No podía ser cierto, no podía ser verdad lo que estaba pasando, quizá me estaba equivocando, estaba viendo mal, él no podía estarse besando con alguien más, no era cierto y me negaba a creerlo. El día paso con mayor lentitud que de costumbre, como era de esperarse estuve distraída todas las clases y a ninguna le puse atención, mi mente no dejaba de repetir esa imagen una y otra vez, quizá estaba viendo mal, yo estaba algo lejos y no sabia si era él o no, no podía causarle ninguna clase de drama, después de todo, no eramos nada.
Por fin acabaron las clases, y salí. En el portón estaba él, buscando a alguien de entre las personas, pero al parecer no encontraba a nadie, y entonces me miro a mi, y paso su vista a otro lado, sabia que no era a mi a quien estaba buscando. Quería desaparecer, pase por su lado y al parecer no se había dado cuenta.
-Ehh Tris- alguien me llamaba entre toda la gente.
Voltee para ver quien me hablaba, y me encontré con los ojos de Tyler.
-Eh Tristan, vuelve- decía mientras se aproximaba a mi.
Yo quería correr, huir de ahí, no tenia las fuerzas como para hablarle, y sin embargo, lo único que hice fue quedarme ahí estática, entre toda la gente.
-Tristan- me dio dos besos en las mejillas- te he estado buscando.
-Ah, hola.- dije con la mejor sonrisa que pude fingir- La verdad no te he visto en todo el día, excepto por un momento.
-¿A que hora? Yo no te vi en ningún momento.
-Pues yo te vi, besándote con alguien mas en el campo.- Le dije con desinterés, aparentando que no me dolía el haberlo dicho, con la esperanza que el desmintiera todo y me dijera que lo que había visto era una mentira.
-Esto...- decía mientras se pasaba la mano por el cabello- no pensé que lo fueses a ver.
-Así que es cierto- me corrió una lagrima por la mejilla- bueno, al parecer, eres peor de lo que dicen.
Di media vuelta y me retire de ahí, estaba ardiendo de coraje, no podía ser cierto, no podía estar pasando. No había sido una equivocación, era la verdad, era toda la maldita verdad, y pensar que más de uno me advirtió que él no me convenía, que no sabia a lo que me enfrentaba. Estaba tan enojada que ni siquiera me había dado cuenta de cuanto había caminado y de que estaba llorando.
Llegue a mi casa y me encerré en mi cuarto, tire el móvil al suelo y no pensaba levantarlo de ahí, puse música a todo volumen, y comencé a llorar, me preguntaba como había sido tan ingenua, como me había podido tragar todas las palabras de amor que me había dicho. Pero me preguntaba aun mas, ¿Por que estaba llorando si no eramos nada? No eramos nada, pero yo estaba sintiendo de todo.
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The Next Three Girls
Teen Fiction"La amistad lo puede todo" Suena lindo ¿ah? Lo cierto es, que muchas veces nos pone en las encrucijadas más grandes de nuestra vida, nos gusta creer en los cuentos de hadas pero lo cierto es que no sabemos que es lo que pasará más adelante, y a que...