Si bien era cierto, la opción que la familia Quinegos me ofrecía era la más cómoda y sencilla, pero qué pintaba yo en esa familia si no me iban a resolver ninguno de los problemas y preguntas sin respuestas que me hacía constantemente, para ellos solo sería un pobre niño perdido que no puede volver a casa y que extrañamente tiene la misma cara que un antiguo novio de Zoe que había muerto trágicamente.
La cuestión era que yo quería regresar a mi casa, y antes que eso, quería saber por qué yo parecía una pieza clave en aquel mundo, quién fui en mi vida anterior, y si en toda esa historia de las dos familias enfrentadas, yo era el bueno o el malo.
Realmente tendría que darme igual todo lo que fui allí, ya que mi prioridad era volver a mi vida normal, pero algo en mí me decía, me pedía, no, me exigía que tenía que quedarme y descubrir todo lo que allí estaba pasando, que esta era una oportunidad para conocerme mejor a mí mismo, que esto era una oportunidad que la vida me había dado y debía aprovecharla.
Miré a Dionne, ella me sonrió, era una de esas sonrisas de madre, una de esas que te dicen que todo irá bien, que no debes preocuparte de nada, que a su lado estarás a salvo, y por un instante pensé en quedarme a su lado, pero borré esa opción de mi mente y miré a su marido y su hijo, ambos serios, y lanzándole miradas frías de vez en cuando a Usmev.
-Muchas gracias a todos por haber cuidado de mi este tiempo, por haberme dado un hogar y acogerme tan amablemente, pero ahora mismo no es eso lo que necesito, lo que me hace falta ahora es descubrir mi pasado y regresar de nuevo a mi mundo, no puedo estar aquí sin saber por qué, ni cómo y mucho menos sin saber si algún día volveré a mi hogar de verdad, necesito respuestas y hallar el modo de regresar, y dudo de que Zoe pueda devolverme al sitio al cual pertenezco y dudo también de que en vuestra casa pueda descubrir todo mi pasado, de todas formas gracias por todo lo que habéis hecho por mí.
-Pero Zeth no sabes quién es ese hombre, él...
-Déjalo mamá- Le interrumpió Athan- Al fin y al cabo Zeth no deja de ser como los demás, sigue siendo un Aima, no podemos confiar en él, será mejor que se aleje de nosotros, de esta forma Zoe se recuperará más rápido también.
Se creó un silencio incomodo, yo miraba al suelo, avergonzado por el desprecio que Athan ofrecía hacia mi persona, aunque yo no recordara nada sobre mi vida anterior como un Aima, de alguna forma, sentía que les había hecho daño y que ahora yo ni siquiera sabía por qué tenía que pedirles perdón.
Dionne se acercó a mí y acarició mi mejilla, su mano era suave y cálida y transmitía una cierta sensación de paz y armonía que invadía todo mi cuerpo.
-Zeth, no importa lo que fuiste o hiciste en el pasado, lo importante es quien eres tú ahora y lo mucho que te esfuerces en construir a la persona que quieres llegar a ser.- Dionne me sonreía cariñosamente pero su mirada era triste, ella no quería que me fuera y yo los estaba abandonando después de todo- No te preocupes, siempre podrás regresar a casa con nosotros, quizás ahora no nos consideres tu familia ni tu hogar, pero no dudes en acudir a nosotros siempre que quieras, prometo cuidar de ti.
Entonces me abrazó, rodeó mi cuerpo con sus brazos y me apretó fuerte contra ella, le iba a echar mucho de menos, Dionne era lo más parecido a una familia y a un hogar en este mundo extraño, caótico y sin sentido. Cuando se separó de mí se dirigió a Usmev, ambos se quedaron mirando detenidamente durante unos breves segundos y finalmente Dionne empezó a hablar.
-Pese a todo sé que cuidarás de él, sigues esforzándote en crear a la persona que quieres ser, confiaré en ti por última vez y esta vez no me falles.
Usmev agarró a Dionne por la nuca y la atrajo hacia él, los dos se quedaron a apenas milímetros de distancia y después de un titubeo Usmev juntó su frente con la de ella y los dos cerraron sus ojos y guardaron silencio, como si no necesitaran verse ni hablar para entenderse o para expresar lo que sentían o pensaban, ellos tenían una conexión especial.
El carraspeo de Haize nos devolvió a todos a la realidad y tras una leve sonrisa forzada y tensa por parte de Dionne, ambos se separaron y ella volvió junto a su familia, al lugar donde pertenecía.
Sentí la mano de Usmev en mi hombro y de alguna forma me pasó algo de energía para seguir adelante con la elección que había tomado, y de esa forma levantar mi cabeza y seguir el camino sin mirar atrás.
-Vámonos chico, el camino que nos espera es duro.
Y entonces nos separamos, los Quinegos se fueron hacia una dirección y nosotros hacia otra, no sabía si alguna vez los volvería a ver, tampoco sabía si la decisión que había tomado era la correcta, pero solo esperaba saber por qué el destino me había llevado hacia allí y cómo podría regresar junto a mi madre y mis amigos.
-¿Te gustaría conocer a tu padre?- Usmev quebró mis pensamientos, y de alguna manera quebró también algo dentro de mí.
-Mi padre abandonó a mi madre antes de que yo naciera, no sé cómo se llama ni qué aspecto tiene, nunca le he conocido, ni siquiera sé si está vivo o muerto.
-Ohcréeme, está vivo, aunque muchos desean su muerte, pero por desgracia, y no teofendas, está vivo, y seguro que desea verte, aunque no sabemos qué pasará si te encuentra.
Por si no tuviera bastante, ahora resulta que mi padre estaba vivo y en ese mundo.
Durante toda mi vida había pensado que mi padre era un ser despreciable que no se merecía ni la más mínima atención por mi parte y que si estuviera muerto no sentiría nada de pena por él, pero ahora parecía que mi vida me conducía a él, podría verle y preguntarle por qué nos abandonó, por qué nunca volvió a por mamá y a por mí, también podría pegarle un puñetazo o incluso una paliza, desahogar toda mi rabia y tensión y hacerle pagar todos los años que sufrimos su ausencia.
Si alguien podía dar algo de luz y de sentido a todo esto ese era mi padre, quizás él sabría cómo regresar con mamá.
-No importa lo que me pase a mí cuando me encuentre, mejor que se preocupe él de lo que le haré si le encuentro, le voy a hacer pagar cada año de ausencia, me contará todo lo que quiera saber y luego me devolverá a mi mundo junto a mi madre.
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Mundos paralelos
Fantasía"Siempre parecía distante... como si todo lo que pasara a su alrededor, no fuera con ella, era distinta, ella era... especial." Ésto es lo que pensó Zeth cuando vio a Zoe por primera vez, pero ¿la volverá a ver? y¿qué secretos tan profundos esconde...