Lifes Crossed

Capítulo 17.

Pasa que quieres devolver el tiempo y ser la tú de antes. Sentir el aire frío chocar tu rostro, y que en las mañanas los rayos de sol te despierten. Salir a correr y sentir ese amor a lo que haces, escuchar los regaños de tus padres cuando haces las cosas mal. Reír con las personas a los que quieres y salir a disfrutar de la vida.

Pero todo eso color rosa y lleno de flores se vuelve oscuro y en cuatros paredes, en pesadillas que atormentan tus sueños y no te dejan en paz. Sientes que tu mundo se derrumba y que tu vida no vale nada, sientes que has perdido todo y que no vale la pena luchar, sientes que defraudas a todos a tus alrededor y dejas heridas que no se curarán.

Dos meses de 30 años. Dos meses en el que sientes que ya no eres tú.

A veces me pongo a pensar y no logro entender por qué todo lo malo me sucede a mi.

Dos meses en el que ya me di por vencida. No puedo pensar las cosas con claridad y mi mundo ya no depende de mi, si no de cuatros paredes.

Dos meses en el que solo he recibido dos visitas, duele decirlo, pero ¿cómo es posible que de las personas que te rodean, una de las que conoces de hace poco, sea quien más se preocupa por ti?

Solo Fabio a venido a verme, solo Fabio creé en mi.

Ni Haype, ni Nancy... ni Natanael.

Mi hermana, mi gemela, mi otra yo, la persona por quién seguía luchando, por quién sonreía y la hacia sonreír a ella. Esa persona en la que siempre creí y defendí. Esa persona que ahora mismo para ella soy una desconocida. Aunque me crea una asesina, aunque me crea una delincuente y la peor persona, ella, la chica que daba color a mis mañanas, a ella la extraño más de lo que extraño a mis padres, porque ella está viva y ellos no.

Nancy siempre me ha demostrado cual es su sentimiento hacia mi, siempre me a dicho cuánto me odia, pero con Haype es diferente, ella es mi hermana

En la última visita de Fabio me enteré que Natanael salió libre ya que no encontraron pruebas de que él fué partícipe del asesinato, en cambio a mi... me hundieron más. Al saber esa noticia me alegré, no entiendo por qué, pero Natanael se metió en mi vida y por más que quiera no lo puedo sacar.

—¿Qué te parece este? —Salí de mis pensamientos al escuchar la voz de Carina.

—Muy colorido. —Me senté en la cama. La vi hacer una mueca y miro el dibujo.

Carina se a convertido en una persona muy especial, y aunque me cueste admitirlo, se a convertido en una amiga.

Tiene un cuaderno lleno de dibujos, a decir verdad, tiene un gran talento. Antes de caer en prisión quería estudiar diseño, pero hace un año le jugaron una mala pasada.

—Es broma, está hermoso. —Dije sonriendo. Su rostro cambió a felicidad y luego volvió a preocupación. —¿Pasa algo?

—Hoy tampoco has comido, estás perdiendo mucho peso, ya van dos veces que terminas en enfermería. No puedes seguir así, Hayle.

—Estoy bien, Carina. —Dije apartando la vista de ella.

—No me subestimes. Te conozco hace dos meses y puedo saber cuando estás mintiendo. —Un suspiro entrecortado salió de sus labios. —Me preocupas, Hayle.

Abrí la boca para hablar pero la guardia de seguridad me interrumpió.

—Tienes visita. —Abrió la puerta y colocó las esposas en mis manos.

Me despedí de Carina y me dejé llevar. Pasamos celdas por celdas donde muchas me quieren matar y otras que le he salvado el culo me miran con una sonrisa.