Capítulo 5

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—¿Y cómo va todo por ahí dentro? ¿Sam sigue ahí?— pregunta Dean mirando a quien exteriormente era su hermano, pero por ahora, tomaba el control un ángel, quien detuvo su paso y con el ceño fruncido le respondió.

—Sí.— afirma observando al rubio y a la castaña.

—¿Y él va a despertar?— esta vez interroga la muchacha.

—Sí, lo hará.

—Ahora, ¿qué le vamos a decir sobre lo que pasó?— cuestiona Molly mirando a Dean, quien frunció el ceño pensando. No quería mentirle a su hermano, pero si era necesario para que esté a salvo, lo haría.

—Puedo borrar todo eso.— dice el ángel.— No recordará que estuvo aquí.

—¿Dean?— nombra la castaña dejando que el mayor de los Winchester tomara su decisión.

—Si él se da cuenta que estoy aquí, podría expulsarme y morir.— recuerda.

Dean exhaló y miró a Molly a los ojos.
—¿Qué tan buena eres para ocultarlo por un tiempo, Molly?

—Lo suficiente para no dejarlo morir.

—Bien. Hazlo.— ordenó al ser celestial.

(...)

Dean conducía mirando hacia adelante y con el ceño fruncido aún presente en sus facciones. La descripción puede ser muy simple por fuera; pero en su interior, tenía el peso de la preocupación y culpa. No quería que su hermano muriera, pero también estaba el hecho de que millones de demonios seguían caminando sobre la tierra. Necesitaría una solución. Y entonces lo tuvo, literalmente, aún tenía a Crowley en la cajuela del impala.

Molly estaba dormida en los asientos traseros con los audífonos puestos y una pequeña manta. Había sido agotador no pegar un ojo en los últimos días, sin embargo, sabía perfectamente que era el precio de ser una cazadora.

Por último, tenemos a Sam, quien como siempre estaba en el asiento del copiloto y por fin, empezaba a despertar. Abrió los ojos como si todo lo anterior se hubiese tratado de un sueño. Parpadeó algunas veces para aclarar su visión y cuando lo estuvo, miró a su hermano, quien había notado su despertar.

—¿Sam?— preguntó el rubio.

El nombrado frunció el ceño. 
—¿Quién más?

El mayor de los hermanos exhaló relajado.

—¿Cómo te sientes, hermano?

—Bien, me siento bien.— contesta acomodándose en el asiento. Volteó a ver a los asientos para encontrarse con aún una dormida Molly.— ¿Estuviste conduciendo desde la iglesia?— interroga volviendo la mirada a su hermano, quien hizo una mueca de aceptación.

—Algunos turistas te tomaron fotos y no tocaron más de lo necesario.— contesta divertido.

Sam rodó los ojos y negó con la cabeza.

—¿Aún crees que Molly debería quedarse? Me refiero, a tener una vida de cazador.— cuestiona Sam un poco preocupado.

—A mí tampoco me gusta la idea; pero...— frunció el ceño.— tomó una decisión. Ella está aquí por la misma razón que nosotros, Sam. Dijo que no quería que otras personas tuvieran que pasar lo mismo que ella. Además, estamos nosotros para protegerla.

The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora