Capítulo 37.

16.1K 805 24
                                        

La noche entera la pasaba dando vueltas en la cama, no podía conciliar el sueño y eso ya me estaba cansando. Apenas faltaban unas pequeñas horas para ir a la universidad y yo solo pude dormir unas tres horas.

Cansada y resignada me levanté de la cama y caminé al baño. Hice mis necesidades y luego salí nuevamente a la habitación. Saqué la cuerda del bolsón y empecé saltandola haciendo crujir mis huesos a medida que me estiraba o hacia algún salto más.

No sé cuánto tiempo había pasado, solo sé que hace unos minutos ya había aclarado y luego de un rato escuché sonidos en la casa. Dejé la cuerda en su lugar y me dirigí a mirar la hora.

6:45am. Y yo tengo clases a las 8. Tomé la toalla y me adentré al baño.

Luego de unos 10 minutos de darme una refrescante ducha salí y fuí a mi closet. Opté por unos jeans negros rasgados, una blusa gris con la frase de "Best boxeo" en la parte delantera, puse mis botas negras y por ultimo una chaqueta del mismo color. Tomé lo necesario para el día y me dispuse a salir de la habitación a la vez que amarraba mi cabello en una cola alta sin importarme si quedó bien o no.

Saqué las llaves del bolsillo de la mochila y continúe con mi trayecto para salir de casa.

Una vez ya en la planta baja pude escuchar risas y voces. Llevé mi vista al gran comedor en medio donde pude ver a Marcos, Nancy y Haype hablando animadamente de ropas para el bebé mientras desayunan.

Caminé más despacio para no hacer ruido y que se percaten de mi presencia. Luego saludaré a Haype en la universidad

Abrí la puerta despacio, pero esta hizo un irritante sonido que todos escucharon.

-¡Hayle! -Mi otra yo se levantó de un salto y corrió hasta donde mi para luego enrollarme en sus brazos. -¿Estas bien? -Susurró por lo bajo.

-Si, lo estoy. -Haype se separó de mi para poder estudiar mi rostro en busca de algo diferente. Y por su rostro lo consiguió.

-No dormiste bien. -A veces me molesta que me conozca tanto.

-No es nada. -Le sonreí para tranquilizarla. -Debo irme.

-¿No desayunaras?

-No tengo hambre.

-Debes desayunar. -Se cruzó de brazos en forma de reproche.

-Ya es tarde, Haype. -Soltó un bufido y volvió a abrazar mi cuerpo.

-Conduce con cuidado. Nathan a enviado tu auto hace media hora.

Había olvidado ese detalle.

-Te veo al rato. -Beso su mejilla y termino de salir.

....

Las clases fueron pasando y con ellas las horas hasta que llegó la hora de salida, por alguna razón que no me interesa el maestro de física no asistió y por tal razón ya puedo irme a casa.

Iba caminando a la salida cuando el sonido de mi celular me hizo detener el paso para poder sacarlo y luego continuar con mi trayecto.

En la pantalla podía leer el nombre de Carina. Había olvidado que quería hablar sobre no sé que. Contesté la llamada e iba a hablarle de lo más contenta cuando su voz me detuvo.

-Te veo en el estacionamiento. -Dijo y con eso colgó la llamada.

¿Qué le pasa? Desde ayer está actuando extraña. Primero: ayer me llama nerviosa e inquieta diciéndome que quería hablar sobre algo, luego, hoy me llama claramente enojada y me cita en un lugar de manera cortante y me corta la llamada sin siquiera dejarme hablar.

Fuí hacia donde me dijo y de todas formas hacia allá iba.

La pude ver recostada a mi auto con los brazos cruzados y moviendo un pies inquieta.

-Carina...

-¿¡Qué mierda pasa por tu cabeza!? -Gritó frenandome en la palabra. Miré a los lados para asegurar de que no hay muchas personas que la hayan escuchado. Luego la miré a ella quién claramente está a punto de estallar del coraje.

-¿Qué te pasa? -Pregunté calmada y sin alterarme.

-¿¡Qué me pasa!? ¿¡Qué me pasa!? -Repitió con ironía. -¿¡Acaso no confías en mi!? -Tuve que tapar unos segundos mis oídos para que su grito chillón no me sacará sangre de ellos.

-Carina ¿puedes bajar la voz y explicarme mejor que es lo que pasa y de que hablas?

-¿Cuándo dejarás de estar atascada bajo esa capa que no te deja confiar en los demás? ¿Cuándo es que podré ganarme tu confianza? ¡Joder! -Cada vez estoy entendiendo menos. Confío en ella y creo que se lo he demostrado, ¿De qué estará hablando?

-¿Me das un autógrafo? -Una chica de unos 16 se acercó con un papel rosa y un bolígrafo a nuestro lado.

-¡Por una jodida puta vez largate antes de que te rompa la cara! -Le gritó Carina a la chica que prácticamente salió corriendo. Mi cara era de pura sorpresa. ¿A soltado una grosería?

-No tenias porque hablarle de esa manera a la chica. -Dije tranquila.

-¡No te pregunte eso! -Volvió a gritar Magdalena la llorona. Ese pensamiento me hizo reír para mis adentros.

-¿De qué hablas Carina? Confío en ti, y lo sabes.

-No es cierto, Hayle. -Movió las manos al aire en señal de fustracion. -Si dices confiar en mi ¿por qué nunca me hablaste de que una tal persona L te quiere matar? -Para este entonces yo ya la tenia con una mano tapando su boca y la otra llevándola dentro del auto. Cualquiera que nos viera pensará que la estoy secuestrando. Rodeé el coche luego de cerrar la puerta del copiloto y luego subí al auto.

-¿Cómo sabes sobre eso, Carina? -Ya no estoy tranquila mucho menos despreocupada.

-Te pregunté primero. -Se cruzó de brazos.

-¡Carina! -Choqué mis puños al volante de una manera brusca que hizo que mi acompañante se sobresalte. No es que desconfíe de ella, más bien creo que quien sea L dio con ella.

-Recibí una carta donde tenía información sobre ti y una lista de todos nosotros, decía que te matará y que yo puedo servir para hacerte sufrir. Dijo que tu no confías en mi y que si quiero puedo unirme para dañarte. -Dijo todo con prisa. Su mirada de reproche y su cuerpo tenso fue remplazado por un rostro de preocupación y temor. -Cuando la recibí pensé que era una broma pero luego me envió un mensaje donde tú y aquella persona tenían una conversación. Hayle, dime que está pasando, por favor, si dices confiar en mi necesito que me digas la verdad. -Pidió en una súplica.

Todo esto me hizo dar dolor de cabeza, de que me envíe cartas y mensajes a mi es una cosa pero ¿llegar a hacerlo con otra persona? Ya es demasiado.

No sabia si decirle la verdad o no. No quiero asustarla y que piense que está en peligro junto a mi. No quiero que sepa nada de esto, es como si estuviera involucrada con el asunto de persona L y yo.

-Te diré la verdad, pero no digas nada hasta que haya terminado ¿vale? -Se tardó unos segundos en procesar todo para luego asentir frenéticamente.

Solo espero que las cosas no se alteren, o mejor dicho, que Carina no termine dándole un ataque.










Lifes CrossedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora