Sentí algo rodear mi cintura y un aroma que para nada es el mio. Traté de moverme pero unos brazos me rodeaban firme. Iba a volver a dormir pero luego recordé todo y abrí los ojos de golpe dejando a mi vista un sexi chico cerca de mi rostro, su cabello desordenado pegado a su frente y sus comisuras un poco abiertas. Se supone que todos en las mañanas deben parecer zombies o trol, pero no, él no parece nada de eso, solo un chico tremendamente sexi.
Dios ¿por qué debe ser tan lindo?
Concéntrate Hayle, recuerda lo último de tu lista. No amor.
Empecé a moverme para quitar su brazo, pero él solo se movió y me atrajo más a él.
-Quédate. -Susurró con voz adormilada.
Ahora también habla dormido.
Me quedé unos largos minutos observándolo, es algo así como un Dios griego de las películas raras. Así como está no parece el mismo Natanael imbécil, egocéntrico y temeroso de siempre.
Con la mano que intentaba safarme de su agarre, acaricié su mejilla. Tiene una pequeña marca morada cerca de su ojo derecho, y en su apetecibles labios una pequeña cortada.
Aparté mi mano rápido cuando me di cuenta de lo que acababa de pensar.
Esto no puede ser cierto. Yo no puedo estar...
No, eso no puede ser.
Asustada de todo aparté la mano que rodeaba mi cintura, lo vi moverse un poco y luego volvió a dormir. Me levanté de la cama sintiendo un pequeño dolor en la herida. Ya no era tan fuerte, solo una pequeña molestia. Busqué con la mirada mis botas por todo la habitación hasta verla a una esquina cerca de la cama. La tomé con un poco de dificultad al bajarme, me las coloqué y luego tomé mis llaves y celular de la mesita de noche.
7:09. Esa hora marcaba el reloj.
Mi cabello estaba suelto, algo que me molestaba, busqué alguna gomita pero no la encontré.
Ya cuando tenía todo listo salí de la habitación dejando a un sexi chico dormido.
Debo dejar de decir esa palabra.
Bajé los escalones de madera dejando abrir mi boca en una gran "O"
Todo es hermoso, de hecho es aún más grande que la de Zet. Todo es lujoso y caro. La sala super grande y bien decorada, la cocina casi del tamaño de una casa bien organizada, el living es gigante, hay dos pares de sofá blancos y una mesa pequeña en medio, en una de las pared hay más de 30 fotos fue inevitable no pararme a observar. Casi en todas estaban todos los que supongo que son familia de Natanael. En una hay una chica más o menos de mi edad, a decir verdad muy bonita, tiene un cierto parecido a Natanael, junto a ella está un hombre, parece ser de la edad de mi... padre, al lado de él está la directora y madre de Natanael y por ultimo esta él sonriendo.
Todos son hermosos, ahora que los miro bien veo que la directora y Natanael son parecidos, mismo ojos negros, mismo cabello, mismo perfil.
Dejé de observar las fotografías cuando escuché un ruido prominente de arriba. Como toda una cobarde a lo que piensa, salí corriendo de allí.
Fuí donde mi auto que estaba estacionado en el gran garaje. Encendí el auto y salí de aquella mansión.
....
Unos 20 minutos dando vuelta para encontrar mi casa, llegué.
Dejé el coche en su lugar y bajé agarrando la parte de mi herida.
No duele, solo debo pensar en eso y no sentiré nada.
Vale, es mentira duele como la mierda.
Fuí hasta la puerta e iba a insertar la llave pero la puerta estaba abierta. Giré el picaporte y entré a la casa.
En la sala no había nadie. Supongo que Nancy y Marcos ya están en el trabajo, quizás ni se inmutaron de que no estaba.
A mitad de los escalones me encontré Con Haype bajando con la cara preocupada. Me miró de arriba abajo como si quisiera decir algo pero no lo hace. Luego de un largo rato ambas mirándonos la vi pararse recta y quitar la cara de preocupación.
Supongo que me vio bien ¿no?
-¿Ya te desfloro? -Pregunté con ironía en mi voz.
-Al parecer la pasaste bien ¿no? -Dijo como mismo lo había dicho yo.
¿Desde cuando estos son nuestros saludos?
-¿Qué? ¿Ya te tiró a la basura?
-No como me has tirado tú. -Y nuevamente salgo herida ante sus palabras.
Ignoré su comentario y seguí caminando a mi habitación.
No pienso volver a discutir con Haype, y si para eso debo no estar junto a ella entonces lo haré. Menos tiempo en casa es lo que debo hacer.
Entré a mi habitación y lancé el celular en la cama. Fuí al closet y busque algo cómodo para no lastimar la herida.
Tomé unos pantalones de tela suave y una blusa holgada negra. Dejé todo en la cama y fuí a darme una ducha.
Ya refrescada salí de la ducha, me vestí con lo que había elegido y empecé a bajar los escalones nuevamente. Tenia pensado ir hacia N-M. Boxeo, así pongo en práctica no pelear con Haype.
Mi estomago rugió haciéndome recordar que no he comido nada desde ayer a las dos.
Terminé de bajar y noté a Haype sentada en el sofá comiendo frutas.
O no me notó.
O me ignoró.Creo más en la segunda.
Fuí a la cocina a servirme algo de comer.
Hace unas horas quité la venda de mi estomago. La herida ya estaba cerrada con varios puntos pero aún era muy reciente por lo que aún duele y está delicada.
¿Ahora como haré para entrenar? No pienso estar sin hacer nada.
Saqué cereal de chocolate, luego busqué en el refrigerador la leche y preparé mi cereal.
Mientras iba comiendo revisé mi celular, tenia 10 llamadas perdidas.
Fredk, Margot, número desconocido, Camil, número desconocido, Fredk, y los demás de numero desconocido.
Decidí no devolver ninguna y continuar con mi cereal.

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Lifes Crossed
ActionA veces pensamos que la vida es injusta... ¿Y quién soy yo para decir que no? La vida cambia en un abrir y cerrar de ojos, como el viento al abrir una puerta, o la lluvia caer... Y quién sabe, quizás como una bala ser disparada. Y mi vida cambió tan...