Capitulo 36

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Quería moverme, gritarle, y arrojar a la estúpida chica hasta el suelo. Pero no podía hacer nada, las lagrimas se estaban acumulando en mis ojos y de un momento a otro solté todo lo que traía en las manos. Meredith se acerco a mi.

-¿Que te sucede? ¿Por que tiraste todas las cosas al suelo?- pregunto malhumorada mientras las recogía.

No conseguía articular ninguna palabra, tenia un enorme nudo en la garganta que no me dejaba ni tragar saliva, estaba al borde de desplomarme en el suelo cuando Tyler miro hacia mi dirección, pareciera que había visto un fantasma, el color se le fue de la cara y soltó de inmediato a la chica que tenia en los brazos.

Estaba estática, seria, no tenia expresión alguna en mi rostro, sentía como una lagrima cálida recorría mi mejilla, cuando Tyler se dirigía hacia mi.

-Tristan...- se veía nervioso, quizá algo asustado- tu... ¿que... Que estas haciendo aquí?

No encontraba la manera de que palabra alguna saliera de mi boca, estaba mirándome, tratando de encontrar mi mirada, pero yo estaba perdida, no podía verle a los ojos, no podía hablarle, no nada.

-Mal tercio supongo- consigo decir.

-No sé que es lo que crees que viste, pero no es lo que piensas.- decía mientras trataba de tomar mis manos.

Estaba enojada, no sabia que repercusiones tendría lo que estaba a punto de decir y tampoco me importaba.

-¿Que no es lo que pienso?- grite -Pues a mi me pareció que te estabas tragando a la estúpida de allá en mi narices.

-No sabia que ibas a venir.- dijo bajando la mirada.

-Bueno, ahora me doy cuenta de lo que haces en tus pinches entrenamientos, todos los putos partidos, ahora sé lo que haces. ¿Crees que puedes hacer lo que se te venga en gana y que a pesar de eso yo voy a estar atrás de ti como una estúpida?- estaba gritando y todos alrededor nos estaban viendo, pero no me importaba, quería terminar con él- Pues lamento decirte que no es así, no estoy pendeja, no estoy dispuesta a estar con un cabrón tan gilipollas como tú.

-Tristan, por favor...

-Cállate Tyler, no quiero oírte, no quiero verte, no quiero saber de ti.- me aleje en dirección a Meredith que tenia la mandíbula hasta el suelo, le dije calmadamente que tirara todo lo que había hecho para Tyler a la basura y que nos fuéramos de ahí.

El camino a casa transcurrió en silencio, Meredith parecía que tenia miedo a que le pudiera gritar o que me echara a llorar, pero ninguna de las 2 cosas paso.

-¿Quieres que te acompañe a tu casa?- pregunto cuando estábamos a punto de llegar a mi apartamento

-No, gracias. Estoy bien.- miento, me meto a mi edificio y subo los peldaños de dos en dos.

Al llegar al apartamento, inmediatamente me tiro en la cama y trato de dormir, no quiero llorar, no quiero pensar en lo que me había pasado, no quería tomar mi celular, no quería existir por un momento.

Desperté al día siguiente, desayune, me di un baño y me dispuse a hacer los deberes que tenía atrasados de la semana pasada. El día transcurrió demasiado rápido y no había tomado el móvil desde el día anterior, no estaba preparada para hacerlo aun, quería tomarme un respiro para tratar de asimilar lo que estaba pasando y no estaba lista para hablar de esto con nadie, me quede dormida pensando en un final feliz, donde lo que había ocurrido jamas paso.

Cuando desperté para ir al colegio sopese con la idea de faltar, no quería hablar con nadie. Al final decidí ir, no quería quedarme en casa y volverme loca por mirar o no mi móvil.

Las clases transcurrieron lento, realmente no estaba poniendo atención a ninguna. Llego el descanso y salí a comprar un café, sabia que me veía fatal y lo único que quería era un poco de cafeína en mi sistema, caminaba hacia el aula con el café en la mano, miraba hacia todos lados, con la esperanza de no encontrarme con ninguno de sus amigos. Choque con alguien y me derramo el café encima.

-Carajo- dije- lo siento, no me fije por donde iba.

-No, yo he sido el idiota- era un chico de tes morena, no lo había visto antes, parecía confiado, tenia una agradable sonrisa.

-Lo siento- dije apenada

-Deja de disculparte- dice sonriendo- Ah, por cierto soy Will

-Hola Will, soy Tristan.

-Bueno Tristan fue un placer haber derramado tu café.

Me reí como tonta, hace dos días que no me reía de nada y se sentía realmente bien, no sabia quien era, pero ya era importante para mi.

The Next Three GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora