Capitulo 25: "Gracias"

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Luego de presenciar el partido de Arkeryo y Naraame los chicos de Shotsuko continuaron su entrenamiento, aunque aun faltaran las finales el resultado ya era obvio y no afectaba su posición, era un hecho que habían quedado en el 5to puesto del Interhigh. Era domingo por lo que no había practica ni nada, así que como solía hacer todas las mañana desde hace poco, Tsubasa fue a encontrarse para jugar al basket en la cancha cerca de su casa con Kaoru. A esta solo le quedaban unas vendas en los brazos de los golpes que había sufrido en el partido.

– ¿Y bien? Se supone que la que esta lastimada soy yo, eres mejor que esto oxigenado. – Reclamó la pelinegra intentando provocarlo.

– Por millonésima vez, soy rubio natural, y no te dejare avanzar. – Dijo con cierto fastidio mientras asumía una posición de defensa para detener el dribleo de la pelinegra.

– Lo lamento pero estas muy distraído, tienes muchas grietas en tu defensa – Se burló de él haciendo un quiebre a la izquierda y al burlarlo clavó el balón. – ¡Wuju! ¡Gane, te gane! Eso significa que me debes pagar el almuerzo. – Festejó haciendo un extraño baile de victoria poco femenino.

– No vale, siempre me haces pagar el almuerzo cuando ganas pero cuando yo gano tú no lo pagas. – Se quejó Tsubasa mientras intentaba recuperar el aliento.

– Mi padrastro tiene un restaurante, que mejor que la comida gratis, y no te quejes se supone que a los modelos le pagan bien, tacaño.

– Esta bien pagaré yo, pero la próxima vez invitas tú, la comida de tu padrastro es la mejor, ojala Ryouta cocinara así. – Deseo en vano ya que estaba claro que el talento para la cocina de su padre era de cero.

– Si, es un gran cocinero, aun no puedo creer la suerte que tuvo mi padre de casarse con él, yo tenia 9 años cuando se casaron oficialmente y ese mismo año tuve a mi hermanito también, es lindo pero me exaspera a veces. – Explicó con una sonrisa.

– Al menos se llevan bien, intenta vivir con una diva como hermana, entre ella y Ryouta, Daiki y yo tenemos que esperar mínimo cinco horas para poder usar el baño. – Explicó suspirando fastidiado. – Bueno no importa ¿Qué tal si comemos algo en Maji Burger?

– Si es carne está bien por mí. – Dijo la chica sin darle importancia. Cuando se sentaron a comer el rubio se la quedó viendo mientras la chica comía varias hamburguesas con una voracidad indescriptible. – ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? – Preguntó toscamente.

– No, solo me recuerdas a alguien. – Negó comenzando a comer el también sus hamburguesa. – No entiendo como hacen ustedes para comer tanto tan rápido y tener tiempo para respirar. – Comentó imitando a la chica en burla.

– Debí imaginarlo, por eso andabas tan distraído, tienes problemas con tu "gatito" ¿Eh? – Sugirió divertida. Y al escuchar el tono condescendiente con el que le hablaba la pelinegra el chico se atragantó. – ¡Aja, lo sabia! ¿Y bien, no vas a contarme? Somos amigos o eso supongo, quizá pueda ayudarte. – Dijo simulando interés.

Tsubasa dejó las hamburguesas y carraspeó los dedos por la mesa nervioso. – No es tan fácil, estoy enamorado de un verdadero idiota. No importa cuanto se lo diga no entiende. – Comentó molesto tras soltar un suspiro.

– Bueno eso se nota a simple vista, el chico no es muy despierto que digamos pero si a ti te gusta... – Dijo la pelinegra sin darle tanta importancia a los detalles. – ¿Cuantos años llevas enamorado de él?

– Me gusta desde los seis así que serian 11 años ya. – Admitió algo avergonzado por la larga cantidad de años.

– ¡¿QUÉ?! ¡¿11 AÑOS?! – Gritó Kaoru sin poder creerlo ahogándose con los restos de carne que aun no tragaba. – Eres un... yo no hubiera aguantado, tienes demasiada paciencia, si hubiera sido yo lo hubiera mandado a freír espárragos luego de dos meses.

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