CAMINO: Hacia un cielo azul.

Capítulo 9: Elección

El sol es implacable, una figura avanza despacio por los desolados caminos, se puede ver a Adrián recorriéndolos solo.

- Esto es lo mejor, estar conmigo solo la pondría en peligro. – Dice mientras camina, mira el cielo recordando los eventos hasta este momento. Él está continuando con su búsqueda solo nuevamente, pero para saber lo ocurrido tendremos que ir unos cuantos días atrás.

Adrián dejo la carroza aun lado de camino y comenzó a preparar la cena, quiso llamar a Norunn pero entonces recordó lo ocurrido.

- Sera mejor dejarla sola por ahora. ─ Viendo a Daniela le acerco la comida, pero el animal parecía indiferente. ─ ¿No te tienes apetito? ¿O no te gusta lo que preparo? – Daniela simplemente olio la comida y miro a otro lado.

De la carroza sale Norunn, ella había visto lo ocurrido, acercándose a Adrián le dijo:

- Déjalo, yo le preparare la comida, ve comiendo que se enfría. – Su forma de hablar era más tranquila.

Sintiéndose calmado Adrián sabía lo que ocurría. Habiendo terminado de preparar la comida de Daniela y dejándola comer, Norunn se sentó a la mesa, el ambiente era silencioso pero fue ella quien lo rompió.

- Adrián, disculpa por lo que dije antes... – Ella está tan avergonzada por lo ocurrido ayer, que ni siquiera se atreve a verlo a la cara.

- ¿A qué te refieres?

- Lo que dije ayer... lo siento no era mi inten... – Antes de terminar de hablar, él da un suspiro y le contesta.

- No entiendo por qué te disculpas, no recuerdo que hicieras nada para molestarme... – Norunn capto la indirecta y sonrió feliz.

- No importa... gracias por la comida. – Tenuemente ella tenía una pequeña sonrisa y sus mejillas ruborizadas le daban una linda apariencia.

Al terminar de comer ella lavaba los platos, antes de retirarse Adrián le dijo unas palabras.

- Debemos tener todo listo... ¿Has decidido que hacer?

- Siempre me enseñaron a no huir de los problemas... Y voy a afrontarlos, iré a Trabid a encontrar respuestas. – Norunn estaba decidida, lo demostraba en sus palabras.

- Entonces estaré a tu lado, te mantendré segura de cualquier cosa. – El que tomara una decisión tranquilizo a Adrián, él sabe que tendrá que protegerla de cualquier inconveniente que los espere.

El durante la tarde del siguiente día por fin llegaron a Trabid, desde lejos se notaba que era una gran ciudad, estaba rodeada por grandes muros, en las entradas habían caballeros resguardando las puertas y se notaba mucha seguridad en las calles. Cuando intentaron pasar adentro fueron detenidos por los caballeros a cargo de la puerta, pero al enseñar el sello en las cartas pasaron rápidamente. Esta ciudad es muy diferente a las anteriores, quizás la más grande que ambos habían visto en sus vidas. Las calles abundaban de carruajes lujosos y personas de alta sociedad, todo daba una impresión de nobleza.

Al entrar notaron que las personas alrededor los miraban de forma despectiva, comentaban acerca de ellos o evitaban tener contacto visual con su carroza, lo cual acabo con la paciencia de Norunn.

- ¡QUE NUNCA HAN VISTO UNA CARROZA DE ESTE TIPO! – Grito molesta la muchacha por la ventana.

- Cálmate, no ganaremos nada si nos echan. – Las personas apresuraban el paso para alejarse.

- Odio esas miradas en sus caras, ojala estemos cerca para no seguir viéndolas. – Les pareció extraña la dirección en la carta.

- ¿Has visto algún letrero indicando ese nombre? – Pregunta Adrián y ella mira alrededor.