The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡

Capítulo 3

—¿Dean? —dice mirándolo fijamente.

—Molly...—nombra el rubio sin poder creérselo.—Me recuerdas.

La chica asintió con la cabeza y lo abrazó fuertemente, a lo que Dean correspondió de la misma manera.

—Te extrañé tanto.—admite la castaña.

—Yo también, Molly.

Se separaron y se sonrieron. Entonces llegaron unas enfermeras con la agitación de haber corrido.

—¿Qué sucedió aquí?—cuestiona mirando al rededor. —Señorita Sarah, no debería estar de pie. —aconseja acercándose a la muchacha.

Molly miró la camilla y luego voltea a ver a la señora.—Ah, claro, esa soy yo.—Se da cuenta riendo.—Disculpen.—dice golpeando levemente su frente. —Estoy bien, en serio.

—Bien, pero debe reposar. —habla y ambas mujeres se retiran.

—¿Y Sammy? —pregunta a Dean, luego mira por encima del hombro del rubio y su sonrisa se ensancha. —¡Pelucón! —grita corriendo hasta el muchacho, quien recién había llegado a la puerta.

Al principio Sam frunció el ceño y luego reaccionó. —Molly, ¿qué? ¿Cómo? —pregunta mientras la chica lo abrazaba. Respondió el gesto y rió de la impresión.

—¿Terminaste las pruebas? —interroga separándose de él.

—No, en eso...—fue interrumpido por su propia tos, por lo que puso una mano en su boca. Molly frunció el ceño. —en eso...—quiso hablar, pero volvió a toser y vio en su mano gotas de sangre.

—Dios. No estás bien.—dice preocupada y voltea a ver a Dean. —Está pálido. ¿Qué sucede?

—Iré al baño.—avisa retirándose.

—Él no está bien. ¿Tiene alguna especie de tos maldita o algo?

Dean negó serio con la cabeza.
—Las pruebas le están haciendo esto, pero creemos que al terminarlas volverá a la normalidad.

—Pues, bien, ¿en dónde empezamos?

—Oh, no, no.—niega.—Tú te quedarás aquí.

—No, Dean, ya no soy una niña. Puedo ayudar.

—Tienes una vida aquí, Molly.

—Y esos demonios la destruyeron.—dice con enojo.—Dean, no me queda nadie más que ustedes dos.

—Molly, no quiero ponerte otra vez en peligro. Yo te vi morir.—habla alzando un poco la voz.—y no podría verte otra vez así.

La chica tragó saliva.—¿Recuerdas lo que me dijiste cuando me enteré que mi hermana murió?

Dean la miró triste.

—Dijiste que ahora los tenía a ustedes, que no me dejarían sola. No lo hagas otra vez, por favor.

—Molly...