Capítulo 48.

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Acumuló todo la fuerza que pueda hasta poder romper un pedazo de la reja y hacer un hueco en el que pueda pasar sin problemas. Miro mis manos que yacían rojas de la presión y algunas venas contraídas.

Miro a mi alrededor, una gran casa de dos plantas abandonada, hombres en algunas esquinas con armas en sus manos, todos me llevan el doble de tamaño y musculatura.

Saco una de las armas detrás de mi espalda y camino a paso lentos sin hacer ruidos.

Ellos son más de 20 y tú solo una.

Esas palabras me repetía mi conciencia, pero no me importa cuantos hombres son o que tan grandes puedan llegar hacer. Haype esta ahí arriba y yo haré hasta lo imposible por sacarla.

Levanto el galón de gasolina que tomé del garaje y lo derramo todo en la entrada, una vez listo saco el encendedor de mi bolsillo y retrocedo unos pasos, veo el fuego en el encendedor y luego lo lanzo al suelo provocando y el fuego se extienda. Inmediatamente todos los que protegían la casa corren allí.

Corrí y me escondí tras una columna, tarde unos segundos hasta que todos estaban en el lugar encendido. Saqué mitad de mi cuerpo y luego corrí a la entrada. Al llegar un chico de unos 27 años con la cabeza rapada me vio y no tardó en correr hacia mi.

—¡Infiltrada! —Gritó hacia una radio. Quité el seguro del arma y le apunté.

—Baja el arma. Ahora. —Ordeno. El chico bajó el arma dudoso, caminé y la tomé en mi manos. —Habla por la radio y di que fue una falsa alarma. —El rapado sacó la radio pero no hizo nada. —¡Hazlo! —Grité apuntandole más firme en su cabeza. Su rostro palideció al momento que llevaba el micrófono a su boca.

—F-Falsa alarma. —En ese momento unos pasos se acercaban, me aproximé a tomar al idiota del cuello y apuntar en su cabeza poniéndolo de frente. Dos chicos más llegaron apuntando en mi dirección.

—Un paso más y disparo. —Amenzo firme.

Uno de los chicos sonrió con maldad para luego apuntar con firmeza.

—Él no importa. —Y dicho aquello disparó en su pecho. Su cuerpo se desplomó al suelo y un charco de sangre se aproximó en aparecer. Disparó esta vez en mi dirección pero antes de que la bala llegará a mi había corrido hacia una columna. Saqué mitad de mi cuerpo y disparé en su dirección. Escuché un quejido y luego un cuerpo caer lizo.

Los disparo hacia mi dirección no cesaron hasta que sus balas habían acabado. Aproveché que esté cargando y salí de mi escondite. Apunté en una de sus piernas y disparé.

—¡Maldita! —Se quejaba en el suelo retorciéndose de dolor. —¡Te mataré!

—No lo creo. —Le di la espalda y continúe caminando.

Corrí por el lugar ignorando los cuerpos que yacían sin vida en el suelo. Sentí un sabor metálico en mi boca y luego mi espalda recibir un golpe lanzandome al suelo con brusquedad.

Maldita sea.

Me remuevo adolorida escupiendo sangre.

—Le dije a Levin que estos maricas no eran muy seguros. —Una chica con acento inglés se paró frente a mi con un tuvo de metal.

Pongo una mano al suelo y pego el cargador de la pistola justo a su cabeza provocando y retroceda. Me levanto con rapidez apuntando a su cabeza, pero en un ágil movimiento me lanzó una patada haciéndome tirar el arma al suelo. Sonrió con suficiencia y levantó el tuvo dispuesta a pegarme. La esquivé y me lancé a ella. Golpeé su rostro una dos veces y luego apreté su cuello con mis manos. Escuché el tuvo de metal caer al suelo y su rostro perder color. Toda mi fuerza estaba sobre ella no permitiendole respirar. Se movía pero no le será fácil salir de mi. Un grito salió de mi garganta por el dolor en uno de mis brazos haciendola soltar.

Lifes CrossedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora