Capítulo XLIII

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Cuando menos esperaba enamorarme, sucedió.

Los días transcurren como las noches de invierno, tan largas y tristes. Abrazo fuerte el cojín rojo vino que tengo a mi lado izquierdo y observo la ventana. Hay tanto silencio que se escucha el crujir de los árboles, el transitar del viento... Tanto silencio que escucho a gritos mis pensamientos, que hasta siento que los demás escuchan lo que pienso.

-Te extraño tanto -musito para mi.

Se debe aceptar la realidad, lo extraño, lo extraño tanto. Quisiera arrancarme este sentimiento del pecho. Los días me ahogan cada vez más, los recuerdos... Ya nada importa, por que el camino que elegí se transformó en miles que no quiero.

Y hasta el día de hoy, luego de largos días, no comprendo el por qué y como cambian las cosas en solo segundos. Un día estas en el cielo y al otro no podes levantarte de la tierra ni siquiera para soñar. No sé como me ganó la ingenuidad al creer que todo sería eterno, que siempre me querrías. ¿Y ahora? Ahora estoy aquí acostada innundandome en prisioneros pensamientos, con un punto fijo en medio de la nada, un punto donde antes creí que estaban nuestros sentimientos.

Abro mis ojos poco a poco y estiro mis brazos. Tomo mi teléfono y veo que tengo un nuevo mensaje de voz.

Chandler, el día de hoy a las 5:47.
¡__________! Buenos días dormilona, te deseo un gran día. Recuerda que paso por ti a las 10:30. Cuidate, te quiero.

Sonrío al escuchar el mensaje. Me levanto de la cama de un salto y me dirijo al baño a cepillar mis dientes y tomar un baño rápido. Tomo un vaso de leche y unas cuantas galletas, me coloco junto a una ventana de casa y me quedo por largos minutos allí.

No sé por qué no siento nada cuando beso a Chandler, nada... No entiendo por qué dejo que pase. No quiero ilusionarlo, Dios, es estúpido lo que estoy diciendo, ya lo ilusione. Soy una tarada, una gran tarada. ¡¿Por qué lo he hecho?! Bueno, siempre he querido sentir que se siente besar los labios de una persona que te quiere tanto, pero yo... Restriego ambas manos en mi rostro. No sé ni que siento. Estoy destruyendo a todos a mi alrededor.

No sé cuanto podré soportarlo. Desearía desaparecer por completo y que el recuerdo de Jason no infiera en mis pensamientos.  Desearía que se me acabaran las lágrimas para no seguirlas malgastando por él. Ya no puedo seguir así. Muchas lágrimas... sueño, ganas de acostarse para que el alma, cuerpo y mente encuentre reposo. Pero hasta mis propios sueños se han entoxicados con tanto sufrimientos.

Veo una vez más por la ventana, y veo a Chandler caminar hacía casa. Salto del asiento y salgo de casa. Me coloco junto a la puerta y espero que se acerque. Trae una camiseta negra y unos pantalocillos cortos color café claro. Se le dibuja una enorme sonrisa al verme.

-Hola -dice y lleva sus labios a mis mejías-. Te traje algo.
-Chandler... -regaño.
-Nada, toma. -Saca una caja de chocolates, y un tarro de helado de vainilla.
-Mis chocolates preferidos -digo mientras los tomo.
-De nada -dice sonriente.

Comenzamos a vagar por las grandes calles. Chandler lleva sus manos a mi cintura y me pega a su cuerpo. Lo veo sonrojada, no sé que pretende. Lleva ambas manos a mi rostro y desliza sus pulgares por mis mejías, lento, con ternura.

-Quisiera que todo fuera para siempre -murmura y me ve con desánimo.

Llevo mis manos a su cuerpo y lo abrazo fuerte. Cierro mis ojos y disfruto del acogedor abrazo junto a él.

-_________ -dice Chandler y se separa de mi abrazo.
-¿Si? -pregunto.
-Mañana -hace una pausa y rasca su cabeza. Esa es señal de que viene algo triste. -Mañana sale mi vuelo, ya no lo puedo posponer -dice rápido.

Me quedo boquiabierta viéndolo. No sé puede ir, no quiero. Mis ojos comienzan a cristalizarse, y en mi garganta comienzan a aparecer grandes nudos. Corro a sus brazos y lo aprisiono tan fuerte que quiero que todo su aire desaparezca, que sepa cuanto lo quiero.

-Cuando menos esperaba enamorarme, sucedió -murmura cerca de mi oído
-Por favor, quedate -suplico con la voz quebradiza.

Él guarda silencio y deja las palabras en el aire. Sé que no se quedará. Besa reiteradamente mi cabeza. Levanta mi rostro con sus manos y me observa por unos segundos. Sus hermosos ojos azules, aquel azul tan pasivo y admirable, esta inundado de  completa aflicción.

-No te vayas -vuelvo a decir.

Él lleva sus labios a mi frente y me besa con delicadeza. Luego baja a mi nariz y deposita otro. Siento su respiración agitada, y los sentimientos encontrados. Sus labios rozan mi nariz una vez más y luego bajan a mis labios. Los junta con suavidad. Su respiración choca con la mía y sus labios se oprimen cada vez más y más.

Dejo que esto suceda...  ¿Qué caso tiene negárselo? Él ya se irá, quizás me olvide, quizás encuentre una mejor amiga, quizás me remplace... Quiero que sienta lo que es besarme, como siempre quiso.

Siento un sabor salado en los labios, y frunso el ceño. Abro con lentitud mis ojos, veo a Chandler con sus ojos cerrados y enormes gotas cuelgan de sus pestañas... Oh, mi Chandler. Llevo mis manos a su rostro y lo acuno; ahora se siente la presión de ambos labios en ir en una sola melodía.

-Nadie... podría... remplazarte -dice entrecortando las palabras en mis labios.

Espero así sea, quiero ser única en su vida. La única mejor amiga... Cada vez las cosas y personas que más quiero se desprenden de mi vida. Así como cuando cortas una hoja de tu libreta, como si nada se van, se pierden... Eso hace Chandler, se aleja de mí.

Gracias por esperarme 💕
¿Qué tal su semana?♡

¡Quiero que reviva Glenn! :'( mi Maggie ha quedado sola. Ese episodio para mi es el peor y más devastador de todas las temporadas. (Después de la muerte de Hershel) Odio eterno a Negan, mucho odio...

"Mi Mejor Amigo Es Chandler Riggs"  (Chandler Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora