"Mi Mejor Amigo Es Chandler Riggs" (Chandler Y Tú)

Capítulo XXXII

Que demonios sabrá él de sentir este dolor...

Sigo inmersa en las ideas locas de que Jason podría tener algo con Brianna, ella... está lastimada porque Chandler y ella ya no son pareja. Pero no es mi culpa.

Mis labios emiten un leve sonido, provocando la atención de Jason, él me mira fijo y niego con mi cabeza que no pasa nada. Pero sí, tengo ganas de confrotarlo por las fotos que he visto, pero creo que es mejor callar, por el bien de ambos.

Jason observa la televisión detenidamente y suelta un par de carcajadas ante los comentarios de los actores. Es Adan Sandler, quién no reiría.

-Te amo, Jason -digo, él me observa y me sonríe.
Estoy acurrucada sobre su pecho, sus manos bajan lentamente acariciando mi brazo izquierdo.

Su teléfono comienza a sonar. Mensaje tras mensaje comienzan a entrar en su carpeta de mensajería. Me remuevo incómoda. ¿Quién lo molesta tanto?

Él echa un vistazo, y lo ignora. Deposita un beso en mi frente y toma el control remoto de la televisión para subir el volumen.

Comienzan a entrar más mensajes. Él toma el teléfono y lo coloca en perfil de silencio. Me levanto de sus brazos y me siento para observarlo.

-¿Por qué no contestas? -pregunto.
-No es nada importante -responde rascando su barbilla.
-Y entonces ¿por qué tantos mensajes? me parece irónico lo que acabas de decir. ¡Contesta! -digo molesta.
Él me observa asustado ante mi reacción.
-Ya amor, no es na...
-Contesta, puede ser algo importante.
-No lo es, ven. -Toma mi brazo y me jala hacía su cuerpo. Volviendo a la misma posición.

Vamos olvidado, de seguro no es nada. O quizás sean cosas del trabajo.

Su teléfono comienza a sonar nuevamente. Me aparto de Jason -una vez más- y lo observo.

-¿Desconfias de mi? -pregunta confundido.
Lo miro de manera graciosa. Era obvio. Lamo mis labios y acomodo mi blusa.
-Te dejo para que contestes. Sé que es por mi que no lo haces -digo molesta, me levanto y comienzo a caminar hacía la salida-. Buenas noches -añado.

Él se queda quieto y me observa de manera inescrutable.

-Amor detente.
Escucho sus pasos dirigirse hacía mi y me envuelve con sus brazos por detrás.
-¡Pues contesta! ¿A caso tienes miedo? -me giró para ver su rostro.
Él se queda mudo, esperando que palabras inteligentes o que discurso saldrán de sus labios.
-Lo imagine -dije aún más molesta.

Él tomo mi brazo y me pega a él. Ver su rostro de cerca es una debilidad para mi.

-Sabes -dice con un tono seductor-, me excitas de esta manera, verte molesta, me encanta.
No dejes que te apendeje, ¡vamos _______!
-Ya me voy.
Intente safarme de su agarre, pero éste era fuerte.
-Te amo ________ -deposita un beso en mi mejía.

He de ser intacta a sus embriagantes gestos de chico seductor.
Me quedó quieta viendo sus ojos, admirando su iris verde azulado. ¿Porqué eres tan atractivo?

Ahora que recuerdo de seguro los mensajes son de Brianna, pero ya lo voy a descubrir.

-Muestrame tu teléfono -digo seria.
Él se asombra.
-¿Por que he de hacerlo? -se aparta de mi-. Es mi privacidad, respeta.
-Entonces contesta, y me muestras tus respuestas -digo sin rodeos.
-No lo voy a hacer, es mi privacidad.

Me giro y emprendo mi viaje, decidida, hacía casa. Un teléfono comienza a sonar, y no es el mio. Es el de Jason, me detengo.
Él rechaza la llamada. El teléfono vuelve a sonar, mis dientes rechinan. Él vuelve a rechazar la llamada, suena una vez más.