Psychopath. »ashton irwin

0.5

(SOLO PARA ACLARAR: POV es Point of view que en español sería 'Punto de vista'  )
||Ashton POV||:
Guardé el bolso en la parte trasera de mi coche y, subí. Metí la llave y, lo arranqué. 
Me llevó una hora más o menos para llegar a la casa de mi madre. 
Las cosas seguían igual por aquí, nada había cambiado. Quizá creció un nuevo árbol, quizá un nuevo coche por alguna casa, pero NADA, NADA nuevo...
Saludé a la señora Brown, que me había cuidado de pequeño cuando mi madre trabajaba hasta muy tarde en las noches para poder alimentarme a mis hermanos y a mí. Las cosas eran difíciles aquí, pero pudimos. 
Mi madre se encontraba en la cocina, justo como la recordaba... su cabello rubio no más debajo de sus hombros y, su gran felicidad que a pesar de que las cosas vallan mal, ella la conservaba, convenciéndote de que todo saldría bien y, no tienes que temerle a nada. Absolutamente a nada.
––Hola Be... digo Ashton. ––Saludó.
––Mamá, puedes decirme 'Bebé'.
Dije y, me encogí de hombros. 
Ella sonrió inmensamente y, me abrazó, le correspondí con una gran sonrisa.
–– ¿Cómo van las cosas para ti? ––Preguntó.
Me senté en la banca de la cocina, mientras ella me servía jugo en un vaso de vidrio. 
––Bien, trabajo en un gimnasio que está a la vuelta de mi nuevo apartamento como instructor de boxeo. ––Mentí, sabiendo que ella se lo creería. ––Nada nuevo, nada de nada. 
Ella puso los ojos en blanco y le dí un sorbo al jugo.
–– ¿Cómo se llama? 
Miré a todos lados a ver a quien se lo preguntaba y, no había nadie más allí. Solo yo.
–– ¿Cómo se llama qué? ––Pregunté con un tono estúpido.
––La chica de la que te enamoraste.
Rodeé los ojos y, reí.
––Enamorarse es una palabra muy fuerte, mamá...
Ella sonrió y, me dijo: ––Pero entonces, ¡Si hay alguien! 
Negué con la cabeza.
––No mamá, ella no está interesada en mí. Además, no es tema tuyo. 
Ella frunció el ceño y, me abofeteó. 
––Claro que si, es mi tema y, me meteré... ¿Cómo se llama? 
Bufé y, me acomodé en la banca.
––Su nombre es Chantal Williams. 
Asintió entretenidamente y, me hizo una seña para que siguiera hablándole de 'mi chica'. 
––¡¿Chantal!? ¿Esa no es la nieta de la señora Brown? —Preguntó, emocionada.

—¿Es ella? ¿Enserio? 

Es obvio que yo ya sabía eso, porque la he visto aquí anteriormente. De hecho la he visto más de mil veces, desde la ventana de mi habitación cuando estaba detenido aquí.

—Charlotte es su amiga. 

—¿Charlotte Evans? ¿Ella los presentó? —Preguntó en un grito.
Negué con la cabeza.
Lo menos que querría Charlotte sería presentarme a su mejor amiga, la mujer más ardiente de todo Australia sabiendo que me odia. O, eso creo. 
Lo que realmente pasa entre mi prima y yo es qué, jamás tuvimos una buena relación y, ella tiene una mala imagen de mí o más bien, la imagen que siempre doy con una persona que me traicionó. 
––Mamá, Charlotte no me hablaría a no ser por su padre y, yo haría lo mismo. Es una rubia hueca y estúpida, ¿Lo sabías? 
––Oh Ashton, ¡Vamos! Tú, prácticamente, te criaste con esa 'rubia hueca y estúpida'. No hables, además, también eres rubio.
––No tiene sentido, ¿Qué tiene que ver que yo sea rubio? 
––Que siempre clasificas a las personas con cabellera rubia como estúpidas y huecas. 
––No soy rubio teñido como mi prima, además, no todos los rubios son huecos y estúpidos. No tiene sentido, jamás clasifiqué a alguien por su color de cabello y color de piel. 
Ella rió. 
Sus ojos chocaron con los míos, tan cálidos y azules como los recordaba desde que era un niño pequeño. 
–– ¿Te haz zafado de los problemas que tenías con la justicia, Ashton? ––Me pregunta, su tono cambia repentinamente a uno completamente frío que me obliga a sentirme culpable por lo que pasó aquella vez. 
––Algo así, ¿Por qué siempre que vengo aquí tienes que recordarme esto madre? 
–– ¡¡¡Ashton Fletcher Irwin!!! ––Se quejó. –– ¿Crees que está bien golpear a un tipo a tal punto de casi matarlo solo por despedirme de mi empleo? ¡Es todo una jodida estupidez! Te detuvieron por tres meses, quien sabe que cosas pasaste en esa cárcel. 
––Mamá, no hice nada malo... nada de lo que me arrepienta de haber hecho. 
–– ¿Lo ves? Por eso, te lo dije Ashton... quien sabe que cosas habrás hecho en ese tiempo... drogas, alcohol, prostitutas, armas... quien sabe que otras cosas no mencioné.
––No he hecho nada malo jamás, me he hecho exámenes de drogadicción y, salieron impecables. No puedo portar armas por el simple hecho de casi matar a un tipo por despedirte y, además... se aprovechó de ti mamá, el tipo se aprovechó de ti. ¿Alcohol? Como todo adolescente, bebo... pero de una forma moderada. ¿Prostitutas? No las necesito, las chicas me llaman a mí. 
––Ashton, no haz cambiado. 
Nos sonreímos mutuamente.
–– ¿Dónde está el enano? 
––Harry está en la escuela, Lauren está en casa de su amiga y, yo me tengo que ir... ––Miró su reloj y, se quedó boquiabierta. ––Ahora mismo, mi horario de almuerzo terminó hace diez segundos y medio. Adiós cariño, las cosas en la casa siguen como antes, solo que dejé la llave suplente debajo de la alfombra de la puerta de la cocina. 
Asentí. Ella besó mi frente y, se marchó. 
***
Dí una rápida mirada a la casa donde me crié, mierda, las cosas no habían cambiado en esta parte de la ciudad. Solo había recibido una rápida mano de pintura de color blanco esperanza. 
Esperen, ¿Es blanco esperanza? O, ¿Verde esperanza? No lo sé, solo sé que ese blanco me daba ganas de vomitar, demasiada felicidad en un color tan lúcido y claro... un color tan, tan blanco. 
La señora Brown estaba regando sus plantas, con una gran sonrisa mientras que su esposo estaba siendo comido por los gusanos en el cementerio local. Recuerdo el día de su funeral, la mujer estaba completamente seria y, cuando lo enterraron... intentó saltar al pozo. Suerte que la atrapé, de no ser por eso, estaría muerta y siendo comida por los gusanos junto a su 'amor eterno'.
No entendía, ¿Qué sentido tiene amar tanto a alguien que murió? Nunca lo entenderé, jamás... la vieja aún lo ama y, siempre que puede me compara con él. 
Jamás, de los jamases, amaré a alguien tanto a tal punto de llegar a suicidarme por el. Nunca, jamás. 
––Hola Ashton. ¡Ven no tengas miedo muchacho! ¡Acércate tengo algo que contarte! ––Gritó, obedecí. Arrastré mis pies hacía el porche de su casa.
Los escalones de madera antigua crujieron en cuanto mis pies lo tocaron. Guardé mis manos en los bolsillos de mis jeans. 
Nada en la señora habían cambiado. Sus grandes ojos azules, su cabello color chocolate y, su rara forma de vestir jeans con suéteres a pesar de que haga calor, ella llevaba puesto un suéter. 
––Hola señora Brown. ––Saludé, ella sonrió. –– ¿Cómo le está yendo? 
––Muy bien cariño... siéntate aquí. ¿Quieres beber algo? 
Nunca antes había entrado a la casa de la mujer luego de que su esposo murió. Sabía que la había remodelado demasiado y, no se veía como la recordaba antes. Además, ella jamás me invitó a pasar a pesar de la confianza que tenía conmigo. 
––No, gracias. ––Le sonreí, me hizo una seña para que me sentase en la silla y obedecí. ––Dígame, ¿Qué la tiene tan feliz? 
––Mi nieta me visitará, ella tiene unas pequeñas vacaciones y, luego de haber dado todas sus materias con notas altísimas, ¡Ella vendrá por fin!
Oh, eso es tan bueno de saber. ¡Chantal estará aquí! Y tengo bastante tiempo para prepararme y perseguirla por la ciudad y fingir sorpresa ante su "aparición" en la ciudad.
––Llegará el lunes, ¿Tú te quedarás aquí cariño? 
Asentí en respuesta a su pregunta.
––Estaré hasta el sábado de la última semana del mes. 
––Me interesaría invitarte a cenar, para que conozcas a mi niña... ella no tiene novio y, eres un chico muy agradable como para salir con ella. ––La anciana sonrió. ––Claro, solo si tú quieres... estoy segura que le agradarás mucho. 
––Eso espero señora... ––Sonreí maliciosamente.
––Si quieres puedes venir con tu familia también, claro, solo si quieres... ellos están invitados también. Sería agradable que vengan, mi nieta y yo estaremos muy solas y, se siente feo. 
––Claro, yo le diré a mi madre... estará muy a gusto de venir a visitarle señora.
––Gracias Ashton. 
Sonrió.
–– ¿Cómo te está yendo a ti? ¿Estudias o trabajas? 
––Trabajo enseñando boxeo en un gimnasio que está cerca de mi nuevo apartamento. 
––Oh, eso suena genial... ¿No estudias verdad?
––No, no estudio... pero, estaría interesado en el diseño automovilístico, ya sabe... automóviles, velocidad. 
La señora Brown sonrió. 
–– ¿Cómo te trata la ciudad de Sydney? ¿Es difícil vivir allí? 
Negué con la cabeza. 
Es más fácil de lo que pensé, pero... se vuelve difícil en ocasiones.
––No, es muy fácil la vida allí. Hay muchos lugares que me facilitan la vida sin tener que caminar diez kilómetros o algo así. 
––Suena genial, gracias por haberte tomado tiempo de venir Ashton. Tu madre ha de estar muy feliz de tenerte en casa.
––Gracias a usted por invitarme a su casa, le diré a mi madre que vendremos a cenar... 
––Claro, le diré a mi nieta que te lleve la invitación personalmente así puedes conocerla un poco más.
Asentí con la cabeza, sin borrar mi sonrisa maliciosa. Esto será tan bueno, más de lo que creí que sería.