La costa permanecía sumergida en una espesa cortina de niebla que cubría gran parte del campo de batalla, el plan había sido puesto en la mesa unas horas después de que Korra y su equipo se hubieran marchado, bloquear la visión de los aviones ayudaría a equilibrar un poco la balanza durante la guerra brindándole la oportunidad a la alianza para encontrar una manera de ganar ventaja sobre el Loto Rojo.
- "¿Hiroshi? La costa está envuelta en neblina, no podemos ver nada." – La voz entrecortada de Opal rompió el silencio al salir por las bocinas de las radios que portaban los capitanes, eran las once de la noche y no había sonido o imagen que delataran la presencia del ejército que esperaba pacientemente por su enemigo.
- "Opal, dirígete hacia el acantilado del este, ahí te reunirás con un grupo de maestros aire." – Le ordenó la líder del ejército. – "¿En dónde está Korra?" – Preguntó casi junto a la orden inicial.
- "Vienen en camino, ella y los maestros agua se quedaron atrás para sanar a los maestros de Loto Blanco que logramos salvar de la batalla en el mar." – Explicó. – "Tenzin, Gyatso y yo hemos vuelto a la costa." – Agregó.
- "¿Qué ocurrió durante la batalla?" – La transmisión terminó y dio paso al distintivo sonido de la estática por un par de segundos antes de recibir respuesta.
- "El Loto Blanco nos respaldó con los hombres que habían estado en sus postes de vigilancia, crearon una distracción para que nosotros pudiéramos acercarnos, las bombas de Varrick nos salvaron la vida, Korra logró destruir el navío pero por culpa de la resistencia del ejército del Loto Rojo no pudimos evitar que los aviones despegaran, logramos hundir uno pero los demás se perdieron a la distancia, son demasiado rápidos." - Pronunció preocupada. – "No supimos a dónde fueron, ninguno parecía haber fijado su rumbo hacia Ciudad República." – Suspiró apretando la radio entre sus manos.
- "Hiroshi, alerta a Ba Sing Se, puede que los aviones hayan volado hacia allá, ordena que se refugien en los túneles de la vieja ciudad." – Su líder ordenó con la esperanza de ayudar a prevenir que los aviones tomaran por sorpresa a sus aliados rebeldes.
- "La flota del Loto Rojo debe de estar a una hora de aquí." - Opal continuó con su reporte. – "Korra pidió que busquemos alguna debilidad en esos aviones, debemos encontrar una manera de contrarrestar su velocidad, resulta casi imposible alcanzarlos y Korra no puede usar su metal control contra ellos si no se mantienen dentro del rango de alcance de sus poderes." – Concluyó.
- "Bien, trabajaremos en eso, por favor describe las máquinas que viste de la manera más detallada que puedas." – Hiroshi respondió, Opal no perdió el tiempo y comenzó a proporcionarles toda la información que tenía sobre lo que había visto con la esperanza de que sus palabras bastaran pues al ser una máquina desconocida para ella no se sentía segura de poder brindarles una descripción acertada del objeto en sí.
- "Iré a investigar, por favor permanece atenta a mis transmisiones." – Hiroshi pidió y la estática volvió a llenar el silencio en la radio.
El mar permanecía tranquilo acariciando la costa con gentileza y creando el único sonido que todos podían escuchar con claridad cuando el agua chocaba contra las rocas, cerca de mil personas permanecían ocultas entre la niebla, unos mantenían los ojos cerrados resignándose a su situación mientras otros luchaban en un intento por identificar a las personas que se encontraban a un metro de ellos, era claro que, al igual que ellos, el enemigo no sería capaz de ver nada dentro de la niebla.
A las once y media llegó otra señal de radio, esta vez proveniente de los maestros agua.
- "Nos estamos acercando a la costa, hay neblina por todo el territorio, necesitamos ayuda, traemos a heridos del Loto Blanco con nosotros." - La voz de Korra resonó por las radios y la alianza al fin pudo respirar con más libertad, era un hecho, su Avatar se encontraba a salvo.
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Futuro Incierto
FanfictionEn un mundo en agonía no existen más los maestros de los elementos, corre la leyenda de que prevalece un solo maestro, el más grande de todos, el Avatar, pero pocos saben de él en tiempo real, en un mundo al borde de la extinción total no se pueden...