Para Superarte

Capitulo 48: "Preludio Final"

El equipo de Otaru se hospedaba en un hotel cinco estrellas en el centro de Tokyo mientras la Winter Cup seguía su curso. Se les había asignado la suite presidencial del último piso que contaba con un living, dos baños, seis habitaciones y un hermoso balcón. Teniendo tanto espacio uno pensaría que cada quien tendría su lugar propio donde relajarse o simplemente estar solos. Error. En días normales los hiperactivos gritos de Hisui llenaban el lugar, pero eso no era nada nuevo. La academia Otaru era un internado por lo que los demás miembros llevaban años acostumbrados a los griteríos de la pelirroja.

Sin embargo esa vez era diferente. La pelirroja se la pasaba haciendo berrinches o incluso gruñendo cada vez que veía a Ren. Una cosa era lidiar con su hiperactividad, pero su mal humor era incluso peor.

– ¡Basta! – Grito Ryouma golpeando la mesa. – Si hubiera querido tantos gruñidos me compraba un perro.

– Ryouma cuida tus modales. – Le recordó Kaji dándole otro sorbo a su tasa de café mientras revisaba unos archivos en su notebook.

Ryouma obedeció a regañadientes cruzándose de brazos sobre la mesa. Su paciencia era escasa y si bien odiaba que le molestaran o los ruidos excesivos aquel desayuno plagado de silencio le parecía peor. Kaji y Hotaru siempre se comportaban como si estuvieran exentos del mundo, él con su café y su notebook y ella con su té y biscochos desprendían un aura de elegancia y madures que inmediatamente los apartaba del resto. Por ende los que siempre creaban el caos a toda hora eran Hisui, Ren, Yuuki y él. Sin embargo, de la noche a la mañana todo había cambiado rotundamente.

Ren sonreía como un idiota sin apartarse del celular, mandando mensajes de voz y quien sabe que cursilería más a su nuevo novio. – Aggg – No llevaba ni 24 hs con aquel imbécil y ya empalagaba a Ryouma. Yuuki por su parte siempre había sido la definición de desastre, tropezaba con las cosas, rompía platos y adornos, y terminaba con algunos cortes y heridas, lo típico. Pero tampoco actuaba como de costumbre, su estúpida sonrisa había sido reemplazada por una expresión llena de tristeza. Y el colmo de los colmos, o el cambio que se llevaba el premio al menos, Hisui había pasado de ser... bueno ella, a ser una gruñona insoportable.

O el mundo se había complotado para sacarlo de quicio o se había perdido de algo realmente importante entre esos tres. – Tch esto es odioso ¿Qué mierda ocurre?

– Pregúntale al traidor porque Hisui no piensa hablarle. – Bufo la pelirroja inflando las mejillas.

Si Ren capto que el mal humor de Hisui era a causa de él no le importo y siguió tecleando en su celular. Yuuki suspiro algo desanimado por ello pero no podía hacer nada. Hisui era su mejor amiga y cuando había vuelto al hotel le bombardeo con preguntas ya que lo ocurrido ya estaba en la televisión. Yuuki le conto todo con cierto pesar y una vez hubo terminado tuvo que contener a la pelirroja para que esta no fuera a tirarle la puerta abajo a Ren. Le ponía feliz que su amiga se enojara así por él pero no quería problemas, que Ren no correspondiera su amor no era su culpa.

– Hi-chan déjalo así. – Le pidió el albino poniendo una mano en su hombro. – No tiene importancia, en serio.

– ¡Pero Yu-yu! – Protesto la pelirroja, no estaba dispuesta a dejar las cosas así pero al ver la mirada cansada del otro decidió desistir.

– Gracias. Ahora debo irme. – Anuncio levantándose. – Tengo una rueda de prensa y una sesión fotográfica así que será mejor qu... – No pudo acabar la frase ya que al intentar ver por sobre el hombro de Ren para leer que le escribía al pelirrojo tropezó cayendo con todo al suelo.