Tras haber perdido con Otaru los chicos se Shotsuko se cambiaron y esperaron un momento en el vestidor. No tenían muchas ganas de salir, era en verdad frustrante haber perdido por tan poco, haber estado tan cerca.
– ¡Perdón! Fue mi culpa, si hubiera hecho mejor ese lanzamiento podríamos haber ganado. – Dijo lleno de frustración y enojo Tsubasa mientras se inclinaba pidiéndole perdón a sus compañeros.
– No seas tan duro contigo mismo. Somos un equipo después de todo, tú no eres el único que debe cargar con los resultados. – Le consoló Leon. – Vamos, levanta la cabeza, fuiste el que más se lucio de nosotros. – Le elogio con una sonrisa.
– ¿El que más se lucio? – Cuestiono Tsubaki con una carcajada. – Para nada, lo lamento Leoncchi sé que te encanta mi hermano pero te equivocaste. Quien se llevo todas las miradas esta vez fue Ritsucchi. – Señalo abrazando al pelirosado.
– ¡¿Eh?! Pero no hice nada importante. – Se apresuro a negar el susodicho. – Solo cubrí a Kazu-kun cuando llego a su límite, ni siquiera estuve cerca de su porcentaje de aciertos.
– Cierto, tu porcentaje de aciertos aun es muy bajo. – Confirmo Kazuo pero en lugar de reprenderlo o algo se acerco y le acaricio la cabeza. – Pero compensas tu falta de práctica con inteligencia y estrategia, de no ser por ti Akashi hubiera estado perdido.
– ¡Bien, arriba el ánimo! – Dijo Adako elevando el tono de voz para llamar la atención de todos. – No quiero seguir escuchando excusas. Si, perdimos, pero no por eso es el fin del mundo. Somos un equipo nuevo, nos formamos apenas este año y aun así mírenos, ¡Llegamos a las semifinales de Winter Cup! Es nuestro primer intento, aun no estamos ni cerca del final de nuestro potencial, no tenemos experiencia y así y todo llegamos hasta aquí.
– Adako tiene razón. – Le siguió Seiji. – Aun nos falta mucho por crecer y enfrentarnos a rivales poderosos es la mejor forma de aprender. No tomen esto como una derrota sino como una lección, un escalón que nos colocara más alto la próxima vez. Recién estamos empezando, es nuestro primer año, aun nos aguardan dos más así que no se desesperen. Nada sale perfecto al primer intento.
Tras las reconfortantes palabras de su capitán y entrenadora tomaron sus cosas y salieron con la frente en alto, había sido un gran partido y lo habían dado todo, eso ya bastaba para estar orgullosos. Aun faltaba una hora para el siguiente partido así que decidieron reunirse con sus padres para poder verlo juntos y saber quién sería su oponente mañana. Sus padres los esperaban cerca de la entrada del estadio, la primera en correr a su encuentro fue Alex, abrazando con fuerza a Leon y Aoi.
– There are my Little kids. The game was amazing, I am so proud of you two. – Dijo emocionada regalandole una sonrisa a ambos.
– Gracias tía Alex, hicimos lo que pudimos, lo dimos todo hasta el final. – Le aseguro Leon devolviéndole la sonrisa.
– Al menos tú puedes decir eso como si nada. ¿Tienes idea de lo molesto que es haber sido reducida en un cuarto? Mayuzumi es realmente molesta. – Comentó Aoi algo irritada aun por su encuentro con la pelirroja.
– Lo hiciste muy bien a pesar de eso. – Comentó Kuroko acercándose a su pequeña. – Diste todo de ti a pesar de tus limitaciones, además ayudaste a tu equipo en todo lo que eras capaz, solo con eso ya debes estar orgullosa. – Le dijo acariciándole la cabeza.
– Ambos lo hicieron bien, pero aun así creo que no estaré tranquilo hasta que te revisen las piernas Leon, ¿Kyouya podrías hacerle un chequeo rápido? – Pregunto Taiga preocupado por el estado de la vieja lesión de su hijo.
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Para Superarte
FanfictionYa han pasado varios años, pero en el mundo del basket aun hay una leyenda que sigue vigente: La Generación de los Milagros. Sus seis miembros originales y el séptimo hombre que alcanzo el mismo titulo formaron una leyenda que aun prevalece. Ahora...