The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡

Capítulo 12

—Encontré una manera de ayudar a Cas.— avisa el castaño girando con su silla hacia el lado de Molly. —Pero, sigo sin entender por qué se fue, es decir, el búnker es el lugar más seguro de la tierra para él. Todos esos ángeles lo están buscando.

Molly hizo una mueca.

—Cas dijo que no quería ponernos en peligro, así que se fue.— miente el rubio bajando las escaleras de entrada, con unas bolsas llenas de comida y otras de películas. —Pero, si tienes una manera de cómo ayudarlo, soy todo oídos.

—Bien, ah,— empieza. —Kevin dijo que la tabla se encendió como árbol de Navidad, cuando los ángeles cayeron. Resulta que todos esas luces rojas eran los lugares donde cayeron, quizás podemos alejarlos de Cas.

—¿Es un rastreador de ángeles?— pregunta Molly.

—Exacto, podríamos usarlo así. Descubrí que esto— señala el gran mapa electrónico. —es solo una parte de una computadora. —cuenta entusiasmado. —Entonces, seguí los cables que habían abajo y no creerán lo que encontré.

Molly sonrió por la emoción que tenía Sam con su hazaña.

(...)

—Gomas...— dice Molly viendo la gran computadora.

—Pensé lo mismo cuando entré aquí.— cuenta el castaño riendo un poco.

—¿Esto es una computadora?— interroga Dean viendo la gran máquina.

—Sí, y fue construida en 1951.— añade el castaño. —pero, no está conectada a nada, no entiendo qué la hace funcionar.— se acerca a la máquina junto a los otros dos.

—Aquí está caliente.— señala el rubio tocando una parte. Toma un destornillador y con este intenta arrancar una pequeña puerta, donde la temperatura era mayor al resto del sistema.

—¿Necesitas ayuda?— pregunta Molly preocupada por la expresión de fuerza que aplicaba el rubio.

—No, gracias, estoy...— sigue empujando.

—Yo creo que sí.— dice la castaña para luego hacer presión en la herramienta con su dedo índice, ocasionando que al abrirse la puerta, Dean fuera contra un estante detrás de él, y aunque el objeto mencionado no se haya caído, un contenedor transparente con una sustancia dudosa en su interior empezó a derramarse. —Listo.

—¿Tienen idea de cómo funciona esto?— pregunta el mayor de los tres observando las confusas conexiones y luces de aquel sistema.

—Creo saber quien sí.— asegura Sam.

Molly frunció el ceño sin entender.

(...)

—Miren quién llegó.— avisa el menor de los Winchester bajando las escaleras. Detrás de él entraba una sonriente pelirroja.

—¿Qué pasa, perras?— saluda Charlie a Dean una vez que estuvo en el suelo.

El rubio la recibió con una abrazo.

—Gracias por venir.— agradece Dean.

—Siempre. Además, me despidieron del trabajo la semana pasada.— explica haciendo una mueca.