Capítulo 10.

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No puedo creer que otra vez haya discutido con Haype. Esta vez se a pasado, desde que nuestros padres murieron no hemos hecho más que discutir. Estas no somos nosotras.

Llevo una velocidad muy rápido, solo ruego que no haya policías en estos lugares. Agradezco que la calle esté desierta, así puedo ir como quiera.

Me sentía mareada y agotada. Mis ojos pesaban y luchaba por que no se cierren. No quería tener un accidente pero tampoco quiero ir a casa solo a escuchar los insultos de Nancy. No ahora.

Tenía una media hora corriendo sin rumbo alguno. Mi herida seguía doliendo y creo que esa es la razón por lo que me siento mareada y agotada, quizás he perdido mucha sangre.

Miré por el retrovisor y vi un auto conocido detrás de mi. Al frente pude ver una playa solitaria. Avancé hasta quedar en la arena.

¿Qué hace él aquí?

Apagué el auto y abrí la puerta para salir. Al ponerme de pies el mareo aumentó y todo empezaba a darme vueltas. Caminé adorolida hasta quedar cerca del agua, me senté en en la arena y quedé mirando al horizonte. El sol se estaba ocultando y ya estaba casi oscuro.

Escuché el auto de él detenerse. No mire atrás, no hice nada, solo me quedé en la misma posición.

Al cabo de unos minutos lo sentí sentarse a mi lado.

Ninguno dijo nada, los minutos iban pasando y ambos no se inmutaba a hablar. Los dos esperábamos que hablara y ninguno tenía el valor suficiente para hacerlo. Hasta que el silencio me canso.

-¿Qué haces aquí? -Pregunté sin mirarle.

Él no respondió, tampoco me miró. Me puse de pies con la intención de irme, sacándome así un gemido de dolor. Llevé mis manos al estómago, me doblé un poco y bajé la mirada. Mis ojos estaban pesando cada vez más y ahora todo era vueltas. Vi a Natanael ponerse de pies y agarrarme de la cintura para que no cayera.

-Suéltame. -Dije con la voz débil.

-Ni herida dejas de ser grosera. -Levantó mi blusa y pude ver como su rostro cambio a... ¿preocupación? -Debes ir a un doctor.

-No debo ir a ningún lugar. -Traté de apartarlo pero fue lo peor que hice al sentir como iba directo al suelo, antes de caer me agarré de su cuello y él me tomó de la cintura sin lastimarme.

-¿Segura? -Preguntó cerca, muy cerca de mi. -Te llevaré a un hospital. Has perdido mucha sangre.

-No quiero ir. -Dije como un bebé. Mis ojos se habían cerrado, era como si tuviera un milenio sin dormir. Sentí a Natanael cargarme en sus brazos y empezar a caminar a no sé dónde. -Natanael. -Dije sin poder abrir los ojos.

-Shh. Estarás bien. -Lo escuché decir sin esa voz de grosero.

Escuché una puerta abrirse y luego no supe nada más.

Nathan POV:

La dejé sentada en el asiento trasero para que pueda descansar bien.

Tiene una herida abierta y su rostro está pálido. Nunca pensé decir esto pero... se ve tan débil e inofensiva. No parece la Hayle ruda de siempre. Sus párpados se habían cerrados y ahora veo que se quedó dormida.

Quité un mechón de su cabello que se había soltado mientras golpeaba a la chica. Es la primera vez que la veo con el cabello suelto.

Acaricié su mejilla y luego su labio inferior que tiene una pequeña herida.

Se ve tan tierna, frágil y... hermosa. No entiendo que es lo que me está haciendo, por más vuelta que le doy al asunto no logro comprenderlo.

-¿Qué me estas haciendo Hayle? -Dije sin apartar mi mano de su labio.

Lifes CrossedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora