Ambos equipos se alinearon y luego de que los capitanes se saludaran el partido comenzó, el árbitro lanzó el balón y desde ese instante empezó el partido con todo, Shotsuko no planeaba dejar que los tomaran por poca cosa ya que a excepción del capitán y de un miembro más los otros 3 del equipo de Ryokudo no parecían tener interés alguno en el juego.
– Que rabia, se creen que somos inferiores, me gustaría golpearlos. – Dijo Adako molesta mirando con desprecio al entrenador contrario. – Me molesta ¿Qué tiene de malo que las mujeres jueguen al basket o sean entrenadoras? Para esos tipos solo servimos de manager o caras bonitas. – Esas palabras, y muchas maldiciones más, habían estado buscando escapar desde que se había enterado de la costumbre "conservadora" de Ryokudo con respecto a las mujeres.
– Cálmate, son personas muy arraigadas a lo clásico, no aceptaran los cambios así de fácil, pero para eso sirve este partido. – Intentó tranquilizarla Ritsu, no solo porque era lo correcto sino también porque no quería morir a causa de la furia de la castaña.
– Ritsu-kun tiene razón, Tsubaki-chan les demostrará lo buena que es y yo planeo dar lo mejor de mi también. – Continúo Aoi yendo al rescate del pelirosado.
– Aun así esos dos si están siendo cuidadosos. – Leon interrumpió refiriéndose al capitán contrario y a un chico de cabellos color miel. – Ritsu ¿Tienes información sobre ellos?
– Ah, déjame ver... – Se apresuró a checkear su libreta. – Yusuke Moriyama, hijo de Moriyama Yoshitaka y Kasamatsu Yukio de Kaijo, el equipo de preparatoria en el que estaba Kise-san. Su especialidad son los dribble y los triples, su velocidad es impresionante y su resistencia también. Asiste a Ryokudo desde secundaria y desde el segundo año de la misma ha sido el capitán del equipo de basket.
– Entonces debemos cuidarnos de él ¿Qué hay del otro? – Preguntó Adako más calmada y centrándose en los chicos que Leon había señalado.
– Déjame ver, él es... – Ritsu se quedó congelado unos segundos antes de continuar. – Ya veo, su nombre es Wakamatsu Chiaki ocupa la posición de shooting guard, no es de extrañar que esté atento, es hijo de Wakamatsu Kousuke y Sakurai Ryou, ex miembros de Too.
– Los chicos también deberán cuidarse, este partido será duro. – Convino Leon tras escuchar aquello.
Los miembros de Ryokudo empezaban a alterarse cuando vieron como el equipo contrario les cerraba el paso y les impedía encestar, enseguida la peliazul consiguió el balón y se enfrentó al Nº 6 de Ryokudo en la carrera hacia el aro.
–No te dejaré pasar, que seas mujer no significa que te la deje fácil ¿Por qué no te vas a pintar las uñas y dejas el juego a los hombres? – Le dijo Runora en un tono de burlesca superioridad.
– Veo que la cara no es lo único que tienes de idiota, en ese caso te demostrare lo contrario. – Contestó Tsubaki realizando un dribble a la derecha para rápidamente cambiar a izquierda sobre pasando al chico. – No nos subestimen. – Copio uno de los triples normales del peliverde y realizando un tiro de alta trayectoria no solo logró hacerse con tres puntos para su equipo sino que también le cerró la boca a ese chico.
– Interesante... se nota que son hijos de ellos, la famosa "Generación de los Milagros", los dribble de la chica y la forma de jugar de su hermano son parecidas a las de Aomine Daiki, según lo que mis padres me contaron de él, además de la habilidad de copia de Kise Ryouta. Aun no son perfectos pero sin duda estamos ante potenciales monstruos. – Comentó Chiaki analizando la situación con calma.
– Por eso les advertí a todos que no se confiaran, como sea debemos darle un giro a esto, el entrenador nos matará si el primer cuarto termina sin que hayamos hecho ningún punto. – Dijo Yusuke con un suspiro. – Si logramos encestar los demás se calmaran y podremos sobreponernos, necesito que lo des todo de ti en este tiro.
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Para Superarte
FanficYa han pasado varios años, pero en el mundo del basket aun hay una leyenda que sigue vigente: La Generación de los Milagros. Sus seis miembros originales y el séptimo hombre que alcanzo el mismo titulo formaron una leyenda que aun prevalece. Ahora...