Capítulo 25

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Aquel especial álbum yacía sobre la cama, con las páginas repletas de fotografías con recuerdos preciados desde que tan solo tenía doce años. Colocó un poco de pegamento en una fotografía, para luego adherirla al final de una hoja. Ya quedaban pocas por llenar. Necesitaría otro álbum.

Retrocedió hasta el inicio y una sonrisa se formó en sus labios. Recordaba aquel momento con claridad. Su primera foto en el búnker, cuando le había mentido a Dean que había chocado el impala. La expresión en su rostro gravado era única. Se le escapó una corta risa. Sintió la alegría recorrer su interior. Luego avanzó a las siguientes. Estaban ella y Sam leyendo en la biblioteca, Dean la había tomado. También una en la que le había tomado a Sam mientras dormía boquiabierto y Dean sonreía a la cámara mientras le echaba sal en la lengua. Luego observó otra donde estaban los tres, el día de la presentación de padres e hijos, cuando se sintió tan orgullosa de tenerlos a ambos. Y claro, sin olvidar, que ese día pudo darle su merecido al niño que siempre la molestaba. Otra foto de ella misma haciendo una mueca exagerada sacando la lengua junto a Sam. Luego recordó, cuando se separó de los Winchester por siete años. Cuando los borraron de su memoria. Cuando Crowley asesinó a sus padres. Su semblante se tornó serio y avanzó rápidamente a la siguiente hoja buscando omitir aquellos pensamientos.

Esta vez, las imágenes mostraban a una Molly mayor, junto con los Winchester y todo el elenco de teatro de "Sobrenatural". Incluso Becky aparecía sonriendo. Ya no le desagradaba, claro, Sam le había asegurado que él no sentía nada más que una especie de rara amistad por Becky. Y, ella parecía inofensiva, resultó que al final ella aceptaba que Molly y Sam salieran. Incluso se alegraba que el Winchester por fin haya encontrado a alguien que lo entienda, en todas las formas posibles.

Pero de repente, la realidad la golpeó de manera desprevenida. Intentó pensar en el lado positivo de la situación actual. Sam y Dean empezaban a mejor sus conversaciones, al menos ya pasaban de un simple saludo, a algunos comentarios sobre algunos casos que resolvían, mientras esperaban alguna noticia de Crowley y la marca de Caín ¿Por qué estaban peleados por enésima vez en sus vidas? Odiaba conocer la razón. Desde lo sucedido en el caso de la bruja y el "Karin", aquella criatura capaz de convertirse en tu mayor y escondido deseo. Aún no había podido solucionar ese tema con ninguno. Por órdenes de Gabriel, su padre, Molly no estaba en condiciones de pelear por cosas sin sentido. Al parecer debían obedecerle, ya que su alma estaba siendo curada por el arcángel cada día. No podían darse el lujo de darle más presión a la muchacha, quien había empezado a notar ciertos cambios en ella. Desde la primera vez que murió, se había convertido un poco más impulsiva y sangrienta al pelear; pero ahora, gracias al arcángel, sentía que empezaba a recobrar su compasión. Cada vez más y más.

¿Sobre la relación de Molly y el arcángel? Aunque ella aseguraba que jamás lo perdonaría, poco a poco iba aceptando que él era su padre. Ya no le daba muecas de disgusto como antes, y eso ya era una gran paso.

Escuchó que alguien tocó la puerta de su habitación. Levantó la mirada rápidamente.

—¿Sam? —preguntó, pero nadie respondió. Después de unos segundos, volvieron a tocar. —¿Dean?

Pero nadie respondió.

Se levantó de su cama, se colocó las pantuflas y caminó hacia la puerta, la cual abrió esperando encontrar a uno de los hermanos. Sin embargo, no había nadie. Estaba oscuro, parecía como si todas las luces del pasillo estuvieran apagadas. Eso era extraño, nunca las apagaban, sin importar que, como ahora, fueran las doce de la madrugada.

The Little Girl Is Gone⌠Supernatural⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora