Sobreviviendo

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Durante horas estuve corriendo sin parar, sabía que tarde o temprano mi hermano se daría cuenta que me había escapado y saldría en mi búsqueda. No podía pararme.

Después de un par de horas más huyendo sin descanso me permití hacer una breve pausa, necesitaba descansar y recobrar el aliento. Me encontraba en medio de un bosque, que a decir verdad, no reconocía. Toda mi vida la había pasado encerrada en aquella urna de cristal llamada "casa", lo único que conocía del lugar donde vivía era mi hogar, el lago y sus alrededores y el camino al instituto que apenas iba. Todo lo demás era un misterio para mí, la vida era una incógnita que solo descifré el tiempo que estuve con Theron.

Theron... su recuerdo empezaba a inundarme de una sensación de tristeza y melancolía, el pasado vivido con él, su sonrisa, su muerte...

-¡Basta!­­­­­- Me chillé a mí misma. Había huido de mi casa por un motivo, y era dejar de ser la persona que era, aquella niña triste sin ningún tipo de motivación por la vida, anclada al pasado sin ser capaz de vivir el presente. No podía dejar que el pasado me siguiera atormentando, no iba a volver a llorar, a partir de ahora el dolor sería lo que me haría más fuerte.

Estaba anocheciendo y yo seguía sin un rumbo fijo, simplemente había salido corriendo de mi casa porque estaba enfadada con todos y conmigo misma, pero ahora después de unas cuantas horas y viéndome sola y desamparada me preguntaba ¿Qué iba a hacer? ¿Cuál era mi objetivo?

-Estúpida- me dije- Llevas mucho tiempo queriendo hacer algo que te corresponde, algo que nunca te has atrevido hacer, ahora es mi momento.

¿Cómo podía preguntarme qué hacer? Siempre había ansiado algo que nunca pensé que podría hacer. Sí, ya tenía mi objetivo; venganza. Me vengaré de aquellos que le arrebataron la vida a Theron, de aquellos que me arrebataron mi vida.

De pronto empezó a refrescar, así que me cobijé entre la maleza tratando de refugiarme del frío, y ahora de la lluvia que había empezado a caer sin previo aviso. Por suerte me había llevado una mochila conmigo donde había guardado algunas cosas, entre ellas una sudadera ancha y negra con capucha, en el dorso de ésta había inscrito de color naranja una T y una Z y debajo un número; 23. Eran nuestras iniciales, Theron y Zoe, era nuestro día, el 23. Esa sudadera pertenecía a Theron y era lo único que poseía de él a parte de los recuerdos. Ahora esa prenda me recordaría cada día el camino que había elegido seguir, el camino de vengar la muerte de Theron.

Cada vez la lluvia era más intensa y fuerte, el frío calaba mis huesos y yo no podía hacer otra cosa que tiritar y tratar de aguantar esa dura noche. Quizás debería seguir caminando, así entraría en calor y las horas hasta el amanecer pasarían más rápido, cuando saliera el sol podría descansar y recomponerme. Así pues me levanté como pude, mi cuerpo estaba agarrotado y mis movimientos eran lentos, pesados y torpes, pero debía ponerme en marcha y entrar en calor pronto o moriría de hipotermia en mi primer día como "vengadora".

Estaba totalmente desorientada y no sabía hacia dónde ir, a mi alrededor únicamente habían árboles altos y de finas ramas, que dejaban entrever la fina luna menguante que tímidamente iluminaba la estrecha senda por la que me encontraba. Un ruido salvaje me estremeció, provenía del cielo y parecía moverse rápidamente, alcé la vista y divisé la silueta de un búho.

Eso me recordó que ahora estaba más desprotegida que nunca y que los Aima lo tenían mucho más fácil para atraparme, en cuanto se enteren por sus espías que no estoy en casa junto con mi familia vendrán a por mí... Pero mejor, si me atrapan yo también estaré más cerca que nunca de ellos y de vengarme, el miedo no hará que me detenga.

Mundos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora