Capítulo 2

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—¿No la reconocen? Es su querida Polly Pocket.

—¿Molly?—dice Sam.

—Sí, alce. La queridísima niña de los Winchester está en manos de Crowley. ¿Creyeron que ella tendría un final feliz? ¿Que viviría lejos de todo esto?

—Si te atreves a ponerle un solo dedo encima, juro que...—amenaza Dean, pero Crowley lo interrumpió.

—¿Qué harás? No pueden detenerme. Además, yo que ustedes me apresuraría en llegar. Son casi 22 horas de viaje hasta Orange. ¿Saben qué? Les dejaré jugar a los detectives e intentar reparar lo roto, queridos.—corta la llamada.

(...)

—¿Cómo sabremos qué casa es?—pregunta Dean manejando y viendo las casas.

Habrá muchos policías.—contesta Sam.

Ambos tenían puestos sus trajes de agentes del FBI e identidades falsas.
Y tal como lo predijo el menor de los Winchester, hubieron muchos policías entrando y saliendo de la casa de Molly, al igual que una ambulancia y algunos paramédicos.

Bajaron del auto y miraron a todos lados, observando la escena, pero sobretodo, buscando a Molly.
Mostraron sus placas con identidades falsas para que los dejaran pasar y así lo hicieron.

Al entrar a la sala, vieron que había sangre en suelo y tres cuerpos tapados con mantas. Dean tragó saliva, no querría ni imaginar que alguno de ellos fuera Molly, quiso acercarse para asegurarse, pero un shérif se interpuso en su camino.

—¿Ustedes son? —pregunta el anciano mirándolos a ambos.

Agente Peters y agente Brown.—presenta Dean.

El canoso asintió con la cabeza.—Es una masacre, —empieza mientras caminaba y los otros dos le seguían el paso.— no puedo imaginar qué clase de enfermo mental podría hacer algo como esto.

Crowley.—susurra el rubio y luego tose para disimular.

—¿Toda la familia fue asesinada?—pregunta Sam.

No, —niega y ambos hermanos exhalaron.— solo los padres. Eran buenas personas.—se acerca a dos de los cuerpos y levanta los cobertores.—Les cortaron la garganta y luego llenaron un balde con su sangre.—cuenta con pena y luego se acerca a otro cuerpo.—A este chico le arrancaron la cabeza.—muestra solo el cuerpo.—Y todo esto ocurrió delante de la pobre muchacha.

Hijo de perra.—murmura Dean con odio.

Y, ¿dónde está la chica? —pregunta el castaño frunciendo el ceño.

Arriba, en su habitación, es la de al fondo. No habló mucho y no quisimos presionarla. Una psicóloga vendrá a hablar con ella luego, pueden interrogarla; pero si se altera, deben retirarse. Esa niña ha pasado lo que no le desearía ni a mi peor enemigo.

Los Winchester asintieron con la cabeza y subieron las escaleras para dirigirse a la habitación de la castaña.

Cuando llegaron a la puerta, volvieron a encontrase con Molly, quien estaba sentada tapada con las sábanas de su cama y mirando a un punto fijo.
Sam tocó despacio la puerta y la chica dirigió su mirada hacia ellos con un poco de miedo.

The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora