Lifes Crossed

Capítulo 56.

Estaba hecha un ovillo en una esquina de la cama. Ya podía mover mi cuerpo con normalidad.

Sentía mi interior doler al igual que mi entrepierna. Durante las siguiente horas solo pude llorar y lamentar mi miserable vida.

Miraba un punto fijo, así llevo unas cinco horas. No sé si pestañeaba, no sé nada más. Mi vista estaba enfocada en la pared sucia del frente sin hacer ningún otro movimiento.

Las sábanas manchadas de sangre estaba en el suelo y la cama era todo un desastre. Sentía mi cuerpo sin fuerzas y no intento tenerlas.

Escuchaba sonidos fuera pero no me movía, era como si me hubiese quedado paralizada. No podía emitir ningún movimiento y no era por aquella droga. Estaba en un estado de schok. He intentado hacer algo pero mi mente y mi cuerpo en estos momentos no están conectados, pienso algo pero mi cuerpo rechaza todo al instante. Sentía algo presionar mi pecho pero ninguna lágrima salía, sabía que si soltaba todo esto sería más fácil pero no podía. Me sentía muerta y a la vez viva, me sentía en otro mundo.

Solo podía pensar una sola cosa:

He sido violada.

He sido marcada de la peor manera que pueden marcar a una mujer. Hubiese preferido mil veces morir a causa de los latigazos o las drogas, a que vivir siendo consciente de que soy ahora, siendo consciente de que he sido tratada como una basura, una de las peores basuras.

Quisiera levantarme de esta cama y buscar algo con que hacerme el favor de acabar con mi vida, pero estoy en esta maldita posición de no poder hacer nada.

Si papá y mamá no hubieran muerto esto no me hubiese pasado, o quizás no me hubiese convertido en esto. Si mis padres estuviesen con vida yo seguiría siendo la boxeadora y chica diferente de siempre. No una maldita secuestrada, acosada, violada y asesina que soy ahora.

Las horas iban pasando y yo permanecía igual. Estoy segura que si me viese pareciera una loca amarrada sin tomar sus pastillas. Pero ahora mismo no me importa nada. Dije que lucharía pero ¿cómo luchar en una situación como esta? Haype no está en el país con el motivo de hacer una vida mejor y olvidarse de todo esto. Y si lo logra yo estaré en paz. Natanael, nadie sabe donde está, solo espero que se encuentre bien y también como Haype, vuelva y haga su vida, olvidándose de todo lo que sucedió... Olvidándose de la que una vez fue nuestra historia.

Carina, Zet, Max, Camil, Nancy, Marcos y su bebé. A ellos les deseo todo lo bueno de la vida. Carina es una gran amiga, a pesar de que una vez haya desconfiado de ella en mis peores momentos, pero sé que es alguien especial en la vida, una gran persona y amiga. Max es alguien como mi hermano, estuvo siempre conmigo, así sea malos o buenos momentos él nunca me dejó sola. Zet es un chico agradable, eso sin contar lo feliz que hizo a Haype, la forma en la que la trató y cuidó. Es un gran chico y ahora es donde entiendo que siempre estuve equivocada con él, le odiaba si, pero era por el simple hecho de que pensé y quería jugar con los sentimientos de Haype. Nancy junto a su familia merecen lo mejor que la vida les pueda dar. Deseo que esa niña cresca con sus padres y que ellos nunca le falten.

Sentía mi cuerpo acalambrado a causa de todas las horas que llevo igual. Le envié un mensaje a mi cerebro de cambiar de posición pero no me moví. La impotencia estaba ganando. Hubiese sentido miedo a quedarme así para siempre pero lo que menos me importa es quedar inmóvil, si es una forma de morir me hace sentir mejor.

Cerré los ojos ya cansados y olvidándome de todo un segundo, me levanté de la cama. El dolor aumentó pero no le tomé tanta importancia. Miré mis piernas con sangre y de pronto todo me atormento nuevamente.

Fuiste violada, Hayle.

Me decía una voz en mi cabeza.

Levin ganó.