Capitulo 64: "Para superarte"

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ORPHEN: Hallo!!!

Esto probablemente se corrija después para agregar la nota de Fransua (Kurokaze) por que seguro se le olvidó XD.  No hay mucho que decir, Como lo prometí aquí está el nuevo capítulo del fic. En verdad agradezco a todos los que nos ha seguido hasta aquí, personalmente todos los mensajes y comentarios siempre me alegran así que gracias en verdad a los que se toman ese tiempo.

En fin, disfrutenlo.


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Capitulo 64: "Para superarte"


Finalmente había llegado la mañana. Leon se levantó de golpe con una mezcla de entusiasmo y nerviosismo. Nuevamente estaba allí, el primer día de clase, y esta vez finalmente estaba en segundo año. Había pasado un mal momento con los últimos exámenes, pero con ayuda de sus amigos había logrado tener las notas suficientes para por fin pasar de año. Si de por si le avergonzaba estar en el mismo año que su hermana menor habría muerto si Aoi pasaba a segundo y el continuaba siendo un estudiante de primero.

Abajo, en la cocina, Taiga se encargaba de cocinar el desayuno mientras su esposo ponía la mesa. Tarareando el pelirrojo daba vuelta las tortillas y preparaba algo de arroz y omelette. Era el primer día de clase y sus dos hijos habían pasado de año, eso ya era un buen motivo que festejar. Al verlo Kuroko sonrió, su esposo parecía un ángel cuando cocinaba.

Al escuchar ruidosos pasos provenientes del piso de arriba dio por sentado que sus hijos ya se habían despertado, o al menos uno de ellos, por lo que se acercó a la escalera y elevó la voz. – ¡Leon! Asegúrate de levantar a tu hermana antes de bajar, de lo contario llegaran tarde. – Entonces escuchó como Kagami comenzaba a reírse. – ¿Sucede algo divertido, Taiga?

– Nada, simplemente... – Una sonrisa burlona curvó los labios del pelirrojo. – Tetsuya, es muy temprano como para que grites.

Leon terminó de colocarse su uniforme y entró a la habitación de su hermana. Como era de esperarse el lugar estaba sumido en la más extensa oscuridad. Sin embargo ya había hecho aquello tantas veces que sabía dónde estaba qué, con cuidado encendió la luz y levantó las persianas. Como cabía esperarse su hermana dormía con la prolija forma de un ángel, y el cabello de un trapeador viejo.

– Aoi, levántate. Si no te apresuras llegaremos tarde al primer día de clase. – Le indicó despojando a la menor de sus cálidas sabanas.

– ¿A quién le importa? Quiero dormir un poco más. – Gruñó enterrando el rostro en la almohada.

Leon dejó escapar un largo suspiro y recurrió a la táctica maestra. – Esta bien, quédate ahí y duerme. Mejor para mí, ahora el desayuno especial que preparó papá es todo mío. – Canturreo alejándose lentamente.

A la velocidad del rayo su hermana menor abandonó la cama y comenzó a ponerse el uniforme. Para cuando la mano de Leon llegó al pomo de la puerta Aoi ya estaba cambiada, desalineada y despeinada sí, pero al menos cambiada. Ambos bajaron a desayunar con sus padres y mientras disfrutaban de tranquilas charlas la peliceleste peinaba su alborotada cabellera y el pelirrojo mandaba mensajes. Sus padres hablaban/ discutían entre ellos sobre la última carta que había llegado de Kyouya, el mayor de los hermanos Kagami era un romántico y seguía apostando por la letra a puño en papel, según él daba más importancia y emoción. Aparentemente ya había fijado la fecha para su boda con Subaru para invierno. Por ende Kuroko y Kagami discutían donde debía tomar lugar la ceremonia, Estados Unidos o Japón, y de qué deberían encargarse. Mientras la charla de sus padres seguía y su hermana se llenaba las mejillas cual ardilla con el desayuno él aprovechó para mandarle mensajes a Ren, darle los buenos días y esperar que ambos dieran lo mejor de cada uno en el nuevo año que empezaba.

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