- ¿Entonces pretende que valla a ciegas guiada por sus hombres hasta su escondite actual?
- Para ella es importante no revelar su ubicación. – Dijo Bumi encogiéndose de hombros.
- ¿No es demasiado arriesgado? – Preguntó arqueando una ceja.
- Eres el Avatar, no es como si fueras indefensa. Incluso sin armas en tus manos eres capaz de defenderte de un ejército completo. – Respondió él rodando los ojos.
- Si, gracias por recordármelo... por poco lo olvido. – Habló con tono sarcástico. - ¡Bumi! Me refiero a todo el plan para detener a Kuvira. Su y tú están tras su pista, si deciden llevarme de esa manera nunca encontrarán su escondite.
- Oh, tú no te preocupes por eso. – Hablaron Bumi y Su al unísono causando que el rostro de la morena reflejara confusión.
- Ustedes y el Loto Blanco me tienen cansada de sus secretos. – Bufó. - ¿Hay algún plan del que deba enterarme?
- Tranquila Korra, no es ningún secreto. – Intervino Su. – Por supuesto que hay un plan. Bumi y yo uniremos fuerzas para enfrentar a los hombres de Kuvira que lleguen a levantarse en armas cuando ella caiga, no estamos completamente seguros de sus números pero sabemos que son más de seiscientos, así que necesitamos unir fuerzas. Tampoco estarás sola en tu viaje, Bumi tiene a varios de sus hombres repartidos en distintos poblados, ellos buscan hacerse del poder, su objetivo es subir a Bumi a la cima de la escala criminal, quieren dominar Ba Sing Se, así que están dispuestos a derribar a Kuvira, ellos estarán al pendiente de tu viaje para encontrar el escondite de la líder rebelde y cuando lo hagan nosotros seremos notificados y mandaremos apoyo.
- Suena... bien. – Respondió mirando el suelo, de nuevo se aproximaba un enfrentamiento y no podía dejar de pensar en lo ocurrido en el asentamiento de Ciudad República, no quería volver a involucrar a nadie en sus asuntos como Avatar, no quería que nadie resultara herido por su culpa.
- Todo estará bien Korra. – Sonrió Bumi. – Tu trabajo consiste en ir ahí y ganarte la confianza de Kuvira para que baje la guardia lo suficiente y así puedas tener la oportunidad de emboscarla para sacarla de ahí y traerla con Su. Aquí la encerramos e intentaremos aplacar a sus seguidores, de cualquier manera, a parte de Baatar no creo que haya más personas a su lado con las agallas necesarias para tomar su lugar, al perderla a ella todos se dispersarán.
- Así que nuestro objetivo inmediato luego de Kuvira es Baatar Jr. Nosotros nos encargaremos de él, tú limítate a traer a Kuvira ¿Entendido? – Completó Su con un tono poco amigable, su ánimo siempre decaía cuando tocaba el tema de Baatar, era comprensible, su propio hijo había decidido ir en contra de ella y todo por seguir la guía de Kuvira, la chica que ella misma había criado y que por motivos más allá de su comprensión la había traicionado.
- Ten por seguro que encontraremos su escondite y cuando lo hagamos tendremos el lugar vigilado. Procura que la emboscada a Kuvira sea durante la noche pues así te será fácil dar una señal de ataque. – Le aconsejó Bumi.
- ¿Qué tipo de señal necesitan?
- Con una señal de luz bastaría, tendré el lugar rodeado, sería cuestión de que encuentres una ventana y emitas tres luces intermitentes. – Respondió él.
- ¿Y si el escondite es subterráneo? - Dijo en un intento por despejar cualquier duda, si quería que todo saliera bien todos debían tener en claro cada parte del plan.
- Hmmm... Buena pregunta. – Habló el castaño mientras parecía meditar en una alternativa para eso.
- Bumi... - Suspiró Korra.

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Futuro Incierto
FanfictionEn un mundo en agonía no existen más los maestros de los elementos, corre la leyenda de que prevalece un solo maestro, el más grande de todos, el Avatar, pero pocos saben de él en tiempo real, en un mundo al borde de la extinción total no se pueden...