Capitulo 38

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Marian y yo caminamos un poco, ella me cometo que era nueva y estaba buscando la biblioteca, se había acercado a preguntarme pero escucho que sollozaba y se preocupo, sus gestos eran adorables, gesticulaba cuando hablaba de algo. La acompañe a la biblioteca y decidí ir a mi aula a tomar la primera clase, rogaba porque Danielle no estuviese en el mis grupo y que no nos tocase ninguna clase juntas, no quería causar ninguna clase de drama.

Las clases transcurrieron normales, en el primer descanso busque a Marian para distraerme un poco, no quería pensar en Danielle, ni en que estaría con aquel chico durante los descansos. Finalmente encontré a Marian en la cafetería y decidimos sentarnos en las gradas a hablar un poco, me contó que venia de otra ciudad pero por cuestión de trabajo tuvo que mudarse, me pregunto varias cosas triviales y nuestra mañana transcurrió normal. 

Era agradable estar con ella y no pensar en Danielle, no la había visto desde la discusión de la mañana, no estaba segura de querer verla o de querer aclarar algo que no tenia futuro.

-Ashley- dijo Marian pasándome la mano por la cara- ¿Sigues aquí?

-Si, lo siento- dije sonriendo- supongo que me desconecte un momento.

.¿Es por un chico?- dijo ladeando un poco la cabeza.

¿Un chico?- pensé -Ojalá.

-No, claro que no- dije nerviosa- para nada.

-Si no quieres decírmelo, esta bien, te entiendo, apenas nos conocemos, yo podría ser una asesina en serie y quizá este planeando matarte esta misma noche- dijo en tono serio pero divertido.

-Tienes razón- dije siguiendo el juego- ni siquiera debería hablar contigo.

-Ouch- dijo tocándose el pecho- eso si que dolió.

-Lo, lo decía de broma- dije en tono de disculpa.

-Ya lo se tontita- dijo y me dio un pequeño golpe en el brazo.

No entendía como esta chica que acabo de conocer podía hacerme sentir tan bien, me maldecía una y otra vez por pensar que esta chica en tan poco tiempo se había convertido en alguien esencial para mi.

De alguna manera me sentía extrañamente culpable, sentía que estaba cometiendo un error, Danielle se me venia a la cabeza más veces de las que me hubiera gustado, quería golpearme la cabeza tantas veces como me fuera posible para tratar de sacar a Danielle de mis pensamientos, tratar de no sentir la culpa como si yo estuviese haciendo algo mal.

Marian me agradaba, y quería pasar tiempo con ella, tanto como me fuese posible.

The Next Three GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora