The carpal tunnel of love.

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[Narra Frank]

Él desvió la mirada, mirando a la pared vacía, todavía con la boca tapada y sin pestañear, yo estaba igual, asimilando la "pelea" tan rara que habíamos tenido.

Pasamos un buen rato así, callados y sin mirarnos. La tensión se podía cortar con un cuchillo, y yo ya me estaba mordiendo las uñas debido a lo nervioso e incómodo que estaba. De repente Gerard se levantó, dirigiéndose a su litera y sentándose en su cama, abrió su cuaderno y se puso a dibujar, ignorándome.

-¿no vamos a decir nada?- le dije mirándolo desde donde me encontraba.

-¿qué quieres que diga?- dijo con un hilo de voz sin despegar su vista de su cuaderno.

En ese momento me arté, me dirigí a la litera con paso acelerado y enfadado. Me subí a su cama, él me miraba confundido, me lo pensé un segundo, puse una de mis manos en su nuca y le atraje a mí, juntando nuestros labios con rudeza.                                                                                           Al principio no me respondía, se intentaba alejar, pero yo le atraje más a mí hasta que se rindió y me respondió el beso.

Cuando se dejó hacer, intensifiqué el beso. Él se veía inexperto, pero aún así el beso fué uno de los mejores que me han dado en la vida. Se sentía tan jodidamente bien besarle, tenía ganas desde hace tiempo. Fué lento y tierno al principio, pero ahora se ha convertido en un beso más desesperado. Lamí sus labios para que diera paso a mi lengua, y eso hizo. 

El beso era ahora más húmedo, más sucio. Mi lengua recorría su boca y viceversa, mordí su labio inferior, cosa que le hizo soltar un gemido. Automáticamente me ecapriché de sus gemidos, eran tan jodidamente sexys. Lo hice nuevamente y soltó otro gemido, cosa que me puso bastante caliente.

Nos separamos y nos miramos a los ojos con las respiraciones agitadas, no me aguanté y le volví a besar con la misma intensidad. Lo fuí recostando en la cama lentamente, quedando yo encima. Pasé mis manos por debajo de su sudadera, acariciando su piel suave y pálida.

Todo iba bien, hasta que apartó mis manos de su cuerpo agarrándome las muñecas, le miré extrañado con la respiración agitada y el pelo revuelto. 

-Frank... ¿qué pretendes?- me dijo enderezándose en la cama.

-¿ah?- le pegunté enderezándome para quedar sentado a su lado.

-que... ¿qué pretendes...conmigo?- me dijo jugando con sus manos.

-pues... no sé, me gustas en serio...- me miró a los ojos- pero si te refieres a tener algo serio...- bajó la mirada otra vez.

-no quieres nada serio ¿verdad?- me volvió a mirar sin ninguna expresión en su cara.

-no lo sé, es todo muy... repentino.- asintió lentamente mirando a sus manos.

-Gerard... ¿me darás tiempo para pensarlo?- le pregunté, él asintió y le abracé.

-gracias.- le dije en su oído.

-de nada, ahora... ¿me dejarás ducharme?- me dijo separándose de mí.

-si...- dije bajando de su cama y dirigiéndome a la puerta.

Al salir, pensé en qué estaba haciendo, en qué iba ha hacer. Si le digo que sí a tener algo serio, podría acabar muy mal; en cambio si le digo que no, pierdo la oportunidad. Decidí que mejor lo consulto con la almohada. Me dirigía a mi habitación a echar una siesta, abrí la puerta y lo que ví no fué nada agradable de ver.

-AAAAH!!!!- grité cerrando la puerta quedándome en el pasillo con cara de trauma. Resulta que Pete no bromeaba con lo de que Patrick y él follaban siempre que estaban solos en alguna habitación.- que     fuerte.- me dije a mí mismo.

-eh... enano...- dijo Pete saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras él.- tú... no has visto nada.- me dijo nervioso. 

-vale... tienes la camiseta al revés.- le dije señalando la etiqueta.

-oh... gracias.- me dijo mirándola.

-de nada... esto... ¿puedo entrar?- señalé la puerta.

-Patrick se está vistiendo.- dijo mirando el suelo. Asentí y esperamos a que saliera.

Cuando por fin salió, le dió un beso a Pete y a mí me miró mal, después se fué a su habitación. Me fijé en que andaba gracioso, no me aguanté y me reí.

-¿de qué te ríes?- me preguntó Pete.

-buen trabajo Wentz. Calculo que no se podrá sentar en una semana por lo menos.- dije aún riéndome. Pete se ruborizó y me pegó en el brazo riéndose también.

-no digas eso... hice tan buen trabajo que no se sentará por lo menos en dos.- dijo riéndose aún más que yo.- buno ya vale- dijo parando de reír.- ¿cómo te fué con Gerard?- me dijo moviendo sus cejas. Le pegué en el brazo y se rió.

-no todos tenemos una mente tan pervertida como la tuya.- le saqué la lengua y me reí.- tuvimos una pelea.- le dije dejando de reír.

-wow, ¿y ya está?- me preguntó sorprendido.

-no... nos besamos.- me puse rojísimo y bajé la cabeza.

-no jodas... cuenta, cuenta.- me dijo cogiéndome del brazo y haciéndome entrar en la habitación.

-pues... nos besamos y... me gustó, así que lo volví ha hacer...- él me miraba con cara de pervertido.- pero... él me preguntó que qué pretendía...- me miró con una ceja levantada.

-eso quiere decir que si ibas en serio o no.- le miré con cara de "no-me-jodas"- sólo aclaro las cosas.- dijo encogiéndose de hombros.

-bueno, el caso es que él busca algo... serio, y yo no.- le dije a Pete sin rodeos.

-joder Frank, tener algo serio por una vez en tu vida no te hará daño, es más, es lo mejor que hay.- me dijo emocionado- mira, por ejemplo, yo tengo algo serio con Patrick y, aunque lo tengamos que llevar en secreto, soy jodidamente feliz.- me dijo sonriendo.

-ya, pero ¿qué pasa si salgo jodido?- dije tumbándome en la cama.

-realmente desconfías de la gente... a ver, no puedo asegurarte que no saldrás jodido, lo que te puedo asegurar es que no hay nada mejor que tener a alguien a tu lado, apoyándote siempre y queriéndote a pesar de todo.- me quedé pensando, mirando al suelo, sin pestañear, mientras Pete me daba unos golpecitos en la espalda antes de levantarse e ir a su cama.

-Pete... ¿ésta noche saldremos?- le pregunté sin levantar mi vista. 

-seep. Melanie ha hecho galletas, así que iremos a su habitación hoy. ¿por?- me preguntó desde su cama.

-por nada.- mentí. Pues tenía la intención de besar a Gerard ahí. Sonreí, porque aún notaba el cosquilleo en mis labios.

Mama we all go to hell.(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora