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Él me obliga a alejarnos de las personas de aquí, ambos caminamos y nos acercamos a un árbol alejado de la gente.

Él está jugando con sus manos y yo traigo puesta su chaqueta, ya que soy tan estúpida que he olvidado traer una chaqueta para abrigarme.

—Bien, soy pésimo para estas cosas... de hecho jamás lo había hecho, pero creo que contigo necesito hacerlo... porque enloqueceré y creo que es tiempo de hacer esto.

Solté un largo suspiro.

—Ya... suéltalo.

Él me sonríe y sus bonitos hoyuelos  se forman en sus mejillas.

—Bien... ¿Quieres ser mi... novia?

Su pregunta me toma por sorpresa, estoy tan desprevenida que ni me lo creo.

¿Es esto real? ¿Estoy soñando? Mi dios, alguien despiérteme, porque siento que esto es una de esas jodidas pesadillas en las que me suelo ver involucrada muchas noches de mi vida.

Luego de pellizcarme, sin que él lo note, me doy cuenta que no es un sueño, que esto es real y que esta es la realidad y dios santo. ¡¿Qué mierda diré?!

Joder, estaba esperando por esto hace muchísimas semanas y, ¡Ahora mismo está pasando y me he quedado petrificada! La respuesta... es un sí, claro que sí, sí quiero, quiero y quiero.

Pero, recuerdo las palabras de mi abuela, pero a la vez siento que debo seguir mi instinto conservador, porque si le digo que no, quizá él se frustre y crea que no quiero, pero en realidad quiero.

—Ashton... claro que quiero... —Respondo y me siento incómoda, pero él sonríe y me abraza fuertemente, acercándome jodidamente a él.

—Deberíamos regresar a casa, ¿No crees?

—Sí, lo creo.

Enreda sus dedos a los míos, mi mano se ve tan pequeña debajo de la suya.

Ambos caminamos por el césped hasta que llegamos al estacionamiento, dónde su automóvil está parado. El que tiene ahora mismo es de color azul  y es más grande a comparación de los que suele tener.

Me pregunto cómo es que puede cambiar de automóvil tan repentinamente. Ha de tener mucho dinero para poder hacerlo cada mes, y aún no hay rastros de cómo puede guardar tantos automóviles en el aparcamiento del edificio, que yo sepa, el máximo son tres automóviles y como mucho cuatro, pero a los cinco, el encargado está quejándose y echándote del edificio o pidiéndote más dinero que antes.

La ciudad se ve tan bonita ahora, son las doce de la madrugada y no tengo ganas de dormir, porque siento que estoy en un sueño.

Tampoco sé cómo es que el tiempo pasa tan rápido cuando estoy con él, cómo el tiempo se evapora literalmente cada vez que estamos juntos.

Observo como una niña pequeña a las luces alejarse de mí a medida que avanzamos a toda velocidad por la casi desolada autopista principal. Aquí hay muchos edificios, rascacielos y el gran puente y el Opera House de Sídney, que tiene luces de colores que le dan ese toque especial que hace que turistas, como yo, se enamoren de esta ciudad y no quieran marcharse de aquí.

En cuanto llegamos a nuestro edificio, espero a que Ashton aparque su automóvil y se baje de él. Ambos subimos, pero en cuanto quiero dirigirme a mi apartamento, él me jala y me dirige al suyo.

—Ashton... ¿Qué haces?

—¿Puedes quedarte sólo esta noche? Por favor. —Suplica.

Yo realmente no puedo resistirme a Ashton cuando me suplica, esto es demasiado para mí, por lo que decido quedarme con él.

Psychopath. »ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora