Capitulo 55: "Mon Coeur S'ouvre A Toi (I Belong To You)"

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Los días pasaban y la cuenta atrás para el fin de clases estaba cada vez más cerca. En unas semanas más estarían de vacaciones y luego de regreso a clase y de regreso a las prácticas para los próximos torneos. Mamoru estaba ansioso por ello, dentro de poco estaría en su último año de preparatoria y luego directo a la universidad y a cumplir su mayor deseo, ser un jugador profesional. Las cosas en Ginsei también iban por buen camino, el equipo parecía más fuerte que nunca y las peleas habían disminuido. Atsuka parecía estar más consciente de su puesto como el mayor, quizá por su novia o porque el próximo año iría a la universidad pero su actitud había mejorado, ya no peleaba con Asamu y los exámenes de admisión lo mantenían alejado de los problemas. No podía estar de mejor humor.

Aunque también podía atribuir su buen humor a otra cosa. Su relación con Yomara Saito. El pelinaranja era todo lo que nunca había esperado e increíblemente eso le encantaba. Era dos años menor que él y más alto, además de demasiado enérgico (demasiado parecido a su propio padre para su gusto), normalmente esas cosas combinadas darían por resultado a alguien increíblemente molesto e irritante, pero no era así. Cuando veía a Saito comportarse así, molestarlo o pasarse de listo no le irritaba, le causaba un cálido sentimiento seguido de un fuerte golpeteo en su pecho.

En unos pocos días habían establecido una especie de rutina, se llamaban por teléfono por la mañana, se mandaban algunos mensajes durante la escuela y al terminar esta, si había tiempo, Mamoru se pasaba por el trabajo de medio tiempo del menor a tomar un café y esperar a que la jornada terminará para acompañarlo a casa. Prefería llevar las cosas con un poco de calma, a veces moría por besarlo y probar que tan lejos se atrevería a llegar, pero inmediatamente se regañaba así mismo por pensar en ello. Él era el mayor, no podía dejarse llevar como si nada. En parte porque no quería precipitarse o terminaría actuando igual de irresponsablemente que su padre y entonces, ¿Con que cara le reclamaría que se comportara si él hacía lo mismo? Pero para ser sincero consigo mismo, tenía miedo.

Nunca había tenido una relación y no quería echarlo a perder. ¿Y si al ir con todo desde el inicio luego se cansaba de él? ¿Y si le molestara que se comportara de forma caprichosa a pesar de ser el mayor? Muchas preguntas de ese tipo solían rondar su mente, por eso prefería tomárselo con calma, preparar las cosas y pensarlas bien. Debió suponer que su padre arruinaría eso.

Se encontraba usando el teléfono de línea, primer gran error, ya que su celular se había quedado sin batería. Como había salido temprano de clase por la ausencia de un profesor había regresado a casa y había llamado al pelinaranja para pedirle disculpas por no ir a su trabajo. Sin embargo este no estaba molesto, era muy difícil que Saito se enojara, lo entendía así que aprovechando el descanso se dedicaron a entablar una larga conversación en el pasillo, su segundo gran error. Finalmente su tercer gran error, y el que cabo su tumba, fue no recordar que su padre estaba en casa.

En un momento de descuido, mientras una tonta sonrisa se apoderaba de su rostro al oír al menor hablar sobre una pareja que había ido al café y al discutir la chica había terminado por empapar al chico con el jugo que el había llevado, su padre se acercó a él por detrás. Con una sonrisa entre maliciosa y traviesa Jin le arrebato el teléfono.

– Residencia Ichijouse, habla Jin ¿Con quién tengo el placer de hablar? – Preguntó divertido mientras alejaba a su hijo con una mano.

Saito dejó escapar una corta carcajada al reconocer la voz del padre de Mamoru. – Soy su futuro yerno, Yomara Saito, nos conocimos en el torneo ¿Recuerda? – Dijo con un tono de alegre complicidad.

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