Capítulo 49.

11K 702 109
                                    

-Vamos. -Las puse detrás de mi y volví a caminar al gran portón de metal. Busqué con la mirada una parte de la reja cerca del portón y una vez la vi fuí hacia ella. Debo hacer lo mismo de cuando entre, romper la reja y hacer un hueco.

Tomé una parte de la reja e hice fuerza pero solo se rompió un poco por donde ni un pájaro pasaría. Lo intenté una vez más pero no dio resultados. Cada intento hacía mi hombro y cintura doler más a causa de las heridas. Cuando creí que no podría escuché pasos correr indicándome que se están acercando. Miré a Haype, su rostro lleno de temor, está asustada. Cada recuerdo con ella llegó a mi mente, cada sonrisa que me sacó, cada lágrima que sequé de su mejilla, cada berrinche que hacía cuando quería algo, sus ojos brillar cuando le mencionaban a Zet... Ese último recuerdo me hizo darme cuenta de como debe estar él, de que merecen ser felices como una vez intenté serlo yo. Merecen vivir una vida sin problemas, donde no estemos ni Levin... Ni yo. Donde las cosas malas no le rodeen. Ella como Carina merecen ser feliz.

Aparté la vista de sus ojos llorosos y me centré en la reja.

Tiré con fuerza provocando y la sangre saliera aun más de mi hombro. Ahogué un grito de dolor cuando la reja se clavó en mi mano, pero al final la abrí. La sangre no tardó en bajar y gotear el suelo. Y Haype no tardó en llorar más. Cerré los ojos con fuerza preparándome para lo siguiente: Con la otra mano hice impulso en la reja y luego desenterré la parte dentro de mi. Dolía, joder que dolía como la mierda. Rompí un pedazo de la chaqueta y la amarré en la herida. Me levanté girandome hacía las chicas

-Vamos. -Carina bajó su cuerpo y salió por el hueco, seguido de ella lo hizo Haype y tras ellas fuí yo. Tomé a Haype de la mano y Carina se aferro a mi chaqueta. Corrimos unos dos minutos hasta llegar a mi coche el cual había dejado oculto. -Deben irse. -Dije sacando las llaves del auto.

-¿Q-Qué? No... Hayle...

-Haype, Haype. Mírame. -Mi gemela negó con la cabeza dejando salir lágrimas de sus ojos. -Mírame. -Supliqué tomando su rostro y manchandolo de mi sangre. Me miró con los ojos mas rojos aún y con su labio inferir temblando. -Todo estará bien, solo haz lo que te pido...

-No puedo... -Susurró con la voz quebrada.

-Debes hacerlo, pequeña. -Pegué mi frente a la de ella dejando salir una lágrima. -Si no hago esto nada acabará. -Verla así hace que mi corazón quiera explotar. Sé que puede ser mucho lo que le pido, pero si no acabo con Levin, volverá y seguirá haciendo daño. De nada me sirve volver y dejar todo a la suerte cuando Levin aún no está tras las rejas o sin vida. Para una guerra terminar deben haber cadáveres, en este caso no me importa si es el mío, pero si muero sabiendo que acabé con Levin, me iré en paz... Y es solo porque cada una de las personas que quiero la tendrán. El límite llegó a mi en el momento en el que lastimó a Haype, y así como le prometí a ella y a mis padres que siempre cuidaré de ella, también me lo prometí a mi misma. -Debes ir a nuestra casa, a casa de nuestros padres...

-Pero esa casa... -Negué con la cabeza.

-Nunca fue vendida. -Aclaré sabiendo que se sorprendería. -¿Recuerdas a Max? -Asintió enseguida. -Él te cuidará, estará en casa. Haype, es el único lugar donde Levin no sabe que he estado, debes quedarte allí junto a Carina, Max y Natanael. -El último nombre fué difícil pronunciarlo a causa del dolor en mi pecho.

-No me iré sin ti...

-¿Amas a Zet?

-¿Qué? -Preguntó confundida.

-¿Amas a Zet? -Volví a preguntar.

-Si.

-Entonces hazlo por él, por ustedes. Haype, si lo amas debes hacer lo que te pido. Él te necesita.

Lifes CrossedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora