Las manos frías de Ryu rodeaban mi cuello e impedían el paso del aire a mis pulmones.
A pesar de que tenía media cara oculta por la máscara, podía ver la cara de placer y euforia de Ryu mientras me quitaba la vida.
Rápidamente traté de liberarme de las correas que ya me había aflojado, ya contaba con que Ryu me atacaría, pero él no se esperaría que yo fuera a defenderme.
Prácticamente ya no me quedaba aire, pero no me importaba, no era en lo que pensaba, tan sólo estaba esperando el mejor momento para atacar, y no tenía miedo.
Me solté de todas las correas sin que Ryu se percatara, pues estaba demasiado absorto disfrutando de mi futura muerte mientras continuaba riendo.
- Muere desgraciada- Espetó Ryu mientras apretaba con más fuerza sus manos contra mi cuello.- Me muero de ganas de verle la cara a tu familia, cuando sepan que han arriesgado su vida por rescatarte, y que a pesar de ello, has muerto igualmente. Y ellos morirán también, y morirán en vano, y todo por tu culpa, estúpida.
Mi familia... Tenía que actuar ya, se me acaba el tiempo, y Ryu tenía razón, ya había puesta la vida de mi familia en peligro.
Clavé la mirada a la garganta de Ryu, quería callarle esa boca y que se callara para siempre, así que me concentre todo lo que pude y le lancé un puñetazo con todas mis fuerzas en su nuez.
Ryu retrocedió varios pasos hacia atrás, tropezando con la camilla que tenía a sus espaldas de tal manera que tuvo que apoyarse a ella para no caer. Aproveché el momento para bajar de la camilla y correr hacia la barra metálica que había apoyada en la mese de en frente.
Cuando cogí la barra me sorprendió que pesaba más de lo que creía, y sentí que no iba a ser tan ágil cómo creía con ella, aun así me di media vuelta con la intención de golpear a Ryu.
Mientras, él no paraba de toser al mismo tiempo que se ponía sus manos en su cuello e inhalaba bruscamente tratando de recuperar algo de aliento.
Me abalancé sobre él, con la barra en alto, y le golpeé con fuerza, pero Ryu me había visto venir y se protegió la cabeza con su brazo, frenando así el impacto del golpe.
Una vez más, cogí impulso para volverle a golpear, pero Ryu fue más rápido y me empujó con fuerza haciéndome caer al suelo. Por suerte, Ryu no estaba recuperado del todo y se acercó tambaleándose lentamente, así que aproveché su lentitud para golpearle la rodilla obligándole a arrodillarse. En el momento que Ryu calló de rodillas, yo me levanté y ahí sí pude golpearle en la cara con la barra, y esta vez, no le había dado tiempo a protegerse.
Lo golpeé con fuerza el lado derecho de su cara, y su máscara se partió en varios trozos que cayeron al suelo, dejándole la cara al descubierto.
Pude ver un rastro de sangre en su cara antes de que Ryu cayera con todo su peso contra el suelo.
Estaba jadeando por el cansancio y la excitación del momento, y me paré unos segundos a procesar lo que había pasado.
El cuerpo de Ryu no se movía y la sangre continuaba recorriendo su cara. ¿Lo había matado? ¿Lo había vuelto a hacer?
Una sensación de pánico y arrepentimiento me inundó de pronto. Pero ¿A caso no era esa mi intención? Yo tan sólo me estaba defendiendo, era o él o yo, no podía ni debía sentirme culpable. Había hecho lo correcto.
Con la barra de hierro empujé el cuerpo de Ryu para dejarlo boca arriba y ver si reaccionaba. Pero nada. Ni un movimiento, ni un quejido. Y cada vez más sangre.
Tragué saliva y traté de tranquilizarme, no podía quedarme ahí, tenía que buscar a mi familia, Usmev dijo que estaban en la planta -7 y que había un ascensor, así que debía de darme prisa, antes de que alguien entrara a la enfermería.
Miré a mi alrededor, pues me sentía desorientada, y vi a mi izquierda el altar con las velas, el incienso y el marco de fotos. Me apoyé en la mesa para intentar recuperar mi respiración y entonces vi la imagen de la fotografía.
Era una mujer hermosa, de ojos azules grisáceos enmarcados en unas enormes gafas que la hacían atractiva e interesante. Tenía una larga cabellera castaña recogida en una trenza que caía sobre su hombro. Tenía una cara angelical, más bien una cara familiar, esos ojos... Los había visto antes...
Seguí contemplando la imagen de aquella mujer, y me percaté que en la parte posterior de la imagen, había algo escrito que se transparentaba. Miré al suelo para asegurarme de que Ryu seguía en el mismo lugar, y en efecto, yacía en el suelo inmóvil.
Solté un suspiro y cerré mis ojos de alivio.
Volví a centrarme en el retrato, le di la vuelta al marco y lo abrí. Saqué la imagen y leí lo que había escrito.
"Feliz cumpleaños mi querido Rick, pronto saldremos de aquí, pronto toda esta locura se acabará y podremos empezar una vida juntos y lejos de tanto dolor.
Siempre tuya,
Taryn Nervov"
¿A caso no se llamaba Taryn la enfermera y amada de Rick?
Pero también se apellidaba Nervov... Y ese era el mismo apellido de Usmev. Entonces, Taryn y Usmev, eran ¿Hermanos?
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Hola mis Chachifollowers.
Seguramente ya no quede nadie por aquí, sé que hace unos 7 meses que no publico nada, lo siento mucho!
No sabía como continuar la historia, y aun sigo sin saber muy bien por dónde llevarla, pero espero encontrar alguna forma de seguirla y acabarla.
Para quien lea este capitulo, espero que te haya gustado y gracias por seguir ahí.
Os quiero <3

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Mundos paralelos
Fantasía"Siempre parecía distante... como si todo lo que pasara a su alrededor, no fuera con ella, era distinta, ella era... especial." Ésto es lo que pensó Zeth cuando vio a Zoe por primera vez, pero ¿la volverá a ver? y¿qué secretos tan profundos esconde...