"Mi Mejor Amigo Es Chandler Riggs" (Chandler Y Tú)

Capítulo XXXIX

Somos un desastre juntos.

Chandler ha tenido la grandiosa idea de venir al nuevo parque temático de Halloween -lo han inaugurado antes, por los fans del terror- Chandler es tan fan del terror que decidió traerme a este terrorífico parque. Me gusta el terror y la adrenalina que provoca al ver una película, pero vivirlo no, por favor.

Veo a muchos chicos gritar de la emoción, visten de colores oscuros, otros traen máscaras. Las chicas traen maquillajes extravagantes, y yo ahí, con una camiseta amarillo canario, unos shorts de mezclilla y una simple coleta. Chandler viste una camiseta negra con frases de terror, unos vaqueros y sus convers negros.

Chandler toma mi mano para navegar por ese mar de personas que azotan el aire con la emoción. Las puertas del parque se abren y los chicos entran corriendo a los puestos de ventas de tickets. Veo que Chandler camina pasivo junto a mi, frunso el ceño extrañada. Él sería el primero en correr para ser el primero.

-Yo iré a comprar las tickets -digo y levanto mi mirada para ver a Chandler que observa a la multitud de jóvenes.
Gira su rostro y me ve.
-Ya las conseguí -dice y guiña su ojo.

Ya decía yo... Las famosas amistades de él. Pongo mis ojos en blanco y dirijo mi vista a la ola de chicos gritando. Vemos tantas casas arregladas de acuerdo al tema de Halloween.
La casa sangrienta.
Corre que te atrapo.
¿Y si te arrastro al infierno? Uno de sus tantos lemas, al parecer.

-¿A cuál quieres entrar de primero? -pregunta Chandler mientras teclea algo en su teléfono.
-A... -Me quedo sin palabras por un rato. No quiero ninguna.
Él me observa y una sonrisa burlona se dibuja en sus labios.
-Ninguna ¿verdad? -pregunta con esa sonrisa de burla.
Le muestro una enorme sonrisa con mis dientes, una sonrisa incomoda y, eso no deja más lugar a duda que no quiero nada -siempre hago esa sonrisa con situaciones como estas- pero, venimos a disfrutar con Chandler, no quiero que piense que su mejor amiga es cobarde.
-Elige tú -digo y trato de sonar lo más segura posible.
-¿Segura? -pregunta y saca dos tickets de sus bolsillos traseros.
¿Si? Creo...
-Si... -dejo flotando esa respuesta dudosa-, vamos -añado.

Veo el cielo y éste comienza a nublusarse, ese hermoso celeste que tenía minutos atrás ha desaparecido y ahora esta color gris. A lo lejos se escucha un trueno, «oh, Dios» se me herizan los vellos y me escondo en los brazos de Chandler. Sí, le tengo miedo a los truenos.

Al aparecer este parque compró el tipo de clima para hoy. Poco a poco todo el cielo se pinta de un extremo color gris y a lo lejos se ven enormes líneas casi doradas... -Rayos-

-¡Que increíble! -exclama emocionado, Chandler-, ¿deberíamos entrar?
Asiento dudosa. Lo que se hace por los amigos...

Él toma mi mano y entramos a la casa con el hermoso lema de: Horror night. Oh, mi Dios... Me quedó sin palabras, esto esta terrorífico... Esta un poco oscuro, pero se llega a ver. Algunas paredes están destruidas, cuelgan retazos de tela color blanco con algo rojo ¿sangre? Del techo. Hay muñecas horrendas en le suelo, sus rostros desfigurados, las sillas de abuelita se tambalean de un lado a otro. Caminamos por un largo pasillo vacío; a lo lejos se escucha una larga carcajada que pone alerta mi cuerpo. Chandler camina delante de mí, y mis brazos han rodeado su cintura, mi rostro se recuesta sobre su espalda y cierro mis ojos. Él es mi guía.

-
Su brazo pasa encima de mi hombro y deja caer cierto peso. Mi mano rodea su cintura y recuesto mi rostro sobre su costado. Estas simples caminatas, estas cositas simples son las que me encanta.