Mama we all go to hell.(Editando)

Misa.

[Narra Frank]

Al entrar en la habitación eran las 4 de la mañana, habíamos llegado antes porque todos estábamos cansados. Me tiré a la cama con ropa, aunque sabía que no iba a pegar ojo. Y todo ésto por culpa de Gerard, Gerard y su piel perfecta, Gerard y su pelo azabache, Gerard y su todo. Me había confesado que yo le gustaba y yo me quedé en shock. 

No voy a mentirme a mí mismo, me atraía Gerard, pero... no quiero meterme en problemas, y ser gay en un internado católico es uno, muy, muy gordo. Pete a lo mejor puede soportarlo, porque se nota que está enamorado de Patrick, pero yo no iba a arriesgarme por una simple atracción. Aunque sentí un cosquilleo y un concierto en mi estómago cuando me besó y aún sigo sintiendo ese cosquilleo en mis labios. ¿es ésto normal? no. 

No sé qué hacer, ahora sí que será incómodo entre nosotros y no podremos actuar como si nada. Quizás Pete sepa qué hacer.

-oye Pete...- pero la única respuesta que obtuve fué un ronquido. Si, Pete había caído rendido en su cama. Suspiré e intenté dormir algo, aunque dudo que pueda.

Me despertaron unos golpes fuertes en la puerta, me levanté con dificultad y abrí la puerta, encontrándome a María, una de las monjas que vigilan nuestro pasillo.

-alumno Iero, le aviso que la misa empieza en media hora, póngase ropa decente o el uniforme y baje.- la miré con asco y asentí, cuando por fin se fué a avisar a los de la habitación de al lado, cerré la puerta. 

Fuí hacia la cama de Pete, y me tiré encima suya.

-Pete, despierta... misa.- dije desganado. Pete se removió debajo de mí y gruñó.

-¿misa?- me preguntó adormilado.

-misa.- dije de la misma manera.- así que levanta, que hay que adorar a un dios de dudosa existencia.- dicho ésto me levanté y entré al baño a ducharme.

dejé que las gotas cayeran sobre mi piel desnuda, me tranquilizaba demasiado. Pero entonces recordé que teníamos prisa y aceleré el proceso. Salí con el pelo mojado para vestirme rápido, dejando a Pete entrar a ducharse.

Cuando ambos estábamos listos, salimos de la habitación para dirigirnos a la misa. En el camino nos encontramos a Patrick, Gerard, Ryan y Spencer. Bajábamos en silencio, intercambiando miradas nerviosas unos con otros.

Al llegar me senté en uno de los bancos, al lado de Pete y Patrick. Busqué con la mirada a Gerard, pero no lo veía por ningún lado, hasta que miré hacia un lado, estaban en el banco de enfrente, en una esquina, hablando de algo. Me acerqué un poco, tenía curiosidad.

-RyRo... no sé.- dijo Gerard dudoso.

-pero Gee, yo te quiero... podrías darme una oportunidad...- dijo suplicando. ¿espera, qué? 

-Ryan... no sé si es buena idea.- dijo Gerard.

-claro que sí, seremos discretos, como Pete y Patrick.- yo estaba escuchando toda su maldita conversación, aunque hablaran bajo. Estaba que echaba humo, ¿en serio piensa ese intento de emo que Gerard saldrá con él? no lo creo, a Gerard le gusto yo.

-Ryro... no es eso... es que...- Ryan lo interrumpió.

-está la otra persona, lo sé, lo sé, pero Gee, esa persona te rechazó. Yo en cambio puedo hacerte feliz.- dijo Ryan. YO NO LO RECHACÉ! ¿o sí?... mierda.

-Ryan, en serio, no sabes lo que dices, no me querrías si lo supieras todo de mí- dijo Gerard. Yo sí... no! ¿pero qué digo? controla tu mente Frank.