Lifes Crossed

Capítulo 3.

Creo que esta fue la ducha más rápido que me he dado en toda mi vida.

Fuí a mi armario y saqué unos Jeans rasgado, una camisa roja de cuadros y unas botas negras, como siempre, sujeté mi cabello en una cola.

Primer día de clases y llegaré tarde. La alarma no había sonado y por la desvelada de anoche me quedé dormida, Haype por igual. Nancy subió y dió sus regaños mañaneros. Por alguna extraña razón, se ofreció a llevarnos. El carro de Haype y el carro mío aún no lo han traído.

Marcos, su marido, llegará de viaje hoy, quizás por eso esté un poco de humor.

Tomé mi celular y salí como un rayo de mi habitación, en los escalones me encontré con Haype, quién también iba de prisa.

-Hola. -Me dio un abrazo.

-Estás hermosa. -Dije mirándola.

-Como tú. -Me sonrió.

-¿Estás lista? -Pregunté, ella solo se encogió de hombros.

-¿Tú lo estás?

-Sabes que siempre estoy lista.

-Entonces estoy lista. -Terminamos de bajar juntas y ya Nancy nos esperaba.

-Siempre deben tardarse. -Se quejó tomando su bolso y una lista de lo que comprará para Marcos. Ignoramos su comentario y la seguimos a la salida.

....

La universidad no queda muy lejos. Es gigantesca y hermosa, un sinnúmero de chicas y chicos caminan por todo el lugar en grupos.

Tomé un suspiro y abrí la puerta para salir. Y en vez de esperar un "feliz día" o "pasenla bien" solo escuché algo desagradable para mis oídos.

-Estas chicas son más hermosas que ustedes, de hecho seguro ni las notarán. -Dijo Nancy.

Rodé los ojos y tomé a Haype de la mano para salir. Una ráfaga de aire hizo volar la cola de mi cabello. Haype miraba todo el lugar, su cabello volaba más que el mío ya que ella lo tiene suelto. La noté bajar la mirada y tomar un suspiro.

-Todo estará bien ¿De acuerdo? -Levanté su rostro para que me mirara.

-Quisiera ser como tú. Todo lo tomas simple. -Dijo con voz decaída.

Si supiera que lo hago para que ella se sienta mejor. Necesito ser fuerte para que qué ella lo sea.

-Eres como yo. De hecho te pareces mucho a mi. -Ella sonrió y negó con con la cabeza.

-Ya me sacaste una sonrisa. -Volvió a sonreír. -Hay que entrar a ese lugar.

Haciéndole caso, empezamos a caminar dentro del gran lugar.

Las miradas estaban en nosotras pero no le tomé importancia, en cambio Haype, se incómodo un poco.

Obvio, somos gemelas, eso llama la atención. Mi cara era neutra y nada amistosa, una chica se quedó viéndome mucho y yo por igual hasta que la intimide y volteo la mirada a otro lugar. Haype soltó una risita al notarla y yo la imite.

-Ya empezaste.

-Mejor así.

-Hayle, debes ser social.

La conversación de siempre.

-Sabes que no necesito amigos. Ademas, estoy bien contigo.

Y era cierto. No quiero amigos.

-Pero no está de más hacer amigos.

-Haype, llegamos. -Dije cambiando de tema cuando nos encontrábamos frente a la dirección.