The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡

Capítulo 1

—No hay registro de Molly. —dice Sam mirando la computadora.—Ya revisé en las redes sociales, buscamos en las actas de nacimiento de algunas ciudades donde podría estar.

Dean cerró los ojos con fuerza y luego volvió a mirar a su hermano.
—Quizás estamos omitiendo algo, no pudo desaparecer sin dejar rastro.

—Dean, —empieza el de cabello largo mientras cerraba su laptop.— los únicos datos que hay son sobre su desaparición. Quizás debemos aceptar que Molly...

—No, Sammy, quizás Castiel la curó y ella está bien, solo debemos seguir...

—Dean, fuimos a su casa —alzó la voz el menor y con seriedad, mirándolo a los ojos habló.—Demolieron su casa. Me gustaría creer que hay alguna manera de... —apretó los labios.—Molly se fue, Dean.

Esa discusión había sido días después de la desaparición de Molly. Las semanas siguientes resolvieron algunos casos, mientras esperaban que la segunda prueba fuera descifrada y así fue, "rescatar un alma del infierno", con algunas dificultades en el camino, devolvieron a Bobby al cielo. Aún estando tan cerca de terminar la prueba, Crowley se encargaba de hacerles insoportable el proceso, secuestró a Kevin; pero al final, con la ayuda de Metatron, un ángel escriba, lo recataron y al mismo tiempo obtuvieron la otra mitad de la tableta demonio. Ahora ya tenían dos pruebas hechas, solo quedaba una "curar un demonio" y debían averiguar cómo hacerlo lo más pronto posible, puesto que la salud de Sam iba empeorando.

—¿Curar un demonio? Considerando que no sé qué significa, cuando termines con esto mejorarás ¿verdad? —dice Dean manejando junto a su hermano. Viajaban en la carretera acompañados de la oscura y fría noche.

—Eso espero.

El rubio volvió a mirar al camino y vio en medio del camino a un hombre tirado en el suelo. Desvío el auto hacia un lado y luego lo detuvo para segundos después bajar de el vehículo. Las luces alumbraron a aquel necesitado, era Castiel y estaba herido.

(...)

—Y, ¿cómo te sientes? —pregunta Dean pasándole unos papeles con registros a su hermano.

—¿Honestamente? Todo el cuerpo me duele. Siento náuseas y muero de hambre al mismo tiempo. —contesta ordenando los papeles. — y todo huele a carne podrida.

—He pasado por esa resaca.— confiesa el rubio y Sam lo miró frunciendo el ceño.—El jäger, amigo... —niega con la cabeza. —toma un descanso, ve a tomar aire.

—No, la única manera que descanse es terminando con esto.

—Bien, iré a traerte comida para que tengas fuerzas.—avisa Dean y va en camino a la cocina. Castiel apareció de pronto en la entrada de la biblioteca.

—Buenos días.—saludó, mas Dean lo ignoró y siguió caminando.

—Cas.—dice Sam dejando de ver los papeles. El ángel se acercó a la mesa y acercando una silla se sentó.

—Hola, Sam.

—Quizás Dean no te diga nada, pero yo quiero hacerte una pregunta, ¿qué sucedió con...