La idea.

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[Narra Frank]

Claro, ¿cómo no se me ocurrió antes? que genio soy... Tengo que hablar con Oliver cuanto antes. El caso es éste, sé dónde está el sitio de mis sueños, y pienso ir. Pero para eso... hay que escapar. Escapar de éste internado es lo que todos los de aquí desean, pero no es tan fácil... se necesita un plan, no vasta con saber dónde está la salida, se necesita conocer los alrededores, dado que puede ser peligroso... pero no hay nada imposible, juntando el plan del otro grupo, con nuestro conocimiento del túnel y los alrededores, podremos organizar una buena huida.

Me dirigía a la habitación de Andy y Oliver, y... otra vez esa música ¿me estaré volviendo loco? ésta vez era más baja, y se escuchaba algo como "i'd kill myself to make everybody pay" decidí ignorarlo y concentrarme en mi idea.

Llamé tres veces, y esperé impaciente a que me abrieran. Salió Andy con el pelo revuelto y cara de sueño.

-¿qué haces aquí?- me preguntó confundido. Iba a responderle pero Oliver salió en las mismas condiciones que Andy.

-¿y tú que quieres?- me preguntó molesto, acto seguido, le cogió de las caderas a Andy, apegándolo más a él.- mío.- dijo besando el cuello de éste... yo sólo rodé los ojos.

-relájate, no vengo a quitarte a tu... lo que sea... vengo a... hablar con vosotros.- se lo pensaron un segundo, pero me dejaron pasar.

-¿y bien?- preguntó Oliver impaciente.

-tengo una idea... pero para llevarla a cabo necesito vuestra ayuda.- Oliver se acercó a mí y me agarró del cuello de la camiseta.

-¿y qué ganamos nosotros con eso?- me preguntó intrigado, yo sonreí y le quité las manos de mi camiseta.

-a cambio, sabréis dónde se encuentra el túnel... ¿queréis escapar... no?- le dije mirándolos, ellos asintieron sonriendo maliciosamente.- pues... necesito escapar con vosotros. Con vuestro plan y mis conocimientos de los alrededores, será pan comido.- se miraron entre ellos, dudando de si confiar en mí o no.

-¿por qué deberíamos creerte? a lo mejor es una venganza...- dijo Andy.

-porque yo también quiero salir de aquí, quiero escapar, así mis padres se librarán de mí sin pagar ni un céntimo...- dije mirándole.- a demás, sin mí no podréis hacerlo.- les dije sonriendo.

-está bien... el plan aún no está terminado... estará más o menos para navidades.- me dijo Oliver desanimado.

-aprovechemos esa bonita época del año para hacerlo.- les dije sonriendo maliciosamente.

-si nos ayudas, podremos salir antes.- dijo Oliver alejándose de mi. Sonreí maliciosamente y asentí. Oliver sacó unos papeles de debajo de su cama, poniéndolos en el suelo y sentándose frente a ellos, Andy y yo hicimos lo mismo.

-¿éste es el plan?- les pregunté mirando los papeles del suelo.

-así es, verás, necesitaremos dinero, para comenzar de nuevo... eso es lo único malo... por lo demás está todo casi listo. Toda ésta zona está desierta, tan sólo hay bosque y campo, pero a una hora de aquí, hay una estación de autobuses, el billete es barato, cuesta $5, el autobús nos llevaría fuera de la ciudad, donde siempre pasa un tren de esos que carga de todo, nos meteremos en un vagón de carga que nos llevará lo suficientemente lejos como para que no nos encuentren. Podremos empezar de nuevo, buscar un trabajo, ser felices.- terminó de explicar Oliver.- todos los que estamos aquí, hemos sido abandonados por nuestros padres, los que se supone que deberían cuidarnos y querernos. Pero no es así, ¿sabes? a mí me pegaba mi padre. Y por plantarle cara cuando golpeaba a mi madre, me metió aquí... pero eso se acabó.- dijo golpeando el suelo con el puño.- Todos merecemos una segunda oportunidad, y no la tendremos si nos quedamos aquí encerrados hasta los 21.- me dijo mirándome.- por suerte, con 17 años, podemos coger un autobús sin un adulto.- intentó reír, pero le salió mal.

-tienes razón, no creo que a mi madre le importe mucho dónde se mete su hijo "gay", para ella siempre he sido una vergüenza, por eso quiero desaparecer. Los padres son un asco, no les importamos, por eso nos metieron aquí.- dijo Andy molesto.

-bien, comparto vuestro dolor, y sé perfectamente que no les importamos, lo que pasa es que tienen que "cuidarnos" al menos hasta los 18, se creen que les pertenecemos sólo porque somos de su misma sangre. Pues no, estoy harto, quiero irme, me voy a fugar, voy a comenzar de nuevo y Gerard vendrá conmigo.- dije levantándome. Oliver se levantó y me extendió la mano.

-¿paz?- me preguntó con una sonrisa sincera.

-paz.- le dije estrechándole la mano.

-confiamos en tí, ¿crees que ésta noche podrías enseñarnos el túnel? hay que estudiarlo bien.- me dijo volviéndose a sentar.

-esta noche os llevaré al túnel.- dije sonriéndoles.- quiero que me mantengáis informado... ¿de acuerdo?- ellos asintieron, y yo me dirigí a la puerta.

Al salir y cerrar la puerta, choqué contra alguien. Cuando me separé y miré quién era me quedé helado... era una mujer, rubia, delgada y tez blanca.

-chico, más cuidado.- dijo con un acento muy extraño.

-lo siento señorita...- no sabía quién era, puede ser una nueva monja o algo...

-Yolandi.- dijo sonriendo extendiéndome la mano. Yo la estreché.

-Frank.- la analicé de arriba abajo, parecía una yonki, pero con buen aspecto... yo me entiendo.

segundos después salieron cuatro personas más de la habitación misteriosa, donde se escuchaba aquella extraña música. Los reconocí a instante: el reverendo Bryan, el profesor de música Jeordy, el profesor de gimnasia Watkin y una señorita muy atractiva que no conocía.

-querida, tenemos que volver ya, o las chicas se descontrolarán.- dijo la chica que no conocía. Realmente era atractiva: pelo negro y brillante, tez pálida, pómulos perfectos, tenía como un estilo "años 50".- oh, hola.- dijo mirándome... su voz era tan suave y seductora...

-ho-hola- dije tartamudeando, sin mirarla directamente a los ojos.

-Dita, le intimidas.- dijo Yolandi.- anda vámonos, encantada Frank, si nos disculpas, tenemos que volver a la residencia de las chicas.- así que de allí venían, por eso no me sonaban.

-adiós.- les dije sonriendo falsamente. Vi como el reverendo y los otros dos profesores ya no estaban detrás de mí, y cuando me dí la vuelta, las chicas tampoco.

Esto ha sido muy muy raro. ¿Serán ellos los de la música? espera, ¿el reverendo escucha esa música? ¿como es que ahora se junta con esos profesores? ¿por qué en esa habitación?...

Calambre cerebral, demasiadas preguntas... seguro corregían exámenes, sí sólo eso, y la música esa los relaja, sí, será eso...

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Nota:

No sé si sepáis quién es Yolandi o Dita von teese, o Bryan, o Jeordy, o Watkin... seguro que conocéis a algunos de ellos y no os dais cuenta... :v

(Yolandi y Watkin pertenecen al grupo de Die antwoord, los demás, no os lo voy a decir).

Pd: el título no tiene nada que ver con My chemical romance... De verdad...

Mama we all go to hell.(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora