINO: Hacia un cielo azul.

Capítulo 5: Debes aprender.

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Han pasado varios días desde que la carroza abandono el templo, durante ese tiempo Adrián estuvo junto a Norunn, la cual parece más tranquila por su compañía. El camino hacia el objetivo de Adrián está pasando un pueblo hacia el norte, el destino de Norunn viene después. Ahí será donde ellos se separaran, pero ella evita pensar mucho en ello.

Adrián detuvo la carroza pues estaba preocupado por Daniela, aunque sus heridas ya habían sanado, le preocupaba sobre esforzar al animal, Norunn se quedó dentro de la carroza, ella se disponía a preparar los alimentos para su acompáñate y su querida Daniela.

- Hoy cocinare yo Adrián, quiero agradecerte todo el tiempo que cocinaste para mí. – Le decía la muchacha contenta, ella sacaba unos utensilios e ingredientes de su almacén.

- Gracias Norunn, iré soltando a Daniela y preparando la mesa. — Adrián quería darle esa oportunidad a Norunn, tras lo sucedido necesitaba despejar su mente de cualquier manera.

En efecto mientras Norunn descansaba y se reponía emocionalmente, Adrián preparo la comida durante esos días. Él parecía más sereno al ver a Norunn sonreír nuevamente, tras terminar sus deberes se quedó en el asiento del conductor a contemplar el paisaje. Pasado un tiempo su acompañante ya estaba terminando, pero había dejado la cocina hecha un desastre.

- Bueno ya está listo — Trayendo un plato de comida — Aquí tienes Adrián. — Le sirve la comida y ella se sienta en frente observándolo, parecía como esperando a que coma.

- Gracias, será un gusto pro.... — Teniendo el plato frente a él, vio una especie de masa verde oscuro, parecía despedir un aroma extraño. — ...barlo... – Adrián miraba extrañado esa peculiar comida.

- ¿Pasa algo? — Pregunta preocupada la muchacha, Adrián miro que ella no se sirvió.

- No es nada... ¿No piensas comer? — Dice para hacer algo de tiempo, el piensa la mejor manera de rechazar esa comida.

- Ah, eso... Como tu comida es deliciosa, bueno, creo que subí un poco de peso, así que solo comeré unas frutas. — Decía mostrándole unas manzanas.

- ¿Disculpa por eso? Supongo... — Adrián tomo el tenedor y estaba jugando con el extraño alimento, levantando un poco volteo la cuchara se dio cuenta que la comida estaba pegado a ella.

- No es nada por lo cual disculparse, de hecho es mi error por no contenerme... Así que hare dieta por ahora. — Norunn estaba contenta de haber cocinado, Adrián no tenía ningún modo de escapar a su destino.

Adrián tomo la primera cucharada y lentamente la llevo a su boca, duro un poco hasta que la comida pasó por su garganta, viendo el techo recordó su niñez.

"Recuerdo que cuando tenía 10 años, Yanina me insistió con jugar a la casita". — Con la comida en su boca, su mente parecía divagar para escapar de ese lugar. El recordó que en una pequeña mesa estaba junto a Yanina, ambos tenían la edad de 10 años.

- Pero... ¿No podemos jugar otra cosa? — Le dice el pequeño Adrián frustrado.

- Ya te dije que será divertido... tú serás el papá, yo seré la mamá y BETO será nuestro niño. — Dice Yanina alegremente, a un lado de la mesa, en una silla chiquita estaba un palo similar a un bate con las letras B.E.T.O escritas