El infierno tiene nombre.

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Me desperté escuchando la canción de "Descending angel" en el viejo despertador-radio de mi padre.

Me pesaban los párpados debido a que son las 5:12 de la mañana.

¿Que por qué tan temprano? Pues porque ese internado está a 2 horas de aquí y si queremos llegar para las clases debemos apurarnos.
Me duché y me puse una sudadera, (aunque haga calor me gusta llevarlas) y mis jeans negros rotos por las rodillas.
Bajé a tomar un café para despertarme un poco mientras Mikey se terminaba de duchar.
Bajaron mis padres a desayunar, se pararon en la puerta de la cocina mirándome con pena, dios, como odio ese tipo de miradas hacia mi persona.

-Gerard muchacho, ¿listo para el nuevo instituto?- preguntó mi padre dándome unos golpecitos en la espalda.

-Eso no es un instituto, es un internado religioso- dije remarcando la palabra "religioso".

-Vamos, no seas así, tu hermano y tú sois afortunados de poder recibir una educación digna, así podrás ir a una buena universidad- lo miré con odio.

-Esto es injusto, nadie me pidió mi opinión sobre esto, pero claro, nunca cuento cuando se trata de "mi bien"- hice unas comillas con los dedo- ¿tampoco cuenta Mikey en esto?- el nombrado apareció por la puerta sin saber bien que pasaba.

-Gee cariño- mi madre se acercó y me acarició la mejilla- cálmate todo estará bien, todo esto es por tu bienestar.- La miré y asentí solo para tranquilizarla.

-bueno chicos, es hora de irnos- dijo mi madre mirando su reloj- despedios de papá y coged las maletas, yo espero fuera- dicho esto se fue hacia la puerta.

-Muchachos, portaros bien, espero que no queméis el internado- soltó u a carcajada- y nos veremos en navidad supongo.- nos dio un abrazo.

-adiós- dije sin más sonriendo secamente.

Salimos a la puerta con las maletas y vimos a mamá que limpiaba el parabrisas del coche, nos acercamos y metimos las bolsas en el maletero.

En el camino no hablamos, yo estaba aún un poco "zombie" y Mikey se quedó dormido, mientras mi madre conducía en silencio. Decidí ponerme a escuchar música en mi wallman algo oxidado, me gusta hacerlo cuando es un viaje largo en coche. Cogí uno de los cientos de discos que metí en mi mochila y Decidí que "The smiths" era lo mejor para un viaje de 2 horas, pero me equivoqué porque en el momento en el que salió la canción de "asleep" me quedé dormido.

Desperté cuando noté una mano en mi hombro sacudiéndolo un poco. Abrí los ojos y vi a mi hermano delante de mí a punto de pegarme una torta en la mejilla, abrí los ojos como platos y reaccioné- Mikey! ¿Ibas a pegarme?- arqueé una ceja esperando la respuesta.

-oh vamos, era para despertarte, no hagas un drama- dijo sacudiendo su mano- ya hemos llegado.

Mi mirada se posó en el gran edificio que veía desde la ventana del coche ya estacionado y, mierda, es enorme, parece un poco antiguo y es de esos lugares que parecen sacados de las películas de terror. No, no, definitivamente esto no me gusta, moriré ahí dentro. La voz de mi madre me sacó de mis pensamientos.

-Chicos, hemos llegado, ¿a que es bonito el sitio?- nos miró con una sonrisa.

-Mamá, si muero ahí quiero pedirte que cuides de rayo de luna.-dijo Mikey.

-¿quién?- preguntó mi madre.

-mi unicornio.- dijo Mikey como si fuera lo más normal del mundo.

-hijo, me temo que los unicornios no existen.- dijo mi madre riendo.

-me refería al peluche que hay en mi cuarto... Y sí que existen!- dijo mi hermano enfadado.

-claro que sí Mikes- me burlé- y las hadas también.- me carcajeé en su cara.

-bueno ya vale, bajad del coche ya- dijo mi madre suspirando.- tengo que entrar con vosotros para rellenar unos papeles y hablar con la directora.- dicho esto caminamos hacia las grandes puertas del edificio, llamamos a un telefonillo que había en la pared.

-¿si?- dijeron desde el otro lado.

-Hola, soy la señora Way, la madre de Gerard y Mikey, hablamos ayer por teléfono.- dijo mi madre medio gritando.

-Ah si! Pase, pase.- sonó un click que indicaba que la puerta ya está abierta.

Nos dirigimos hacia el despacho de la directora, quien nos esperaba con una sonrisa en la puerta. La chica debía tener unos treinta y algo, llevaba el pelo rubio recogido en una cola y llevaba un vestido negro hasta las rodillas, tenía una sonrisa cálida y unos ojos azules muy bonitos.

-Buenos días, me llamo Bet y soy la directora de Desert Church Academy.- dijo sin borrar su sonrisa el infierno tiene nombre pensé.- vosotros debéis de ser los hermanos Way- extendió su mano y correspondimos- encantada chicos- se giró a ver a mi madre y volvió a mirarnos- bien chicos, necesito hablar con vuestra madre, podéis esperar aquí sentados si Gustáis- señaló unas sillas que había en frente del despacho, asentimos y nos sentamos mientras mi madre entraba con la directora a la habitación.

Llevamos 5 minutos sentados en este pasillo tan creepy y mamá se demoraba demasiado, Mikey está mirando un cuadro cualquiera y yo estaba muriendo por dentro. Me pasé las manos por la cara frustrado, deseando correr lejos de este sitio.

Un chico moreno y uniformado se sentó unos asientos mas lejos de mi.

-Eres nuevo ¿no?- preguntó el chico, lo miré y asentí.

-Me llamo Pete Wentz- se levantó y me extendió su mano.

-G-gerard- dije tartamudeando.

-¿y este?- dijo señalando a Mikey.

-Mikey, mi her-hermano- dije con la mirada en el suelo.

-holap- dijo Mikey estrechando la mano de Pete.

En ese momento mi madre y la directora salieron del despacho.

-Bien Donna, todo en orden, pueden empezar las clase hoy mismo, con suerte después del recreo- sonrió la directora, estrechó la mano de mi madre y se giraron hacia nosotros.

-Wentz, tú otra vez, el año pasado prometiste que no volverías a meterte en líos- dijo la directora- ¿qué hiciste esta vez?- Pete le sonrió.

-vamos, Bet- hizo un puchero- sabes que el profesor de álgebra me tiene manía- la directora se rió.

-sabes que aún así tengo que castigarte Peter- dijo la mujer.

-otra vez a la sala de castigados, sip, lo pillo- hizo el intento de irse.

-Alto ahí Wentz- levantó la mano- ese no será tu castigo- sonrió y nos miró a mi y a mi hermano.- Serás el guía de estos dos chicos- Pete bufó- y no seas mala influencia- volvió a reír.

-Bueno chicos tengo que irme- dijo mi madre, Mikey y yo la abrazamos- chicos, nos vemos en vacaciones- nos dio un beso y se encaminó a la salida.

-Bien, éste es vuestro horario de clases- nos extendió unos papeles a cada uno- Mikey, tu estas en la clase 123, Pete te guiará hasta allí, y Gerard, tú estás en la clase de Pete.- Pete me miró emocionado.

-Genial! Por fin alguien con quien sentarme!- yo sorreí ampliamente, creo que hice un amigo, que fuerte.
-iremos a las habitaciones para que soltéis las maletas, y luego damos una vuelta por aquí hasta que tengáis que ir a clases.- dijo Pete agarrando mi mochila- JODER MISFITS!- gritó Pete, Bet le fulminó con la mirada y el le sonrió en modo de disculpa.
-tío, tú y yo best fucking friends forever- me reí ante lo dicho por el moreno. Mikey me tocó el hombro.

-chicos, estoy aquí- dijo mi hermano haciéndose notar. Le di un codazo y se quejó haciendo un puchero.

-Venga chicos- rió pete- será un día entretenido.- comenzamos a caminar por el pasillo vacío debido a que todos los alumnos están en primera hora de clase.

Mama we all go to hell.(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora