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Fin del punto de vista de Chantal.

Y allí iba ella, su largo cabello revolviéndose junto al viento de la playa. Su sonrisa aún no se apagaba y sus ojos brillaban más que todas las constelaciones juntas, él aún se preguntaba por qué lo había escogido después de todo. Ella parecía disfrutar mucho de su cálida compañía, sus ojos aún no se apagaban pero él sabía que era el momento de marcharse.

—Debo irme —Él murmuró, acariciando su rostro.

El cabello verde de la muchacha repentinamente cambió su color y ella no parecía ser quién era antes, Ashton se sorprendió al ver tal cambio.

—No dejes que me hagan esto, Ashy —Ella lloriqueó, el maquillaje caía por su rostro junto con sus lágrimas. —No dejes que tu memoria me mate, necesito estar viva en tu mente.

—No —Ashton gritó, empujándola lejos. —Tú no eres mi esposa, ¡Tú estás muerta, Camille! Déjame en paz, estoy con Chantal.

— ¿Quién demonios es esa básica? —Escupió con una mueca de disgusto la menor. —Te amé con todo mi corazón, Ashton. ¿Qué fue lo que recibí? Un maldito disparo que tú mismo me diste.

—No fue mi culpa —Él lloriqueó, por un momento se sintió débil. Como si esa mujer pudiera acabar con él. —Fue mi padre, ¿A caso lo has olvidado?

—Fue por tu culpa, por tú jodida culpa —Ella le reclamó, aproximándose a él de una manera un tanto peligrosa. —Mírate, llorando por una mujer. Eres lo más débil y despreciable que conocí, Ashton. ¿Qué demonios pensará Chantal si te ve llorando por alguien más que no es ella? Serás el doble de despreciable.

—Chantal no me odia —El rizado se quejó, empujándola lejos.

—Todo lo que tocas lo destruyes —Camille gruñó, acercándose nuevamente. —La destruirás como lo hiciste conmigo, con Katherine y con las que estuvieron antes. Todas tus novias acaban suicidándose o suicidadas por alguno de tus socios.

—Chantal es diferente —Ashton la interrumpió, consiguiendo que ella volcara sus ojos. —Ella es mi esposa, ¿Lo olvidas? Ha sido la única que se convirtió en mi mujer, la única a la que realmente amaré.

— ¿A eso le llamas amar? —Camille rió burlonamente. —Estás obsesionado, has perdido la cabeza por esa mujer... una mujer que no tuvo otra opción que quererte, una mujer que se convertirá en tu peor pesadilla si le enseñas a ser mala. Ella será la única capaz de acabar contigo y con toda tu mierda, sólo que aún no se ha rebelado contra ti.

—No intentes hacerme creer en esa mierda, déjame en paz maldita sea —Él gruñó. —Tú estás muerta y nada cambiará eso.

—Sólo recuerda que todo cambiará, es un jodido efecto mariposa —Ella comentó. —Cada acción tendrá una consecuencia, no lo olvides.

Chantal notó que el hombre comenzaba a moverse y una sensación de alegría le recorrió la espina, llenándola de pies a cabeza. Sus dedos estaban entrelazados con los de Ashton, había permanecido los últimos tres días junto a él por si decidía despertar y ahora que estaba mostrando signos de vida, no sabía cómo reaccionar.

— ¿Ashton? —Ella se exaltó en cuanto él abrió sus ojos. — ¿Puedes oírme, bebé?

— ¿Qué ocurrió? —Él movió su cabeza en ambos lados mientras ella llenaba su cara de besos. — ¿Por qué estoy en esta mugre?

—Te dispararon, idiota —Chantal contestó. —Todos los que venían contigo, excepto mi abuela y una chica que iba por la zona.

— ¿Qué hay sobre Gale? —Ella bajó su mirada, ocultando las pequeñas lágrimas que brotaban de sus ojos. —Lo siento por ti, Chantal.

Psychopath. »ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora