Capitulo 45: "Un pequeño respiro"

256 15 36
                                    


Tras su victoria contra Arkeryo los chicos de Shotsuko decidieron darse un pequeño pero merecido descanso de las prácticas para poder recuperarse antes de su próximo encuentro. Aprovechando el tiempo libre Akashi decidió invitar a los Midorima a pasar el día en su casa, más que nada por insistencia de su esposo empeñado en meterse en la vida amorosa de su hijo con el mayor de los Midorima. En un inicio Shintaro había pensado en declinar la oferta para poder adelantar trabajo pero su esposo no se lo permitió, Takao era prácticamente el mejor amigo de Reo y amaba hablar con él, además ir a la residencia Akashi implicaba tener la excelentísima oportunidad de molestar a su hijo frente al chico que le gusta y eso era algo que no se podía permitir perderse.

Cerca del medio día habían salido caminando co n calma, o al menos los dos adultos, iban tomados de la mano mientras el pelinegro recargaba su cabeza en el hombro de su esposo, Midorima solía ser bastante tímido y algo reacio a las demostraciones de amor cursis en público pero sabía de antemano que Takao estaba sensible por el embarazo y prefería incomodarlo lo menos posible. Por otra parte muy por el contrario de aquella aura acaramelada sus tres hijos se encontraban corriendo a toda velocidad por delante. Luka estaba emocionado por ir a casa de Seiji a jugar por lo que quería llegar ya y había salido corriendo aumentando mas la velocidad al ver que su hermano lo perseguía, Kazuo por su parte gritaba detrás del menor que no debía separarse tanto de ellos o que lo mataría si no se detenía inmediatamente, finalmente Leica les pisaba los talones pidiéndoles que bajaran la velocidad y pusieran atención a los semáforos y al camino. Para cuando el peliverde mayor pudo atrapar a su hermanito su hermana llego jalándole las orejas a ambos y reprendiéndoles haciéndoles recordar las leyes de tránsito.

- ¡Kazuo-nii se supone que eres el mayor! En lugar de correr tras Luka solo para gritarle incitándolo a correr aun mas deberías calmarte y pedirle que se tranquilizara. ¿Qué hubiera ocurrido si por ir corriendo a lo idiota los atropellaba un auto? – Les reprendió la menor molesta. – Los dejare ir por ahora pero más les vale comportarse en la casa de Seiji-kun, no quiero que me hagan pasar vergüenza delante de él.

- ¿Eh? Yo jamás haría eso. – Protestó Luka ofendido. – Siempre me porto bien con Seiji-kun y el siempre es bueno conmigo. Kazuo-nii es quien mete la pata con él no yo. – Se defendió señalando a su hermano haciendo un berrinche.

- Cierto, espero hoy te comportes Kazuo-nii o me voy a enojar. – Le advirtió la menor.

- ¡¿Quién se creen ustedes dos diciéndome eso?! – Reclamo el pelivede completamente sonrojado.

- Estamos en nuestro derecho, nosotros también amamos a Seiji-un y tu lo lastimas, eres malo Kazuo-nii. – Respondió Luka enseñándole la lengua.

- ¡Niños cálmense, ya llegamos! – Les grito su padre intentando calmarlos antes de que empezaran otra absurda discusión. – Saben perfectamente que si venimos a casa de los Akashi quiero que se comporten lo mejor posible, y eso va para los cuatro. – Dijo Shintaro dirigiéndose tanto a sus hijos como a su esposo.

- ¿Yo? – Pregunto sorprendido el pelinegro y fingiendo indignación agrego. - ¿Cómo puedes pensar eso de mi? Yo siempre me comporto Shin-chan, además ni que me prestaras atención, siempre te pones a hablar de cosas aburridas con Seijuuro. Si no fuera por Reo-chan seria más ignorado que el ficus de la sala. – Protesto el pelinegro adelantándose.

- Ya lo hiciste enojar, sabes que no debes retarle. Papá malo. – Le reto Luka.

- Si será, supongo que Kazuo-nii tiene de donde heredar su falta de tacto. – Replico Leica.

Shintaro dejo salir un largo suspiro y ni se molesto en contestar, conociendo a su hija todo lo que él digiera podría y sería usado en su contra. Al llegar a la casa de su amigo fue el esposo de este quien les abrió con una cálida bienvenida y apresurándose en abrazar a Takao riendo y poniéndose al tanto de ¿Qué? ¿Los últimos cinco minutos desde su último mensaje de texto? Los pequeños gemelos sin perder tiempo se dirigieron deprisa a la sala lanzándose a los brazos de Seiji quien los recibió con una amplia sonrisa estrechándolos contra sí.

Para SuperarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora