XLIV

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Dedicado a @252502az ¡Gracias por el apoyo muñeca! :*

"-Cómo sé que no me remplazarás? -pregunto asustada.
-¿Existirá alguien que pueda hacerlo? -pregunta turbado."

Caminamos en silencio por las aceras, vamos tomados de las manos, y ninguno ha tenido el valor para decir algo. El viento roza su rostro y desacomoda todo su cabello.

-Tan molesto es este viento -murmura mientras acomoda su cabello. Suelto una risita y abrazo su cuerpo y seguimos caminando.

Disfrutamos el poder estar en silencio, disfrutamos este tipo de momentos. Mi teléfono suena, y es un mensaje.

Madison: Hey, ya pueden venir. Esta todo listo.

Guardo mi teléfono y sonrío. Aunque me duele recordar a cada momento que mañana es el día en que Chandler se va... 800.5 km y 7 horas nos separarán por completo.

Luego de caminar por unos minutos llegamos a nuestro destino: mi casa. Está en completa oscuridad. Meto la llave a la cerradura y la puerta se abre, enciendo las luces...

-¡Sorpresa Chandler! -gritan todos nuestros amigos.

Chandler abre sus ojos como platos y una enorme sonrisa se enmarca en su rostro. Los chicos se lanzan a Chandler a abrazarlo, lo estrujan y besan sin parar. Me separo de Chandler y camino hacía Madison y Dylan. Ellos me ven con ojos melancólicos.

-Mi __________ -dice Madison con un tono de voz de niña pequeña.

Abro mis brazos y ella me acepta. La abrazo muy fuerte y escondo mi rostro en su cuello.

-No quiero que se vaya -digo con la voz quebrada.
-Ni yo tampoco.

Me separo de ella y le lanzo un intento de sonrisa a Dylan. Camino al comedor, tomo algunos bocadillos y me siento a la par de ésta. Le deseo lo mejor, hay muchos sentimientos encontrados, como la alegría y el deseo que todo le salga bien en su futuro y carrera... Y por otro la nostalgia... Quiero poder detenerlo, y quedarme con él para siempre.

-¡Ahora las palabras de despedida! -grita Abraham.

Ay, no.

-__________, haz el honor.

Levanto mi mirada, y veo que todos me miran con una sonrisa en sus rostros. No puedo. Me voy a quebrar antes de comenzar. Pero, debo hacerlo ¿no?

-Bueno -digo mientras me levanto del lugar en que estoy sentada.
-¡Inspiranos! -grita Hanna.

Chandler suelta una carcajada y me observa fijamente, le devuelvo la sonrisa.

-Las despedidas son lo peor. Y pienso que son innecesarias, cuando el adiós no es una opción, porque yo a él no lo estoy perdiendo -le lanzo una pequeña sonrisa-, solo -mantengo la palabra en el aire-, solo quiero que sepas que te quiero demasiado -mi voz comienza a quebrarse y mis ojos a cristalizarse-, no quiero que te vayas -y me dejo vencer por el llanto y los quejidos abrumadores que se esconden en mi cuerpo.

Cubro mi rostro con mi manos y dejo que mi cabello suelto cubra mi rostro. Siento que unos brazos me rodean y un pecho delgado cubre mi rostro.

-¡Auuuuu! -gritan todos.

Abrazo ese cuerpo, es mi Chandler.

-No te vayas -sollozo.

Él guarda silencio y besa mi cabeza. Lo abrazo tan fuerte que intento no dejarlo ir de mi lado, que intento despertar de este mal sueño, de este sabor amargo. Quisiera pensar que estoy a tiempo de evitar el viaje, pero no quiero ser egoísta, y peor, influir en el futuro de alguien, y menos en el de él.

-Ven -dice Chandler, toma mi mano y me dirije a la parte trasera de casa.

Ambos nos sentamos en el sofá y nos observamos por unos segundos. Nunca me han gustado las despedidas, son las más tristes, y de por sí, he estado con una enorme depresión.

-Esto no implica que vamos a dejar de vernos de vez en cuando -murmura Chandler.

¡Obvio si! El conocerá otras personas, otras chicas, conocerá una mejor amiga, me olvidará, me remplazará. Al parecer es lo más fácil.

-Jamás te olvidaré, siempre serás mi mejor amiga, la chica que más he querido, aquella que me roba sonrisas y pensamientos. -Lleva sus manos a mis mejías y me sonríe afable.
-¿Cómo sé que no me remplazarás? -pregunto asustada.
-¿Existirá alguien que pueda hacerlo? -pregunta turbado.
Me encojo de hombros y mis mejías se sonrojan.
-Extrañaré tanto verte cada vez que quiero -murmura cabizbajo-, porque -guarda silencio-, cada vez que quería verte venía, por que te tenía cerca, porque te tenía junto a mi. Ahora las cosas son diferentes -tuerce el gesto.
-Por eso quedate -interrumpo.
-Mi amor, no puedo darle más giros a este asunto.
-Por favor -suplico.
-Esta es la única cosa que te niego -dice y toma mi mano para besarla.

Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos, aquellos grandes nudos se han desatado y se han convertido en ruidosos quejidos prominentes de mí. No quiero perderlo, me niego. Tanto nos costo esta amistad para llegar a esto, a una dolorosa y triste despedida.

-Ven, dame un abrazo, eso es lo que más quiero -musita y me arrastra hacía él.
-¿Y si soy tu novia? -pregunto sin ser prudente.
La desesperación me ha llevado a este extremo.
-¿Qué? -pregunta asombrado.
-Si quieres hasta -busco las palabras-, nos casamos, sí, y así te quedas.

Chandler me observa estupefacto ante lo que he dicho. Es que me siento entre la espada y la pared, no quiero perderlo. Perdí ha Jason, si pierdo a Chandler me muero.

-Mi amor, ¿tanto quieres que me quede? -pregunta y besa mi mejía.
-Mucho más, vamos Chandler, acepta.
-Claro que sí, casemonos, pero nos vamos a vivir a Atlanta.
-No, es acá. Acá están mis estudios, mis amigos, casi todo.
-Menos yo -interrumpe.
-Chandler...
-_________, debemos aceptar las cosas. Ya están hechas, me has dejado asombrado con tu propuesta, y claro que si lo haría, sin titubeo lo hago -Apreta sus labios-. Pero no es lo que realmente quieres, solo lo haces por desesperación. Y creeme, me duele tanto dejarte y verte sufrir, odio verte así, lo odio, y estoy sufriendo tanto como tú, pero debo seguir mi destino.

Bajo mi cabeza. Él tiene razón, no he pensado lo que he dicho, pero me siento sin escapatoria, sin salida.

-Entonces ya está hecho ¿Mañana te vas? -pregunto con miedo.
Él asiente.

Y... me derrumbo en seguida, ya no, ya no puedo. Debo desahogarme con el llanto. No, no, no es justo, no es justo que las personas que más quieres se vayan.

-No -sollozo-, no -repito.

Chandler me envuelve una vez más en sus brazos, y me escondo en su pecho; mis lágrimas se secan en su camiseta azul y su olor, su perfume penetra por mis fosas nasales. Es la última vez... Levanto mi cabeza como un pequeño cordero lastimado y lo observo, las lágrimas caen en silencio por sus mejías y se pierden en sus labios.

Dos corazones destrozados...


Gracias por leer 💕

"Mi Mejor Amigo Es Chandler Riggs"  (Chandler Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora