XXV

7.2K 486 8
                                        



**Joe Joauven**


"A otros los matas

A mí me haces vivir."

"La cura del celoso.", Marco Antonio Montes de Oca.


Mi madre se ha sentado junto con los padres de Vi, a pesar de lo terrible que se ve su rostro, está sonriendo, como siempre.

A mi lado, se encuentra Vi, callada, escuchando las conversaciones de sus primos, que a pesar de su aspecto, tienen la mente de un niño de ocho años, estoy casi seguro de que ella está estresada.

-¿Les conté lo que vi arriba? —dice uno de los tipos.

-Itan —lo reprende Victoria.

-Vi, estaba con...

-Cállate en este momento, idiota —levanto un poco la voz.

-¿O qué?

-No tengo ningún problema en partirte la cara, no creo que a Vi le moleste, así que será mejor que te calles, pringado.

-Joe —Vi me reprende.

-Pero si la gordita ya tiene quien la defienda —dice otro imbécil

Victoria baja la vista debido al momento que le está haciendo pasar su primo y aprieta más mi mano entrelazada a la suya.

-Cállate —digo enojado.

-Te coges a la mojigata y ya sientes derecho sobre ella, vaya que eres...

Me levanto de mi asiento, pero Vi tira de mi brazo para que vuelva a sentarme.

-Cálmate, por favor —dice.

-Vi...

Me están sacando de quicio, no quiero hacer ninguna escena, no quiero que su familia piense mal de mí.

-¿Te apetece salir? —digo ya sentado en mi lugar.

Asiente con la cabeza y salimos de la sala para abrir la puerta principal.

Saco mi cajetilla y de ella un solo cigarrillo, recargados en el barandal de la escalera, vemos las calles adornadas con luces, la noche estrellada, y la gran cantidad de autos que pasan frente a nosotros.

-¿Qué pasó? —su diminuta voz se oye detrás de mí.

-¿De qué hablas? —me doy media vuelta y la observo fijamente.

-¿No vamos a hablar de lo que pasó?

-Supongo que mi madre ya te lo ha dicho, ¿no?

Ella niega con la cabeza y suspira.

-No me ha dicho nada, espera a que seas tú quien lo haga —murmura.

-Suerte con ello —respondo frío y le vuelvo a dar la espalda.

-¿Qué estamos haciendo, Joe?, ¿qué se supone que es esto? —apago mi cigarro y vuelvo a encararla.

-¿Qué se supone que es esto? —digo enojado.

-Esto no es algo sano, para ninguno de los dos, y te quiero, te quiero muchísimo. Pero sigues siendo tan cerrado como en un inicio, no te estoy exigiendo que vengas y me cuentes todo lo que te ha...

Eres hermosa para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora