Luego de meditarlo por un par de días llegó a la conclusión de que el primer paso que daría sería establecer un acuerdo con los espíritus, debía presentarse ante ellos como el nuevo Avatar e intentar ganar su simpatía, claro no podía hacer eso sin cruzar el portal que había en la jungla y no podía si quiera aventurarse a la jungla si debía tener con ella una escolta las 24 horas del día los siete días de la semana, por lo tanto debía haber un ajuste en los planes, el primer paso que debía dar era ganarse la confianza de las personas del asentamiento.
La primera semana transcurrió a prisa, todos los días despertaba a las cuatro de la mañana, a las cinco llegaban a las afueras para limpiar, trabajaban arduamente hasta las dos de la tarde, a las tres volvían al asentamiento a comer y descansar, luego debían patrullar de cuatro a siete, ya que Mako no solía hacer mucho volvía a casa a esa hora a preparar la cena y a las ocho se encontraba en cama, debía admitir que era agotador sin embargo no desperdiciaba ni un solo momento, siempre se mantenía atenta a todas las actividades que se llevaban acabo en aquel lugar, analizaba a las personas que ahí habitaban, la cantidad de niños y jóvenes así como también de adultos y ancianos, por las noches a veces recibía la visita de Asami que pasaba regularmente a preguntarle su opinión sobre el asentamiento, esa chica parecía entregada a la idea de ser una buena líder, después de todo sería ella quien heredaría el poder de Sato y siempre andaba de un lado a otro supervisando a todos, asegurándose de que todo estuviese en orden, disfrutaba bastante de su compañía pues con ella podía charlar de forma despreocupada, no existía la tensión que usualmente percibía en los demás habitantes que al parecer aún no se acostumbraban a su presencia, Bolin también era un buen amigo, pero con los horarios tan apretados que manejaban a penas tenía tiempo de hablar con él, aquel chico trabajaba la tierra arduamente así que por las noches no duraba mucho tiempo despierto, a las nueve era natural ver a ambos hermanos descansando en sus camas mientras ella se daba un tiempo para meditar o para salir con Asami a dar la vuelta.
No veía mucho cambio en las personas que había ahí, ganarse su confianza no era fácil, la segunda semana fue muy parecida a la primera, la tercera parecía igual a excepción de Mako que parecía haber aminorado su estado defensivo, durante la cuarta semana Asami la retiró del trabajo regular con Mako para llevarla con ella a supervisar las distintas actividades en las distintas áreas del asentamiento, todo parecía con la intención de que la gente se acostumbrara más a su presencia ya que en lo que Asami hacía sus apuntes le ordenaba ayudar a la gente en sus labores, debía agradecerle por ello, pocos días después comenzó a ver un cambio en la gente, uno que otro le saludaba cuando la veía en la calle, haciendo cuentas concluyó que le había llevado un mes y una semana llegar al punto en el que se encontraba, el camino aún era largo.
Habiendo pasado un par de días luego de su tercer mes en aquel lugar al fin mantenía una relación aceptable con ambos hermanos, Mako no solía hablar mucho como de costumbre, parecía perdido en sus pensamientos y cuando hablaba por lo general era para dar sermones respecto algún tema, renegaba todo el tiempo, por todo y por nada, parecía siempre estar preocupado y siempre buscaba la manera de impresionar a Beifong, recordaba que Asami le había contado que se trataba de un buen chico y así lo era, ambos hermanos tenían buen corazón, de igual manera era difícil decir que alguien en el asentamiento no lo tuviera, se notaba el esfuerzo que todos ponían para salir adelante como una comunidad unida, Ang los había puesto en el camino correcto y se empeñaban por mantenerse en él.
Sus horarios personales habían cambiado un poco, al parecer Lin comenzaba a aflojar las riendas, ahora cada miércoles y sábado salía con Asami en sus rondas y el resto de la semana trabajaba con Mako, se les otorgaba un día de descanso a la semana, ese día lo elegía el mismo Mako, Asami nunca se tomaba un descanso, siempre puntual con el inventario y los estados de cada actividad, ya se había acostumbrado al ritmo de cada cual.

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Futuro Incierto
FanfictionEn un mundo en agonía no existen más los maestros de los elementos, corre la leyenda de que prevalece un solo maestro, el más grande de todos, el Avatar, pero pocos saben de él en tiempo real, en un mundo al borde de la extinción total no se pueden...