Capítulo 47.

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Nathan POV:

Abrí los ojos de golpe a causa de una pesadilla más. Sabía que esto iba hacer doloroso y debía ser fuerte para enfrentarlo, pero nunca pensé que sentiría este gran vacío tras la muerte de mi padre. Decir que lo hecho de menos estaría de más y pensar que apenas a pasado un día me da una idea de como será el resto.

Muevo mi brazo tratando de sentirla, pero eso no pasa. Giro mitad de mi cuerpo y es donde me doy cuenta que no está. Inmediatamente me tenso.

¿Dónde estará?

Descarto todo los malos pensamientos y malos presentimientos al escuchar ruidos en la planta baja. Aparto la manta de mi cuerpo y me levanto. Miro hacia su ordenador y me doy cuanta que está la fotografía de Haype en el. Hayle debió haber estado aquí hace no mucho tiempo, entiendo lo difícil que es esto para ella. Haype es su debilidad. La vez que la confundí con ella me lo dio a demostrar.

Decido tomar una toalla e ir al baño. Tras darme una ducha vuelvo a la habitación y me coloco la ropa que Max había dejado antes de irse a dormir.

No me molesto en secar mi cabello y salgo de la habitación. Al ir bajando las escaleras diviso a Max sentado en una mesa armando una pistola.

La imágen de Hayle disparar en el cementerio llegó a mi mente.

Sabes que las cosas no han acabado. Aun hay cosas que debes saber. No soy la misma, he hecho cosas de las que quizás no te sientas orgulloso. He cambiado, Natanael.

Recordé sus palabras y con la sinceridad que lo decía. ¿Qué tanto? Esa pregunta rondó mi cabeza ¿De qué me he perdido? ¿de qué manera dijo que cambió?

—Buenos días, tortolito. —La voz juguetona de Max me sacó de mi ensimismamiento. Sonrío terminando de caminar hasta que me senté sobre una silla frente a la mesa.

—¿Y Hayle? —Max detiene sus movimiento y me mira curioso.

—¿No estaba contigo? —Mis músculos se tensan y mi sonrisa se borra.

—No estaba cuando desperté.

—Si hubiese salido a correr me hubiese enterado por las cámaras. —Murmura dejando el arma en la mesa.

—¿Cámaras? —Inquiero.

—Tengo cámaras en toda la casa, me vi en la obligación de hacerlo para poder tenerla más vigilada y que no se haga más daño. Ella nunca se enteró. —Se paró de la mesa y yo por igual. —Revisemos la casa antes de imaginar lo peor.

Y como lo dijo, revisamos cada lugar de la casa sin tener la suerte de verla. Cuando no vimos su auto fuera las sospechas se hicieron más claras. Me negaba a aceptarlo, por más pruebas que hayan no quiero crearlo, no otra vez.

—¡Nathan! —La voz de Max me hizo subir corriendo las escaleras. —Estoy aquí. —Su voz provenía de la habitación de Hayle, fuí lo más rápido hasta allí y entré. Max estaba parado frente al ordenador donde está la computadora prendida y la foto de Haype en ella, así estaba cuando desperté.

—¿Supiste algo? —La preocupación en mi voz es notaria.

—Se a ido. —A pesar de que tenía una idea esas palabras fueron como un balde de agua fría.

—¿Cómo lo sabes?

—La conozco como la palma de mi mano. No estaría tranquila hasta encontrar a Haype, daría lo que fuera por verla a salvo. Lo demostró en irse por salvar la vida de todos ustedes. Sabía que no se quedaría tranquila en espera, debí imaginarme que buscaría cualquier señal y saldría detrás.

—¿Dónde está entonces? —Mi desesperación es cada vez mayor.

—No lo sé. Estoy seguro que debió darse cuenta de algo.

—¿Por qué entonces no nos avisó?

—Hayle sabía que se pondría en peligro, sabe que con una decisión su vida estaría en un hilo. No querrá exponernos al peligro, nunca había conocido una persona que se arriesgue por la vida de otro tanto como ella. Desde un principio me advirtió que podía ayudarlas en cuanto a las pistas, pero una vez sepa de Levin, no estaría involucrado. Teme que algo me pasara, desde la muerte de sus padres el pensamiento de que fue su culpa no sale de su cabeza. Desde entonces teme que algo le pase a las personas que quiere... Y nosotros somos de esos. —Por alguna extraña razón el nombre de Levin me suena. En mi cabeza empiezo a darle vueltas pero en este momento no creo que pueda pensar en algo más que no sea Hayle.

—¿Por qué le tienes cámaras? —Fue inevitable no preguntar por aquello. Max soltó un suspiro a la vez que llevaba sus manos a su cien.

—Hayle no es la misma chica que conociste, Nathan. —Eso me había dicho ella. —Tuve que hacerlo, así como ella lo hizo contigo. —Mi ceño se frunció ligeramente.  —Cuando Hayle decidió alejarse, fue la decisión más difícil con la que tuvo que enfrentarse. Era la vida tuya y de Haype a cambio de su felicidad... Y lo hizo, renunció a su felicidad con tal de verlos a salvo. Estaba pasando por cosas difíciles de explicar, Levin no la dejaba en paz con las amenazas hasta que tuvo que alejarse.

«No se sentía segura con ella estar lejos sin poder saber como estaban. Así que decidió poner cámaras y micrófonos, una en el hospital donde estuviste en coma, otra en casa de su tía y hermana, y por ultimo una en casa de su amiga, Carina. Cuando estuviste en coma Nathan, no hubo un día en el que no te visitara, siempre estuvo en la sombra, sin dejarse ver y cuidando de ti. Luego de que despertaras quitó la cámara del hospital y la puso en casa de tus padres. Todos las noches los veía tras una pantalla, veía como te volvías cada vez peor, incluso llegó a verte con diferentes chicas, eso la estaba matando poco a poco. Por lo que se ingresó a las carreras ilegales y peleas clandestina. Cuando se sentía cabreada por Levin y todo lo que le hizo, golpeaba a las chicas y chicos de una manera brutal, al punto de casi acabar con sus vidas, pero cuando se sentía miserable y pensaba en que todo era su culpa, dejaba que la maltrataran igual que como lo hacía ella. Dejaba que la golpearan y si no estuviera, no sé hasta donde llegaría. Con las carreras estuvo a punto de caer de un puente, se había desmayado en plena carrera gracias a los golpes de la noches anteriores. Apartaba a todos los que atentaban con la vida de cada uno de ustedes, prefería matar antes que lo hagan contigo, Haype y los demás. Todo eso lo hizo en silencio y a sus espaldas. Llegó a seguirte en las noches que salías solo deambulando por las calles, te veía sufrir y malgastar tu vida con demás chicas. Lo que soportó y está soportando Hayle, no cualquiera lo haría. Admiro su valentía y fuerza. Con eso comprendí, que si debe dar su vida por la de las personas que quiere, lo haría sin pensarlo dos veces»

Cuando Max terminó de hablar, no pude evitar sentir todo dentro de mi estrujarse y querer salir por la boca. ¿Hayle hizo todo aquello? ¿todo este tiempo estuvo al pendiente? Quería gritar y desahogar todo esto, quería romper algo y acabar con todo lo que está pasando.

Todo este maldito tiempo la juzgué e incluso quería odiarla cuando ella hizo todo por nuestra seguridad. Prefirió abandonar todo porque seamos felices. Ahora entiendo todo, ahora entiendo la carta que le dejó a Haype y las palabras que dijo en el cementerio.

Estaba sufriendo y yo no estuve ahí para darle fuerzas. Y no ayudé en hacerla sentir menos culpable. Decidió ariesgarse tras la muerte de mi padre, se cuanto le quería, pero llegué a pensar que todo también era una falsa, que no le importaba mi padre mucho menos mi madre. Pero no, estaba protegiendonos a todos sin importarle alejarse de la persona que más quiere en la tierra.

Si tan solo supiera desde un principio, si solo me imaginara que esto pasaría, nunca me apartaría de ella. La vida de Hayle es más importante que cualquier otra cosa, y ahora mismo, el hecho de no saber que estará haciendo o siquieras donde está me hace imaginar lo peor.

—Debo encontrarla. —Me escuché decir y salir corriendo. Pero antes la mano de Max me detuvo.

—¿Y dónde irás? ¿tienes una idea de dónde podría estar? Debemos pensar con la cabeza fría si queremos encontrarla. —A pesar de que tenía razón quería salir y si era posible buscar por todo el país.

Necesitaba encontrarla, la necesitaba a mi lado ahora más que nunca.

Lifes CrossedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora