Capitulo 65: "Epílogo"

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Buenas y tanto tiempo gente!!! 

La verdad este es un regalo para poner moño al asunto y terminarlo así que estaba esperando al aniversario casi XD Cinco años!!! Cinco años escribiendo este fic, y si no les solté la mariconada en el capitulo final fue porque me la estaba guardando para este epilogo. Fueron cinco años de un proyecto, sin dudas el más grande y largo de mi vida y estoy super feliz de haberlo compartido con todos ustedes. Los dibujos, las preguntas, los reviews y concursos, todo fue maravilloso y una experiencia que llevaré por siempre en el corazón. 

"Para Superarte" fue mi primer gran proyecto y que lo recibieran de este modo tan hermoso, no tengo palabras para agradecerlo. Pero como todo tiene que llegar su final, y creo que esto es la cereza del pastel que tanto habían esperado. Gracias por acompañarnos a mi beta y a mi durante tanto tiempo y capítulos. Simplemente gracias. Y si se animan a seguirnos en Biotic será un verdadero placer contar con ustedes. 

Con todo el amor, gracias y hasta siempre


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Capitulo 65: "Epílogo"


Tres hermanas, Kazuo tenía tres hermanas menores y ninguna le ayudaba con las decoraciones. Podía entenderlo con Leica que aun estaba ocupada preparando todo ya que empezaría la universidad el mes que viene, pero Chisako y Chisuru no tenían excusa. Les había pedido a ambas que llegaran temprano a su casa para ayudarle con las decoraciones, y aun así solo Aoki se había presentado.

Aoki empezaría la secundaria, junto a sus hermanas, el mes entrante por lo que ya había preparado todo y se había dejado tiempo para poder ayudar a su hermano mayor a tener todo listo para la fiesta de cumpleaños de su sobrina. Aoki a sus trece años era un chico alto y calmado, usando lentes y teniendo el típico cabello verde de los Midorima parecía una copia de su padre, e igual de calmado y responsable. Muy por el contrario Chisako y Chisuru tenían el cabello negro y la hiperactividad de su madre. Pero a pesar de todo Kazuo amaba ese desastre y griterío.

Fue difícil para él cambiar del caos que era el hogar de sus padres a su nueva casa con Seiji cuando se casaron. Tanto silencio y calma lo enervaban un poco, incluso cuando su hija, Reika, nació no hubo muchos cambios, ella siempre había sido una chica calmada y bien portada, igual que Seiji. Por eso, aunque no lo admitiera, amaba cuando sus hermanos y sus padres venían de visita, la casa se llenaba de ruido y calor familiar.

– Hermano, mamá me mandó un mensaje, dice que en unas horas él y papá vendrán con la comida. Y ya le encargaron el pastel al señor Murasakibara, lo traerán cuando vengan también. – Le informó Aoki con el celular en una mano y las guirnaldas en otra.

– Mejor, aquí solo falta colocar algunos globos y estaremos. De la comida ya se está encargando Sei-chan así que todo debería estar bien. – Respondió Kazuo haciendo mentalmente una lista para asegurarse de que no le faltara nada.

Como Seiji estaba acostumbrado a vivir en una casa del estilo japonés la suya era igual, exageradamente grande para tres personas pensaba Kazuo, pero entonces su esposo siempre le recordaba con una sonrisa que podían ser más. Mantendrían la decoración simple en el interior ya que la fiesta sería en el amplio patio trasero, pero aun así considerando el número de invitados Kazuo comenzaba a arrepentirse de no haber encargado un catering o comprado los bocadillos ya hechos.

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