No debería creerle, ¿o sí?
No.
— Deja de mirarme como un culo, Marie. ¿No entiendes que te amo? T-e-a-m-o. — dijo, clavando su perfección azulada en mis ojos.
Sam mostraba cierta sensación de furia y de culpa en sus expresiones. Lo conocía bien y algo no andaba bien con él. Podría haber estado equivocada, pero sentía lo contrario.
— No te estoy mirando como un culo. Sam, no acepto esto, y aunque no es para mí nada nuevo, no lo acepto. No. ¿Qué me pasa? ¿Por qué todos intentan engañarme y verme la cara de estúpida? ¡Mira, tengo los cuernos más grandes que hayas visto!— esbocé una risa irónica, que en el fondo me dolió.
Amaba a Sam, y me era difícil tener que apartar la imagen de él junto a Tina, ambos en su cama...
— ¡No! — grité, disipando inútilmente aquellos pensamientos.
— Lo siento, amor.
— No digas que lo sientes, me hace sentir miserable. — hice una mueca.
— ¡Ay, Marie, hasta cuándo dejarás esto! — el sonido del chocante impacto de sus palmas con sus muslos, me impregnó de furia.
— ¿Pretendes que lo supere en un par de minutos?— elevé mi tono de voz. — ¿De qué vas?
— Ya, en serio. Olvídalo, no fue nada.— apretó su mandíbula.
— ¿Que no fue nada? ¿Nada, Sam? ¿¡Nada!? La mierda. Te odio. Nunca más me hables. Lárgate y no vuelvas. — señalé la puerta. — Vete ahora.
Un borde de su labio se elevó sospechosamente.
— No me iré. Me encanta verte furiosa.
Mordí mi labio, maldiciendo en mi mente.
— ¿No?
— No, nunca.
— Sí lo harás. Y lo harás ahora, Sam Smith. — demostré una postura fuerte.
A pesar de lo ruda que intentaba ser, su mirada y su sonrisa lograban desviar el tema por el cual estaba furiosa, y... Y deseando besar sus labios rosados.
— No, en serio, idiota. Lárgate.
No, tú quieres besarlo. — Gritaba mi conciencia intrépida que, cada vez que podía, atacaba.
— Quieres que te bese, ¿verdad? — ¿Leía el pensamiento, o qué?
— Sí, quiero que dejes en mis labios la asquerosa saliva de la "barbieperraplástica"— rodé los ojos.
— Te juro que no pasó nada. Creo.
Abrí la boca, tanto como pude, sorprendida al ver su ignorancia y descuido.
— No, espera, de verdad confío en mí mismo. Ella y yo... Nada de nada, ¿entiendes? Nothing.
— Ojalá fuera cierto. — me quejé.
— ¡Lo es! — gritó y luego gimió, aburrido. — Me rindo, si quieres que me vaya, me iré.
— Sí, vete. — di media vuelta, quedando de espaldas a él.
En pocos segundos sentí su respiración en mi cuello, y el relajante sonido de su voz diciendo:
— Te veré en un rato, mi vida.— Luego se separó de mí y gritó:— Nos vamos, Annie.
* * *
Me encontraba alistando los libros para entrar de nuevo en aquella rutina diaria; el instituto. Por dos días seguidos no vi el rostro de Sam. Sí. Estaba evitándolo todo el tiempo, mandando a la pobre de Ann a que le dijese que había salido un momento y que quizás demoraría. Sam, según la descripción corta de mi prima, se rascaba la nuca pensativo y quedaba allí, absorto en sus pensamientos.
Me senté a un lado de la cama, pensando en simplemente nada.
— ¿Estás lista, enana?— escuché la voz de Troy.
— Sí, ya salgo.
En poco tiempo ya nos encontrábamos en el instituto. Ver rostros conocidos me tranquilizaba, aunque sentía cierta sensación de desespero al empezar de nuevo, con normalidad. Fijé mi mirada hacia todos los lados, intentando localizar a Sam desesperadamente.
La corta bienvenida y la explicación de por qué habíamos perdido nuestras clases por una semana, dieron inicio a un día que quizás podría convertirse en algo espantoso.
* * *
En el intermedio de las primeras clases me dirigí al baño, sin el permiso del profesor más odiado de todo el instituto; Will. "Primero mi vejiga, señor" Dije y arranqué a correr, directo a la salvación.
Mientras estaba en aquel lugar, escuché voces de chicas presumiendo sus atuendos y lo mucho que se habían divertido en la semana. Esperé a que el baño quedara totalmente vacío para salir pues, tanto admiraban su vestuario que, seguramente, si hubiesen visto el mío, quizás morirían. Dos segundos más y apretujé la cerradura de la puerta. La voz de otra chica hizo que me entrara de nuevo. Me pareció absurdo lo que estaba haciendo, así que estaba dispuesta a salir, cuando la voz de Tina retumbó en el lugar.
— ¡Katie, aplícate rimel ya!
— De acuerdo.
Contuve mi risa. Esa chica Katie sí que era estúpida al dejarse manipular por Tina.
— La he pasado genial sin Chris, ¿saben?— dijo otra chica.
— Eres una tonta, Jana.— casi gritó la "barbieperraplástica"— No puedes dejárselo a la estúpida de... De... ¿Cómo se llama?
— Ámber, Tina, se llama Ámber. — contestó de inmediato la chica.
— Es una bobada luchar por él, Jana. Creo que estás haciendo lo correcto.— apuntó Katie.
— No y no, chicas. Podemos obtener lo que queremos, ¿recuerdan?
«Toda una perra» Pensé.
— Les pondré un ejemplo, pequeñas.— sentí la sonrisa en su boca.— Sam Smith. ¿Lo recuerdan? Mi ex-novio. Es tan guapo y tan ingenuo. ¿Saben quién es su nueva novia?
Imaginé las cabezas huecas de las chicas sacudiéndose, indicando que no.
¿Tina diría que ella era su nueva novia?— Pues, es una pena, pero es mi cuñada, Marie.
¿¡Cuñada!? Si tan sólo estuviera informada. Troy y Stella oficialmente estaban juntos... O eso suponía.
— Pfff... Déjalo ir, Tina. Desde que te conocimos has intentado volver con él. ¡No te quiere, por el amor de Dios!— dijo Katie.
Y aplausos para esa chica que, en el diario del día siguiente quizás saldría, con letras grandes y en primera página;
Chica muere en el baño de un instituto por razones desconocidas.
Y esa chica sería Katie, claro.
— Mira, Katie. Tú cállate y déjame, ¿quieres? Haré lo que yo quiera y ni tú, ni esa idiota de Marie me lo van a impedir.
Su furia me causó miedo, pero de repente quería salir y romperle la boca, hasta que dijo:
— Además, me acosté con él.
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¡HELLO, MY FRIENDS!
¿Cómo están todos? De nuevo con otro cap. emocionante e intrigante. ¿Cómo les pareció?
¡VOTEN Y COMENTEN!
¡Los amo con mi corazón entero, chicos!
Dani_Smith1.
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Simplemente me gustas.
Novela JuvenilMarie Johnson Smith es una chica que últimamente cree que no es capaz de dar amor, por experiencias anteriores que no fueron del todo buenas. Conocerá a un chico llamado Sam Smith que le hará saber que de nada sirve la vida si no aprendemos a amar...