Para Superarte

Capitulo 8: "Un largo camino"

Les agradezco sus comentarios a todos los que me han dejado :D, tardaré en publicar pero en definitiva se va a terminar, no se quedará incompleto.

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Ya habían pasado dos días desde el partido contra Naraame y con el recuerdo de su primera derrota aun reciente los miembros de Shotsuko habían intensificado sus entrenamientos para mejorar lo antes posible, no podían ni se permitirían repetir lo ocurrido la última vez.

Adako vivía junto a sus padres en una casa de aspecto antiguo, una arquitectura típica de la era Edo, con un dojo adjunto donde su padre daba clases y también donde ella solía practicar cada mañana al salir el sol desde los siete años. Hyuuga le había inculcado el amor por aquellas prácticas y ya a sus quince años la castaña poseía una habilidad con la espada de madera digna de campeonatos, aunque por su parte la chica solo la usaba para castigar a sus jugadores cuando hacía falta. Adako tenía el puesto de entrenadora así que su principal trabajo era diseñar los regímenes de entrenamiento y trazar las tácticas, aunque esto ultimo siempre lo hacía con Seiji; tras el partido contra Naraame había duplicado las prácticas normales pero aun sentía que faltaba algo. Sus amigos eran buenos, tenían un talento en bruto listo para ser explotado, si se los guiaba correctamente ella en verdad creía que podrían hacerle frente a los más grandes. Sin embargo así como cada uno tenía sus fortalezas también sus debilidades, tenía que encontrar la forma de solucionarlas antes del próximo partido o de lo contrario quizá no hubiera otro luego de ese.

Las horas pasaban dando lugar a la noche y la mente de la castaña seguía en blanco, justo cuando pensaba darse por vencida y dejarlo para más tarde una rápida ojeada a su calendario le dio la más descabellada idea que jamás hubiera pensado. Bajó corriendo las escaleras desde su cuarto a la cocina, donde sus padres terminaban de cocinar la cena, buscando a su madre para confirmar su idea. – ¡Mamá, necesito preguntarte algo importante! – Gritó casi con desesperación pero se detuvo en seco al observar bien la escena. – Un momento... mamá está cocinando. – Confirmó prácticamente horrorizada al imaginar el veneno casero que debería comer por cena.

Hyuuga notó la expresión de su hija y con una sonrisa le hizo señas dándole a entender que él estaba ayudando a cocinar. – Riko, al parecer Adako quiere decirte algo ¿Por qué no vas con ella? Yo terminaré de hacer la cena.

– ¿Eh? De acuerdo, aunque me estaba quedando muy bien. – Protestó quitándose el delantal y yendo al living con su hija para hablar más a gusto. – ¿Sucede algo malo?

– Necesitaba tu asesoría, tú fuiste una gran entrenadora cuando eras joven por eso quería pedir tu opinión sobre esto ¿Qué opinas de la idea de practicar otros deportes que ayuden a mejorar tus habilidades en otro? – Preguntó entre nerviosa y ansiosa por la respuesta de la mayor.

Riko miró a su hija un tanto confundida pero aun así se puso a pensarlo con seriedad para poder responderle. – Si lo que quieres es mejorar en kendo puedes hacerlo, en realidad eso de reciclar otras actividades para mejorar una es algo raro pero puede funcionar, solo debes tener cuidado en qué elegir para mejorar que, debes hacer todo un estudio, pero sinceramente párese una gran idea ¿Quieres mejorar tu condición para el kendo? – Preguntó intentando adivinar en que quería aplicar su hija esa extraña idea.

– Emmm bueno algo parecido. – Admitió Adako buscando como cambiar el tema para evitar las preguntas de su madre. – ¡Ah! ¡Mira! Párese que papá logró salvar la cena, vayamos a comer. – Sugirió al ver a su padre dejar el plato de comida en la mesa.