Salí de casa y subí la calle para dirigirme a la estación de autobús, la biblioteca no quedaba especialmente cerca de casa así que la manera más rápida era en transporte público, estaba claro que no pensaba ir a estudiar, necesitaba aclarar todas las dudas sobre aquella espantosa palabra que me perseguía des del día anterior, "Aima" necesitaba saber qué significaba para así poder acabar con el tormento, quizás estuviera relacionado con lo que pasó en el lago el día que quedé con Letha.
Cuando llegué a la biblioteca no sabía por dónde comenzar, así que empecé a buscar a algún autor que se llamara o apellidara Aima o algún libro que tuviera ese nombre como título, me recorrí toda la biblioteca, estante por estante y no encontré nada.
Después de casi cinco horas de búsqueda, me rendí, estaba frustrado y cansado, empecé a preguntarme si era muy normal que estuviera haciendo semejante locura, si era normal buscar en la biblioteca algo relacionado con una palabra que solo yo oía, quizás ya era demasiado tarde y me había vuelto loco de verdad, así que decidí marcharme.
Sorprendentemente en la biblioteca había más gente de lo que me hubiera esperado, casi no cabía nadie más, las mesas estaban abarrotadas de libros y ordenadores, había gente de todas las edades, pero sobre todo jóvenes universitarios preparándose los exámenes parciales.
Miré una de las mesas y vi que no había nadie usándola pero, a pesar de ello, había un libro perfectamente colocado, como si alguien lo hubiera puesto expresamente para mí. Me acerqué para curiosear, se titulaba "Todo sobre nuestros antepasados", no creí que fuera un libro especialmente interesante, pero lo ojeé igualmente, si podía creer que oía voces extrañas, podía creer que ese libro estaba ahí únicamente para mí ¿no?.
El libro trataba de cómo se formó la vida, cómo evolucionó la especie humana, los progresos de las civilizaciones... cosas que no me interesaban en absoluto, así que fui pasando las páginas hasta que llegué casi al final, las últimas páginas se remontaban al año 1850, y no hablaban sobre las personas, o al menos personas normales.
Me resultó extraño y seguí leyendo hasta que di en el clavo, entonces lo leí, "Aima".
No me lo podía creer, el libro hablaba sobre un experimento llamado "Aima" que se realizó entre finales del siglo XIX y principio del siglo XX y que a partir de la segunda guerra mundial no hubo más información sobre este.
Un sudor frío recorrió mi cuerpo, ¿Un experimento? ¿Qué tipo de experimento podría durar casi 100 años?
No entendía nada pero estaba dispuesto a saberlo todo, así que me llevé el libro para leerlo tranquilamente, y el lugar más tranquilo que conocía, era el lago.
No podía dejar de correr, tampoco podía dejar de llorar, sólo quería rendirme, sólo quería desplomarme, cerrar los ojos, dejar de respirar, dejar de sentir la sangre recorriendo mis venas, y morir, era lo único que deseaba, para así terminar con todo sufrimiento, para terminar con todo el peso que llevaba sobre mis espaldas, y tentar a la suerte, a ver si sólo al morir, podría volver a reencontrarme con él, en ese momento era lo único que deseaba, le necesitaba tanto...
No podía dejar de correr mientras de mis ojos brotaban lágrimas de tristeza, y sin mostrarme dubitativa me adentré en el bosque y llegué al lago, mis piernas no podían más, las fuerzas me fallaron y me caí, no podía borrar de mi mente aquella escena, no podía olvidar la imagen en el que Theron, me dejaba a mí y a todos, en mi mente solo estaba el momento de su último segundo de vida, la última vez que me vio, la última vez que le acaricié ¿Y todo por mi culpa? ¿Qué había hecho yo para que quisieran matarme? ¿Qué culpa tenía Theron de morir?
El dolor era tal que cada vez me sentía más extraña, como si de repente fuera a explotar y tras la explosión todo a mi alrededor desapareciera conmigo, mi corazón empezó a latir todavía más deprisa, yo aceleré mi respiración, me dolía le pecho, cómo si me lo estuvieran perforando y me atravesaran el corazón, lo último que recuerdo es que grité, lo más fuerte que pude, todo lo que mi garganta me dejó, solté en un chillido todo lo que había estado callando, todo lo que me hacía daño, dejé salir fuera la rabia, la ira, la tristeza, la impotencia, la melancolía, la frustración, el odio y el rencor y finalmente me desvanecí.
No sé cuánto tiempo estuve allí pero cuando me desperté todo estaba igual, absolutamente todo, yo seguía tumbada en el suelo aun con la cara húmeda de las lágrimas, me sentía tan pesada que apenas podía abrir los ojos y mucho menos levantarme del suelo cubierto de hojas secas.
Escuché que alguien venía, pensé que sería Ametz, seguro que estaba preocupado y arrepentido y me había seguido para disculparse, sabía que mi hermano no podía estar enfadado conmigo, no podía ser tan rudo y hablarme en ese tono, estaba segura que se sentía fatal consigo mismo, noté cómo me incorporaban, sentí unos brazos cálidos y fuertes que me rodeaban, y oí una voz dulce y delicada que me llamaba, reconocía ese cuerpo, era como estar en casa, era como estar rodeada de un agradable calor que me envolvía en una apacible seguridad. Abrí los ojos con gran esfuerzo, no me lo podía creer, no podía imaginarme lo que mis ojos veían, no podía ser normal, eso no estaba ocurriendo, pero realmente Theron estaba allí, me estaba sujetando con sus brazos, me estaba mirando, y me dedicaba una sonrisa, yo por lo contrario, no podía más que echarme a llorar y agarrarme fuerte a él, esto sólo podía significar una cosa, me había muerto y eso me había devuelto de nuevo a él.
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Y aquí tenéis el capitulo 16 :D
Espero que os haya sorprendido y resultado emocionante!! *_*
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Muchas gracias por seguir leyendo!! Me dais la vida <3
Os Hamo, sí, con H xD
Que tengáis un día super CHACHI ;)
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Mundos paralelos
Fantasy"Siempre parecía distante... como si todo lo que pasara a su alrededor, no fuera con ella, era distinta, ella era... especial." Ésto es lo que pensó Zeth cuando vio a Zoe por primera vez, pero ¿la volverá a ver? y¿qué secretos tan profundos esconde...